Cómo usar los datos y la tecnología de la manera correcta para medir el impacto social de las organizaciones.
Los datos y la tecnología digital son fundamentales para el trabajo de las organizaciones sin fines de lucro (OSFL). Ambos pueden impulsar la innovación, mejorar la eficiencia operativa y ampliar el impacto de la misión. Sin embargo, una mayor adopción tecnológica requiere inversión, desarrollo de la capacidad de medición y un planteamiento orientado en función del impacto.
La calidad de datos aunada a la tecnología apropiada para destacar los conocimientos y sustentar la toma de decisiones puede ser un punto de inflexión para las OSFL cuando se trata de medir el trabajo y reportar el impacto. Cuando se emplean con eficacia, las poderosas herramientas de datos y la tecnología digital pueden ser útiles para que las OSFL tomen decisiones de acuerdo con el uso de sus recursos, configuren el diseño y la implementación de programas y estrategias, y puedan diferenciar sus estrategias y enfoques para sus diversas comunidades interesadas.
Los líderes de las OSFL están conscientes de esto, y un sinnúmero de ellos se han esforzado por incorporar la recopilación de datos a sus estrategias de programación. No obstante, varios siguen batallando para maximizar el valor de los datos y la tecnología. Incluso cuando las OSFL disponen de cuantiosos datos y tienen acceso a tecnologías de código abierto y estándar, siguen encontrando impedimentos para medir el desempeño y transmitir el impacto. Los encuestados para la segunda edición del informe que llevó a cabo Salesforce titulado Nonprofit Trends Report (Informe de tendencias de las organizaciones sin fines de lucro) se refieren a esta dinámica, ya que el 75% indica que tanto la medición de datos como la elaboración de informes representan un reto y que las limitaciones de tiempo y recursos son obstáculos específicos. Incluso cuando los líderes superan estas barreras,
Solo el 44% de las organizaciones indica que mide el impacto de sus proyectos y el 69 % declara que es difícil compartir los datos personalizados sobre el impacto que arrojan los programas con sus financiadores.
Si bien estas cifras son desalentadoras, puesto que coinciden con lo que nos cuentan los líderes de las OSFL, también son esclarecedoras. Con todo, subrayan la necesidad de apoyar el desarrollo de la capacidad de medición para fortalecer y mejorar el uso de datos y la tecnología en las OSFL para medir su desempeño e impacto. Dados los obstáculos de tiempo y recursos a los que se enfrentan los líderes de las OSFL, es insuficiente e impropio seguirles dejando esta responsabilidad sin brindarles los apoyos necesarios; entre ellos, el financiamiento sostenible para construir y mejorar su infraestructura a largo plazo, el acceso a los recursos, herramientas y procedimientos normalizados para el diseño de los informes de impacto, y la capacitación en grupo sumada al apoyo de los compañeros en el intercambio de conocimientos.
Cuando las oportunidades para aprovechar el potencial transformador de los datos y la tecnología dependen de la habilidad de una organización individual para reunir los recursos y las habilidades necesarias, se propicia una brecha en el rendimiento de datos y tecnología, la cual impide que varias organizaciones aprovechen todo el potencial de sus activos. En un momento en el que las OSFL dan cuenta de una mayor demanda de transparencia, como se evidencia en el informe ya mencionado, cada vez es más claro que el uso estratégico de los datos y la tecnología puede ser un elemento diferenciador para una OSFL. Por lo tanto, el reto para el sector del cambio social en general es encontrar la manera de hacer que el acceso a las oportunidades de medición del desempeño y de información sobre el impacto sea más equitativo para las OSFL de diferentes tamaños y capacidades.
Desarrollo de la capacidad de medición
En la actualidad, el estado de la medición del desempeño y la presentación de informes de impacto entre las OSFL varía de forma significativa, y los recursos para mejorar la capacidad de medición de desempeño son escasos. En Urban Institute tenemos la suerte de trabajar en algunas de las principales iniciativas filantrópicas dedicadas al desarrollo de la capacidad de medición de datos de las OSFL dentro de un marco de equidad que se centra en la accesibilidad de las organizaciones, con independencia de su tamaño y apertura a diferentes enfoques para lograr el impacto. A través de este trabajo, hemos visto que las OSFL, con y sin personal centrado en los datos y los sistemas de medición, experimentan beneficios reales a partir de la adquisición de nuevas habilidades.
Queremos hacer hincapié en dos iniciativas de desarrollo de la capacidad de medición: El programa Measure4Change, financiado por el Grupo del Banco Mundial, y Community Progress Makers Fund, liderado por Citi Foundation, los cuales contaron con la asistencia técnica del personal de Urban Institute en la medición y gestión de datos de desempeño. De igual manera describimos algunas formas en las que las OSFL participantes en estos programas han hecho uso del desarrollo de estas capacidades para mejorar la medición de su desempeño y comunicación con las partes interesadas.
Measure4Change | Como parte de un programa del Grupo del Banco Mundial y Urban Institute, Measure4Change fue diseñado para desarrollar la capacidad de medición del desempeño de las OSFL en el área metropolitana de Washington DC. Su objetivo es cerrar la brecha que existe desde hace tiempo entre lo que las OSFL en la ciudad desean en materia de capacidad de medición de datos y lo que en realidad pueden hacer. El objetivo es ofrecer capacitaciones sobre la medición del desempeño de una manera práctica y accesible durante un período prolongado, para que las OSFL de la región de Washington DC puedan comprender cómo están ayudando a sus miembros y cómo pueden mejorar.
Measure4Change tiene tres componentes: ayuda económica y asistencia técnica personalizada para los beneficiarios, una comunidad regional de práctica y documentos base de conocimientos. La combinación única de apoyo financiero, técnico y comunitario —elementos característicos del modelo Measure4Change— es útil para aquellas organizaciones a las cuales se les dificultan las complejidades técnicas inherentes a la medición y evaluación de los cambios organizacionales y culturales.
Después de trabajar con el primer grupo de beneficiarios, hemos aprendido que el desarrollo de la capacidad de medición del desempeño es un proceso en el cual se dan “dos pasos adelante y uno atrás”. A medida que las organizaciones participantes adquieren conocimientos y herramientas adicionales, a menudo tienen la necesidad de revisar o adaptar los recursos desarrollados con anterioridad. Cuando se les encuestó, casi todos comentaron que el lapso de dos años era demasiado breve para concretar en su totalidad la creación de una capacidad robusta de gestión y medición del desempeño de la organización, y era aún más corto para lograr cambios en los resultados. La rotación de personal y las dificultades para implementar nuevos programas informáticos y sistemas de datos limitaron, sobre todo, al desarrollo de la capacidad de medición. Por otro lado, los conocimientos y las relaciones que adquirieron por ser parte del grupo fueron fundamentales para ayudarles a todos ellos a avanzar en el camino de la mejora de los sistemas de medición del desempeño.
Community Progress Makers Fund | Urban Institute también proporcionó apoyo para el desarrollo de la capacidad de medición de datos a los dos últimos grupos de beneficiarios de Community Progress Makers Fund de Citi Foundation. Inaugurado en 2015, el fondo tiene su origen en el compromiso de Citi Foundation de apoyar soluciones y organizaciones locales que se dedican a construir ciudades más resilientes y que catalizan oportunidades económicas para todos los residentes.
Los community progress makers son agentes de cambio ubicados en seis ciudades estadounidenses que están abordando una serie de retos urbanos, desde desarrollo económico y vivienda asequible hasta sostenibilidad medioambiental e infraestructuras urbanas. A las OSFL visionarias con sede en Chicago, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Washington DC y la zona de la bahía de San Francisco se les invita a enviar su solicitud para participar en la iniciativa de concesión de 20 millones de dólares. El primer grupo participó entre 2016 y 2017, seguido del segundo durante 2018 y 2019. El fondo proporciona acceso a asistencia técnica personalizada sobre una serie de temas de medición y evaluación adaptados a las necesidades del beneficiario. Además, los community progress makers cursan cada mes seminarios en línea en grupo, los cuales se especializan en el desarrollo de la capacidad de medición de datos y el intercambio de nuevas metodologías y tecnologías.
Una de las principales habilidades que los beneficiarios aprendieron fue cómo conectar los datos de sus programas con los datos a nivel de la población, para ayudarles a desarrollar y comunicar historias convincentes con el fin de aumentar la concienciación sobre un problema o exhortar a la defensa de una intervención que influya en la política pública local y nacional. Asimismo, aprendieron métodos para compartir los datos con sus clientes y electores a fin de crear un circuito de retroalimentación que los involucre en el aprendizaje de la organización y en la presentación de informes de desempeño. Una de las estrategias avanzadas para compartir datos con los clientes es el uso de data walks [un recorrido interactivo para presentar información que fomente el diálogo], el cual es un método para compartir datos y análisis con las partes interesadas de la comunidad. Mientras se lleva a cabo, los participantes del programa, los residentes de la comunidad y los proveedores de servicios revisan en conjunto las presentaciones de datos en grupos pequeños, interpretan el significado de los datos y reúnen sus conocimientos individuales. Las organizaciones beneficiarias que han puesto en práctica esta técnica aseveran que es útil para aumentar, por un lado, la participación de los clientes y miembros y, por otro, la inversión en sus resultados.
Argumentos a favor de la inversión
En esta era digital, en la que los datos son la nueva moneda de cambio, ninguna empresa u organización puede sobrevivir, crecer, seguir siendo relevante para sus miembros y lograr el impacto deseado sin invertir de manera estratégica en su infraestructura y capacidad tecnológica y de datos. Las OSFL son conscientes de esto —el 85 % de las OSFL encuestadas manifestaron que la tecnología es la clave del éxito de sus organizaciones—, y han comenzado a invertir en esfuerzos de transformación digital. Los financiadores que también se han dado cuenta de ello, como el Grupo del Banco Mundial y Citi Foundation, han empezado a apoyar estos esfuerzos.
Entonces, ¿por qué se han quedado rezagadas tantas OSFL, incluso cuando han invertido en desarrollar su capacidad tecnológica? Los resultados de la encuesta nos ofrecen varias ideas para responder a esta pregunta, pero la necesidad de justificar la inversión en función del impacto es la más crítica.
"Sin importar si la fuente de inversión es interna o externa, una habilidad indispensable para los líderes de las OSFL es poder argumentar, con base en el impacto que generarán estas medidas, por qué son necesarias las inversiones en datos y capacidades tecnológicas."
Como OSFL, en Urban Institute tuvimos que desarrollar nuestra propia capacidad de medición para argumentar de forma convincente el impacto, por lo que hace cinco años nos embarcamos en un viaje de “transformación digital para el impacto”. Hoy en día, la oficina de tecnología y ciencia de los datos es la que da forma al trabajo de investigación política de Urban e impulsa la innovación para el impacto mediante la implementación de tecnología de vanguardia, análisis de datos y métodos de investigación.
Estas son otras ideas que destacamos del informe:
Orientarse por el propósito, el problema y el ser humano, no solo por la tecnología. | Urban es una organización dedicada a elevar el debate sobre la política social y económica. Nuestros académicos llevan a cabo una investigación rigurosa con excelencia analítica y autonomía, y comparten sus ideas para ayudar a los agentes de cambio a acelerar la implementación de soluciones que promuevan la movilidad social ascendente, la equidad y la prosperidad compartida. Cuanto más nos centramos en comprender la misión, el modelo de funcionamiento, los retos y las necesidades de los miembros de Urban, mejor podemos identificar soluciones tecnológicas eficaces.
Para tener éxito en el aprovechamiento del poder de la tecnología y los datos para transformar la forma en que Urban ofrece valor y acelera el impacto, tuvimos que empezar por preguntarnos: “¿Por qué?” Esto nos permitió comprender con claridad la misión, el modelo operativo y el impacto deseado de Urban. Luego nos preguntamos: “¿Qué?”, ¿qué problema estamos resolviendo con la tecnología?, ¿qué retos y barreras técnicas se interponen en el camino para lograr el impacto deseado? y ¿qué necesitan nuestro personal y nuestros electores? Llegamos a la conclusión de que el reto más importante en materia de investigación política al que se enfrenta Urban —y otras organizaciones similares— es cómo seguir procurando poder a través del conocimiento para que todas las personas puedan prosperar en un mundo que cambia con tanta rapidez. También nos preguntamos: “¿Cómo?”, en otras palabras, ¿cómo podemos ofrecer el poder del conocimiento a la velocidad del cambio? Si seguimos como hasta ahora, nos enfrentamos a varios retos técnicos:
- Los métodos tradicionales requieren demasiado tiempo.
- Los datos están en su máximo apogeo, en términos de tamaño, fuentes y tipos.
- Debido a la complejidad de los datos y retos políticos, los métodos de modelización y los cálculos son cada vez más sofisticados y requieren una gran potencia de cálculo.
- Los métodos tradicionales de difusión de los informes, de varias páginas de extensión y con tablas de datos, dificultan la interacción y la obtención de información para la toma de decisiones oportuna.
Nos dimos cuenta de que para seguir siendo relevantes y tener un impacto político, teníamos que dejar de operar como lo habíamos hecho. No podemos potenciar una organización de investigación política como Urban solo con la tecnología; teníamos que convertirnos en un instituto con expertos que entendieran la tecnología y la política, y que pudieran aprovechar la nueva tecnología de investigación y los métodos de la ciencia de los datos para eliminar las barreras técnicas, transformar la forma en que se toman las decisiones políticas y desbloquear nuevas fuentes de datos que nos ayudaran a abordar los problemas existentes bajo un nuevo enfoque.
Pensar en grande, empezar de a poco, fracasar pronto y crecer rápido. | En la actualidad, nuestra oficina de tecnología y ciencia de datos sirve de puente entre la tecnología de vanguardia y la investigación política. Trabajamos para cubrir las lagunas de conocimiento al acceder a nuevas fuentes y nuevos tipos de datos, y poner en práctica metodologías avanzadas que nos faciliten desbloquear los datos para realizar un análisis riguroso. Urban está perfeccionando el diseño de políticas, ya que aprovecha la computación avanzada en la nube, la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el análisis predictivo para fortalecer y mejorar nuestra microsimulación y el análisis de políticas. Al mismo tiempo, estamos haciendo que la información de alta calidad sea más accesible e interactiva con el uso de nuevas herramientas de comunicación y tecnología (tales como Data Viz, APIs y microservicios).
Nuestro proceso para llegar hasta este punto fue pensar en grande, empezar de a poco, fracasar pronto y crecer rápido. Todo comenzó con la líder de Urban, Sarah Rosen Wartell, cuando convenció al consejo directivo para que hiciera una inversión plurianual en tecnología e infraestructura de comunicaciones a través de un fondo patrimonial de la organización. El objetivo era ocupar el liderazgo en estas áreas y seguir siendo una fuerza reconocida en el campo de la investigación política. En los puestos directivos de Urban circulaba una hipótesis: si la organización lograba demostrar su capacidad en este campo, la inversión filantrópica en los programas seguiría su ejemplo.
La hipótesis resultó ser correcta. A partir de estas contribuciones, los esfuerzos tecnológicos de Urban dejaron de ser reactivos y se volvieron más proactivos, ágiles e innovadores. La inversión estratégica nos permitió construir una infraestructura resiliente y moderna, en la cual se aprovecha el poder de la nube y la informática de alto rendimiento. Por ejemplo, para responder de forma inmediata a los cambios políticos, tuvimos que adoptar un enfoque de arquitectura disociada en el que dividimos los datos, la informática y los resultados en tres capas distintas y las conectamos todas con un conjunto de interfaces programables (API) que pueden obtener y enviar la información entre las capas y a través de otras aplicaciones. Sobra decir que cuando se trata de tecnología, la velocidad lo es todo. Por ello, tuvimos que adoptar métodos ágiles y prototipos rápidos para equivocarnos en las primeras etapas del proceso y ofrecer soluciones con mayor celeridad. Estos prototipos nos permiten desarrollar soluciones en menor tiempo, validarlas y seguir construyendo y mejorando la solución con inversiones más pequeñas en cada paso. A su vez, tuvimos que invertir en proporcionar espacio y recursos para la innovación y construir una cultura de aprendizaje y mejoras continuas.
Nuestro trabajo es la prueba de que las inversiones estratégicas en datos y tecnología digital no solo le dan forma a las OSFL, sino que también pueden ser el motivo de su éxito.
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Autores originales:
- Khuloud Odeh es CIO y vicepresidente de tecnología y ciencia de datos en Urban Institute.
- Shena Ashley es vicepresidenta de filantropía y organizaciones sin fines de lucro en Urban Institute.
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición verano 2020.
- Traducción del artículo From Measurement to Success por Ángela Mariscal
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