Aprovechar los celulares para la alfabetización mundial y fomentar la lectura en niños y adultos.
Durante los primeros meses de 2018, los padres de Ruhi batallaban para que fuera a la guardería, recuerda Sapna Roy, quien se desempeña como cuidadora en un centro infantil en el Enclave Mahavir de Delhi, en la India.
“Era una lucha diaria convencerla de que viniera a la guardería”, indica Roy.
De pronto, algo cambió y Ruhi empezó a acudir a la guardería todos los días. Llegaba temprano, de buen ánimo y le entusiasmaban las sesiones de cuentacuentos, colorear las hojas de trabajo y ver los espectáculos de marionetas.
¿Qué provocó el cambio? Ese año, el programa Read to Kids (Leer a los niños) expandió sus pruebas piloto con padres y cuidadores de niños a las guarderías en la India. El poder de la lectura —que se pone de manifiesto cuando los adultos leen a los niños a través de una aplicación para celular con acceso a cientos de libros digitales— despertó el amor por el aprendizaje en Ruhi y en cientos de miles de niños como ella en Delhi.
Roy afirma que Read to Kids ha tenido un impacto significativo en niños como Ruhi. El absentismo escolar se redujo, puesto que no querían perderse las sesiones de cuentacuentos. Además, los niños se expresaban más que antes y la dinámica interacción con los libros afianzó los hábitos de lectura en el aula y en casa.
El nuevo amor de Ruhi por los libros es lo que en conjunto la empresa de aprendizaje a nivel mundial Pearson, la organización promotora de la alfabetización Worldreader y el socio de desarrollo global Results for Development (R4D) esperaban lograr cuando crearon el programa piloto Read to Kids India en 2015. A lo largo de dos años, este programa piloto llegó a 203,000 hogares de Delhi, y su éxito está impulsando su expansión a otras partes de la India, Jordania, Perú y la región de Oriente Medio y África del Norte.
Gracias a sus décadas de experiencia colectiva, las organizaciones ya sabían que se requiere paciencia y poder de convencimiento para que los niños se convirtieran en lectores de por vida. Sin embargo, partir del programa Read to Kids descubrieron que motivar a los padres y cuidadores de niños de comunidades de recursos para que les leyeran a los niños pequeños es aún más difícil en países sin una cultura establecida de lectura.
“Este proyecto fue la primera vez que alguien intentaba ver cómo se podían aprovechar los teléfonos móviles para cambiar el comportamiento de los padres y fomentar la interacción entre padres e hijos y la lectura a los niños”,
comenta Annya Crane, directora de programas globales y especialista en gestión del cambio de comportamiento en Worldreader con sede en San Francisco.
El proyecto piloto de Read to Kids tuvo éxito al forjar una asociación diversa de organizaciones internacionales y locales, al mantener un firme enfoque en el cambio de comportamiento, y al implementar una estrategia de desarrollo mixto e intersectorial que se fundamenta en la voluntad de aprender, cambiar de dirección y adaptarse continuamente.
Una red mundial
El piloto Read to Kids India surgió del interés compartido de Pearson y Worldreader en incrementar las tasas de alfabetización mundial y ofrecer un acceso a los libros de forma rentable en lugares donde es difícil conseguirlos.
El auge mundial de los dispositivos digitales les ha permitido a estas organizaciones llegar a un número aún mayor de niños. Worldreader calcula que 250 millones de niños en países de bajos y medianos ingresos comienzan su escolarización sin estar preparados para el aprendizaje. Tenían la esperanza de que facilitarles a los padres que les leyeran a sus hijos pudiera darles a los niños una ventaja en la escuela y en la vida.
Pearson y Worldreader se habían asociado con anterioridad para que los contenidos de Pearson estuvieran disponibles en los programas de lectura electrónica de Worldreader en las escuelas y bibliotecas de toda África, y a principios de 2015 ampliaron su relación con el fin de aumentar la alfabetización en la India.
Las organizaciones se centraron en transformar los omnipresentes teléfonos celulares en bibliotecas móviles cargadas con cientos de libros digitales. Querían descubrir cómo los padres podían utilizar sus dispositivos para leerles a sus hijos y así, fomentar nuevas maneras de mejorar la preparación escolar de sus hijos. Worldreader calcula que muchos niños de la India no están preparados para la escuela; el 57.5 % de los niños de tercer grado tienen dificultad para leer textos de primer grado.
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Pearson, el principal financiador del proyecto, le proporcionó a Worldreader alrededor de 1.4 millones de dólares para el proyecto piloto de dos años, de 2015 a 2017, además de otros 600,000 dólares para la expansión del programa en 2018 y 2019. Worldreader, la cual también recaudó unos 250,000 dólares para el proyecto y distribuyó esos fondos entre 2015 y 2019, fue el principal diseñador del programa y proveedor de tecnología. Asimismo, ofreció su cartera de contenidos digitalizados y su experiencia en la creación de lectores digitales en 51 países. La mayor parte del financiamiento de Read to Kids se destinó a la campaña de cambio de comportamiento y al desarrollo de la aplicación móvil.
Results for Development, una organización sin fines de lucro con sede en Washington DC, se unió a Pearson y Worldreader en mayo de 2015 para supervisar el seguimiento y la evaluación. Pearson le pagó a la organización sin fines de lucro 240,000 dólares para que actuara como socio de evaluación y aprendizaje de Read for Kids de 2015 a 2017.
“Desde el principio, cada uno de nosotros se esforzó por asegurarse de que este proyecto tuviera un impacto real para las familias y, al mismo tiempo, generara aprendizajes profundos para la comunidad mundial de la alfabetización, de modo que el proyecto pudiera reproducirse en otros lugares”, afirma Jennifer Young Perlman, directora de innovaciones y asociaciones de Pearson.
Una vez que se consiguió reunir a los principales socios, Worldreader comenzó a desarrollar la aplicación Worldreader Kids a mediados de 2015 para crear una interfaz adaptada a los niños que convirtiera los teléfonos celulares en dispositivos de lectura. La aplicación empezó su periodo de prueba en 2016 y contiene una colección digital de 550 libros de cuentos para niños en hindi e inglés, los cuales los padres pueden descargar a través de una conexión a Internet. Estos libros son apropiados para la edad y el entorno cultural de los niños. Worldreader los obtuvo de 34 editoriales locales e internacionales, como Pearson, Pratham Books, Katha, Tulika y Eklavya.
Crear una cultura de la lectura
Durante el programa piloto, los socios locales e internacionales se centraron en los padres alfabetizados o semialfabetizados en las comunidades de bajos recursos que tenían teléfonos inteligentes y enviaban a sus hijos a escuelas en zonas marginadas. Las organizaciones querían saber cómo utilizaban estos padres sus teléfonos celulares y cómo la tradición oral de la India podía reforzar los hábitos de lectura.
Además, se asociaron con varias organizaciones creativas, de desarrollo, educativas, gubernamentales y de salud con sede en Delhi, entre ellas, Society for All Round Development (SARD) y Hindustan Latex Family Planning Promotion Trust (HLFPPT), para entender mejor los patrones de uso de los teléfonos, determinar cuáles familias tendrían mayores probabilidades de participar y cuál sería la mejor manera de comunicar el mensaje central de que “la historia de hoy es la preparación de mañana”.
El equipo obtuvo su primer conjunto de hallazgos entre finales de 2015 y principios de 2016, a través de las reuniones iniciales de planeación y tres meses de investigación de campo que incluyeron la recopilación de datos y la realización de entrevistas y encuestas a los cuidadores de niños. Aprendieron algunas cosas sorprendentes. Por ejemplo, carecían de un vocabulario común, incluso para los conceptos “leer” y “lectura”. En hindi, las palabras padhna o padhai karna significan leer o estudiar, pero se refieren a trabajos académicos. La noción de las sesiones de cuentacuentos y la lectura para el desarrollo literario de los niños pequeños está ausente en la mayoría de los hogares en la India.
“Hay una gran cultura de narrativa oral en la India, pero no es una cultura en la que leer libros a los niños para divertirse en casa sea la norma”, revela Molly Jamieson Eberhardt, directora del programa de R4D. “Pronto nos dimos cuenta de que los padres que respondieron a nuestra encuesta tradujeron ‘leer con los niños en casa’ como supervisar la tarea, lo cual no era el comportamiento que intentábamos fomentar y no era relevante para nuestro rango de edad objetivo de 0 a 8 años. No fue un error de traducción; era una traducción cultural”.
Las palabras asociadas a la profunda tradición de narrativa oral de la India eran una mejor opción. El uso de la aplicación Read to Kids para “contar historias” se convirtió en uno de los principales enfoques del subsecuente trabajo de cambio de comportamiento.
En el fondo, cada nueva idea era una oportunidad para reevaluar los supuestos anteriores, cambiar de rumbo cuando los datos se desviaban de las expectativas del equipo y reajustar los objetivos para la siguiente fase. El uso de esta técnica —la piedra angular de la estrategia de aprendizaje adaptativo de R4D— sentó las bases para que Read to Kids prosperara.
Este enfoque iterativo fue un gran éxito. “Pudimos introducir capacidades de toma de decisiones con base en datos mediante un enfoque de laboratorio de aprendizaje con nuestros socios”, apunta Wendy Smith, directora de programas educativos de Worldreader. “Les ayudó a pensar de prisa cómo adaptar el programa para involucrar mejor a los padres y a los cuidadores de los niños”.
Además, los controles trimestrales de aprendizaje resultaron ser sumamente valiosos. Las reuniones en persona cada tres meses con los principales socios locales —SARD, HLFPPT y Katha— permitieron obtener información importante sobre cómo los usuarios estaban cambiando sus comportamientos de lectura, cómo compartían las historias con los niños y qué dificultades tenían para utilizar la aplicación.
“La participación comunitaria es difícil. El cambio de comportamiento es difícil. Encima, este tipo de proyecto de cambio de comportamiento nunca se había intentado antes”, asevera Luke Heinkel, director del programa de R4D. “No sabíamos qué resultados esperar, pero acordamos ser rigurosos en cómo y qué podíamos aprender”.
Al final del programa piloto, Read to Kids apoyó a 15,000 familias de 177 comunidades en Delhi con bajos recursos mediante sesiones de capacitación sobre el uso de la aplicación en entornos individuales y en grupos pequeños. La campaña regional en los medios de comunicación y los mensajes de cambio de comportamiento, que llegaron a unos 17 millones de personas, atrajeron a otros 188,000 usuarios de la aplicación. Casi 7,000 hogares se convirtieron en “lectores frecuentes”, quienes leen desde la aplicación al menos cuatro veces al mes, un indicador de la creación de un hábito de lectura y del cambio de comportamiento, según el informe del proyecto de Worldreader.
“Si hubiéramos empezado el proyecto con la ambición de ampliar Read to Kids antes de entender de primera mano cuáles eran las principales barreras a la lectura temprana y si la tecnología móvil podía superarlas, habríamos perdido pasos importantes en nuestro ciclo de aprendizaje y no habríamos podido replicar con éxito el proyecto en más comunidades dentro de la India o incluso en otros países, como Jordania”, declara Young Perlman.
Este enfoque holístico de trabajar tanto en las comunidades como con los padres condujo al lanzamiento del proyecto piloto Tuta Tuta de Worldreader en Jordania en 2017, el cual llegó a más de 50,000 familias refugiadas o afectadas por el conflicto. Con base en los resultados de Read to Kids, Tuta Tuta mostró cómo la lectura regular y los libros seleccionados abordaban las necesidades sociales y emocionales de los niños en situaciones de crisis.
“El aprendizaje social y emocional se está incorporando a los programas de Worldreader”, añade Smith. “Nuestros aprendizajes de Jordania ilustraron que muchos padres perciben un fuerte beneficio emocional en la lectura a los niños y buscan libros que los apoyen”.
Autores originales:
- Jennifer Baljko es una escritora independiente afincada en Barcelona. Sus artículos han aparecido en Devex, Fortune, Inbound Logistics y varias publicaciones de negocios y viajes. Recientemente completó una caminata de tres años y medio por Asia y Europa, y tiene un blog sobre esa experiencia en bangkokbarcelonaonfoot.com
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición verano 2020.
- Traducción del artículo Scaling Story Time por Ángela Mariscal
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