Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición verano 2021.
Un niño llamado Sun Ming se despertó un día y descubrió que el mundo que le rodeaba se había vuelto más borroso. Mientras estaba en la escuela de su pueblo, en la China rural, descubrió que no podía distinguir las palabras escritas en el pizarrón con facilidad. Sun Ming les informó sobre esta situación a sus abuelos, quienes habían sido sus cuidadores desde que sus padres se mudaron por motivos de trabajo, pero le dijeron que no se preocupara; los “ejercicios oculares” —una técnica tradicional de masaje ocular— solucionarían el problema. No obstante, la visión de Sun Ming siguió agravándose hasta que, al final, incluso su maestro se convirtió en una figura borrosa e indefinida. Ya no podía jugar con sus compañeros de clase, sus calificaciones escolares empeoraron y Sun Ming empezó a desesperarse y a aislarse de los demás.
La historia de Sun Ming es bastante común. De todos los niños del mundo con visión sin corregir, se calcula que casi la mitad viven en China. “He ido a cientos de pueblos a lo largo de los años para recopilar datos y examinar a los niños”, afirma Hongyu Guan, investigador de una universidad local en Xian, China. “En cada visita encontramos al menos un niño que ni siquiera puede ver la letra ‘E’ más grande en una tabla optométrica, y la mitad de los niños no pueden ver 20/20. [Pero] casi ninguno usa lentes”.
Hasta hace poco se disponía de escasos datos oficiales o investigaciones publicadas sobre la atención oftalmológica en la China rural. Sin embargo, los investigadores del Rural Education Action Program (Programa de Acción para la Educación Rural o REAP por sus siglas en inglés), una investigación conjunta entre la Universidad de Stanford y varias universidades asociadas de China, han descubierto decenas de millones de niños chinos con miopía no corregida. Alrededor de dos tercios de la población china —más o menos 800 millones de personas— viven en zonas rurales donde la calidad de vida está muy por debajo de la de los habitantes de las ciudades de la costa china.
En 2017, REAP puso en marcha Smart Focus, una empresa social innovadora que ha sido pionera en un modelo de atención oftalmológica sostenible para las zonas rurales de China y ha ayudado a cientos de miles de niños.
Soluciones a través de la investigación
En 2013, REAP colaboró con OneSight, una organización benéfica internacional para el cuidado de la vista, y con investigadores del Centro Oftálmico Zhongshan de Guangzhou, uno de los principales hospitales oftalmológicos de China, para fundar Smart Focus. Esta empresa social, dirigida por investigadores de Estados Unidos y China, primero trató de determinar la prevalencia de la visión no corregida en las zonas rurales de China y medir los efectos de la visión corregida en los resultados académicos de los niños.
En primer lugar, de acuerdo con su método, el equipo de Smart Focus realizó un examen ocular y una prueba estandarizada a una muestra aleatoria de 20,000 alumnos de primaria de 250 escuelas del noroeste rural de China. El estudio reveló que cerca de una cuarta parte de los alumnos tenía problemas de vista, casi el doble que los niños estadounidenses. Desafortunadamente, solo uno de cada seis niños con miopía que participaron en la muestra usaba lentes. Los investigadores les dieron unos lentes graduados de forma gratuita a la mitad de los niños miopes. A la otra mitad, quienes no tenían lentes y sirvieron de grupo de control, les dijeron que necesitaban lentes y les dieron una receta.
La entrega de recetas al grupo de control les permitiría a los investigadores determinar cuántos niños buscarían atención oftalmológica tras saber que su vista podría mejorar con el uso de lentes. Nueve meses más tarde, los investigadores regresaron a las mismas escuelas para realizar una segunda prueba estandarizada a todos los alumnos y darles lentes a los niños del grupo de control. Solo uno de cada seis niños del grupo de control había adquirido los lentes por su cuenta durante este periodo. Los niños que los recibieron al principio del estudio obtuvieron el doble de puntos en la prueba que sus compañeros que recibieron los lentes hasta el final del estudio. Los resultados eran claros: la visión corregida estimulaba el aprendizaje.
La investigación de Smart Focus también reveló que había obstáculos tanto en la oferta como en la demanda para que los niños tuvieran lentes. En cuanto a la oferta, los dos principales obstáculos eran la calidad y la cantidad de optometristas rurales y la falta de exámenes oculares en las escuelas. Una encuesta de Smart Focus realizada en 145 clínicas rurales y 50 hospitales municipales de cinco provincias, que en su totalidad constituyen la base del sistema público de salud en las zonas rurales de China, arrojó que casi ninguna contaba con la capacidad para prestar servicios de atención oftalmológica. Aunque existen ópticas privadas que operan en las cabeceras municipales, estas suelen ofrecer refracciones de baja calidad y nunca examinan a los pacientes de las zonas periféricas debido a los costos elevados. En cuanto a la demanda, el desconocimiento de la miopía y las ideas erróneas sobre la corrección de la vista han impedido que las personas busquen atención.
La investigación del equipo de Smart Focus aportó una serie de ideas sobre cómo podría funcionar un modelo de atención oftalmológica adaptable para superar estos obstáculos. Los investigadores sabían que la información por sí sola no era suficiente para motivar a los niños a usar lentes. Cuando se les daba una receta y un aviso a los padres, solo 1 de cada 10 niños miopes sin lentes acudía a la consulta. En cambio, si se subsidiaba la atención oftalmológica mediante la oferta de lentes gratuitos o de bajo costo, la aceptación de los servicios aumentaba hasta un 75 %.
Para hacer frente a la falta de médicos y al costo elevado de los exámenes oculares, Smart Focus identificó un régimen de capacitación especializado de dos o tres meses de duración impartido por socios de los mejores hospitales oftalmológicos de China con el fin de preparar a un médico rural que prescribiera recetas sencillas y precisas. Los médicos también podrían capacitar a los profesores de las escuelas para que llevaran a cabo revisiones sencillas con una tabla “E” y, en caso de ser necesario, remitieran a los niños a un examen completo.
Con estas ideas, Smart Focus construyó centros visuales piloto en dos condados rurales en 2015. Firmó un acuerdo con los hospitales del condado para construir y proveer de personal a los centros de visión con refraccionistas capacitados, y luego llegó a acuerdos con los distritos escolares locales para permitir que los maestros examinaran a los niños para detectar problemas de visión. A los niños que no pasaran la prueba se les invitaba a que acudieran al nuevo centro de visión del hospital del condado y recibieran un examen ocular gratuito. Si el examen determinaba que el alumno necesitaba lentes, se le proporcionaban de forma gratuita. Los resultados iniciales fueron prometedores: los médicos aprobaron su capacitación con éxito, los profesores hicieron las pruebas con precisión y los niños acudieron a hacerse el examen y a recibir los lentes gratis.
Un modelo sostenible
Una vez que los componentes de los centros oftalmológicos estaban listos, quedaba pendiente la cuestión de cómo solventar los costos para echar a andar un centro: la compra de equipos e inventario, la renovación de un espacio, la capacitación de los médicos y el pago de la nómina y arrendamiento. De algún modo, los centros oftalmológicos debían obtener ingresos. Ahora bien, la investigación puso de manifiesto que los niños no recibirían los lentes a menos que fueran subsidiados.
Para solucionar el problema, Smart Focus colaboró con OneSight en el desarrollo de un plan de negocios para la empresa social en el cual aquellos niños de zonas rurales que necesitaban atención oftalmológica y lentes recibían ambos de forma gratuita, pero los niños que vivían en zonas urbanas más prósperas pagaban el costo a precio del mercado o por debajo del mismo. Con este modelo de negocio de subsidio cruzado, Smart Focus podía ayudar a los pacientes de las zonas rurales y al mismo tiempo sostenerse económicamente.
“La clave del modelo es el subsidio cruzado”, dice el cofundador de Smart Focus, Matthew Boswell. “La atención gratuita a los niños de las zonas rurales garantiza que una gran parte de los niños miopes vendrán y recibirán unos lentes que de otro modo nunca obtendrían. Al mismo tiempo, los márgenes de los lentes que se venden a los niños urbanos son bastante altos como para poder regalar la mitad del inventario y seguir cubriendo los costos de operación de un centro de visión.”
A partir de este modelo, y con el financiamiento de OneSight para el lanzamiento, Smart Focus ha construido 28 centros de visión en 28 condados de tres provincias rurales de China en sólo tres años. Smart Focus también ha realizado exámenes de la vista a cerca de un millón de niños y ha recetado, fabricado y entregado unos 200,000 lentes.
Ha habido tropiezos en el camino. “La mayoría de nosotros en realidad no somos empresarios”, admite el director general de Smart Focus, Wenting Liu, “así que hemos tenido que aprender mucho y muy rápido, y ha habido errores”. Smart Focus se ha encontrado con varios retos. A veces, por ejemplo, los hospitales incumplen los acuerdos. Además, las normas sobre la venta de lentes en los hospitales son variadas y poco claras, lo que hace que algunos hospitales de otros condados duden en colaborar. Como resultado, los directivos de Smart Focus tienen que dedicar una gran parte de su tiempo a buscar nuevos socios para la expansión. El tráfico en los centros de visión tiene altibajos, lo cual es problemático para el flujo de caja y también frena el crecimiento.
A pesar de estos retos, el despliegue de los centros de visión ha sido fluido gracias a la experiencia adquirida en la distribución de lentes y a la vinculación con funcionarios locales, las cuales se deben al anterior trabajo de investigación. “Varios de nuestros empleados proceden de los proyectos de investigación originales de Smart Focus, así que al menos estamos familiarizados con muchos de los problemas cotidianos”, explica Liu. “Y algunas personas de los gobiernos de los condados nos conocen de la época de la investigación, así que saben que no intentamos aprovecharnos de la población rural”.
Smart Focus no ha dejado de lado sus raíces en la investigación. Además de prestar sus servicios, la red de centros oftalmológicos sirve de plataforma para el estudio continuo. Los médicos y administradores de Smart Focus están realizando ahora un ensayo aleatorio con una universidad local para determinar el papel de la corrección de la vista en el progreso educativo: Si un niño recibe los lentes que necesita, ¿rendirá lo suficiente como para permanecer más tiempo en la escuela? ¿O incluso para ir a un colegio mejor? Esta pregunta sigue un programa de investigación en curso: cuantificar el impacto de la atención oftalmológica como aportación educativa.
Una razón importante por la que Smart Focus sigue investigando es para aportar pruebas que puedan incentivar al gobierno chino. Smart Focus opera en aproximadamente el 2 % de los casi 1,500 condados rurales de China. Solo un actor tan grande como el gobierno central puede llevar a cabo el arduo trabajo de llegar a todos estos niños. Con base en su investigación y experiencia, Smart Focus presiona con regularidad al parlamento chino y a sus ministerios de salud y educación. Este cabildeo adopta la forma de informes políticos que elabora y transmite al gobierno chino a través de socios universitarios. Smart Focus espera que, en los próximos años, los hospitales rurales de los condados chinos copien su modelo con el financiamiento del gobierno para conseguir un despliegue nacional de servicios de atención oftalmológica accesibles, asequibles y sostenibles para las poblaciones rurales.
- TIANLI FENG (冯天丽) es profesora asociada en la Escuela de Gestión y Economía de la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China. Es vicedirectora y cofundadora del Centro de Filantropía y Empresa Social.
- JIA LI (李佳) es estudiante de doctorado en la Escuela de Gestión y Economía de la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China.
- Traducción del artículo An Insightful Collaboration por Ángela Mariscal