La decisión de anular el derecho federal al aborto en Estado Unidos se ha visto contrastada con los avances tecnológicos en medicina. El aborto, un procedimiento que previamente se atendía en hospitales, ahora, por medio de una nueva iniciativa, se puede realizar desde casa.
La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization (Organización de la Salud de la Mujer de Jackson) en junio, anuló el derecho federal al aborto anteriormente garantizado por la sentencia Roe contra Wade de 1973, lo que provocó restricciones y prohibiciones estatales al aborto en todo el país. Pero los avances en la tecnología médica han permitido a las personas embarazadas la oportunidad de optar por un aborto en casa.
Abortion On Demand (Aborto Bajo Demanda, AOD por sus siglas en inglés), una nueva empresa de telemedicina para el aborto, busca superar algunas de las barreras logísticas para el aborto ofreciendo píldoras abortivas por correo, que pueden tardar tan solo 24 horas en llegar.
AOD actualmente opera en 23 estados, y el costo total de sus servicios oscila entre 239 y 289 dólares por paciente, dependiendo de la ley de aborto de cada estado. Todavía no aceptan seguros médicos. Este servicio incluye una consulta con un médico certificado en gineco-obstetricia o medicina familiar, el paquete de medicamentos (que incluye medicinas para el alivio y las píldoras abortivas, misoprostol y Mifeprex —la versión de marca de la mifepristona—), pruebas de embarazo para garantizar la eficacia y un seguimiento general a través de encuestas en mensajes de texto. AOD también tiene una línea de atención médica operando las 24 horas del día en caso de problemas médicos.
Jamie Phifer, médico fundador y director de AOD, puso en marcha la empresa en abril de 2021, poco después de que la administración del presidente Joe Biden levantara temporalmente la prohibición federal de abortos a través de telemedicina debido a la pandemia de COVID-19. (La norma anterior exigía que el medicamento se suministrara en persona). Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) decidió levantar la prohibición en diciembre, 19 estados declararon ilegales los abortos por telemedicina.
El día del veredicto de Dobbs, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ por sus siglas en inglés) emitió una declaración en nombre del fiscal general de Estados Unidos Merrick Garland para aclarar la seguridad y legalidad del medicamento: “La FDA ha aprobado el uso del medicamento Mifepristona. Los estados no pueden prohibir la Mifepristona basándose en el desacuerdo con el juicio de los expertos de la FDA sobre su seguridad y eficacia”. De hecho, más de la mitad de los abortos en Estados Unidos fueron realizados mediante medicación, según el Instituto Guttmacher, una organización de investigación y defensa del derecho al aborto.
Actualmente, AOD no puede operar en estados en los que está prohibido el uso de píldoras abortivas. “Realmente tenemos que regirnos por las normas estatales”, dice Leah Coplon, directora de operaciones clínicas de AOD. “Requerimos que la paciente tenga una dirección de residencia [para el medicamento] y que se encuentre en el estado en el momento de su cita; utilizamos el seguimiento de ubicación en nuestra plataforma de telesalud para que podamos ver en el momento de su visita, que en realidad se encuentra en un estado donde es legal”. Las personas que se encuentran en estados donde es ilegal pueden seguir adquiriendo píldoras abortivas en el extranjero. La organización sin fines de lucro Aid Access (Acceso a la Ayuda) ofrece información y asesorías en línea sobre la mejor manera de proceder.
AOD no necesita los gastos generales de una típica clínica de aborto, como instalaciones, un seguro para su edificio o seguridad contra los manifestantes. El equipo cuenta actualmente con cuatro miembros de tiempo completo y un puñado de empleados de tiempo parcial y por días, además de un pequeño número de contratistas que ayudan con la contabilidad, la tecnología y el trabajo legal. Debido a que los gastos generales son sustancialmente más bajos que los que tienen los proveedores tradicionales de servicios de aborto, el modelo de negocio hace que AOD sea rentable. La organización dona el 60% de sus ganancias a la campaña de recaudación de fondos Keep Our Clinics (Mantengan Nuestras Clínicas) de la Abortion Care Network (Red de Atención al Aborto) para apoyar los esfuerzos de justicia reproductiva en el terreno.
Quienes facilitan el aborto en estados con leyes de activación contra su práctica se enfrentan a una posibilidad ambigua, pero cada vez más probable, de enfrentar un riesgo legal. La capacidad de AOD para operar en estos estados se ve obstaculizada gravemente. Los expertos legales y los defensores de los derechos reproductivos de todo el país han expresado su preocupación de que los fiscales en los estados con prohibiciones totales puedan llegar a usar datos privados (como aplicaciones de seguimiento de la menstruación, mensajes de texto y el historial de búsqueda en internet) para procesar a cualquier persona implicada en la facilitación de un aborto.
La represión tendrá el mayor efecto sobre las poblaciones más vulnerables, según Amy Weintraub, directora del programa de derechos reproductivos y subdirectora de comunicaciones de Progress Florida, una organización sin fines de lucro que promueve los valores progresistas en todo el estado.
“El riesgo es mayor para las poblaciones que a menudo son objeto de una vigilancia policial excesiva, como las personas de color y los inmigrantes”, afirma.
El aborto por telemedicina no es legal en Florida, pero Weintraub subraya que esta forma de atención médica es revolucionaria para las personas que viven en comunidades rurales o más pobres que, de otro modo, tendrían que hacer frente a largos viajes y costos. También enfatiza la importancia de que el aborto se mantenga como parte del sistema de atención médico de Estados Unidos, incluso cuando los proveedores se ven obligados a encontrar métodos nuevos e innovadores para practicarlo.
“El aborto es algo normal: una de cada cuatro mujeres estadounidenses accederá a este durante sus años de maternidad”, menciona. “Forma parte de todo sistema médico moderno, y las personas necesitan tener acceso”.
Autor original
- Natasha Noman es una escritora y productora que vive en la ciudad de Nueva York; ha trabajado en medios y comunicación. Su trabajo ha aparecido en publicaciones como Bloomberg, NBC y Mic.
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición otoño 2022.
- Traducción del artículo Lifesaving Telemedicine por Leslie Cedeño
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