En país vasco, Etorkizuna Eraikiz (Construyendo Futuro) es un programa que practica la gobernanza colaborativa, involucrando a diversos actores sociales en los procesos de deliberación y en el desarrollo de políticas públicas.
La globalización ha puesto encima de la mesa una nueva agenda política: cambio climático, gestión de la diversidad, lucha contra las desigualdades, inseguridad, nuevas condiciones de vida producidas por la digitalización etc. Además, las condiciones para el desarrollo están caracterizadas por la incertidumbre, la disrupción y la falta de estabilidad. En este contexto, la gobernanza colaborativa busca reestablecer las condiciones públicas para la construcción de la democracia.
La democracia liberal vive una crisis de sentido debido a la configuración de nuevas realidades geopolíticas, económicas y sociales, las cuales superan el sistema de control de los Estados-Nación y están teniendo importantes consecuencias: sociedades individualistas y orientadas al consumo, debilitamiento del capital social, crecimiento de las desigualdades, dificultad de las estructuras políticas para incidir en múltiples realidades, desafección política, etc. La actual configuración de la gobernanza mundial y las gobernanzas estatales presentan enormes problemas para intervenir en un contexto de enorme desregulación y, al mismo tiempo, en un contexto de profunda desvinculación de la sociedad respecto de la comunidad política.
La gobernanza colaborativa busca nuevos modelos para gestionar el espacio y las políticas públicas. De esta forma, hace frente al déficit de capital democrático que viven las sociedades avanzadas. Se trata de buscar modelos que restablezcan la condición democrática de los espacios públicos y los conviertan en espacios de encuentro entre los representantes políticos y la sociedad civil. Su objetivo es reincorporar a la ciudadanía al espacio deliberativo y de acción.
Etorkizuna Eraikiz (Construyendo Futuro) define la gobernanza colaborativa como “el proceso de deliberación y acción compartida que vincula a las instituciones públicas, a la sociedad organizada y a la sociedad civil con el objetivo de fortalecer el ecosistema de políticas públicas. Construye un espacio público compartido, a través de generar capital social y una nueva cultura política”.
A partir de esta definición destacamos tres implicaciones fundamentales: en primer lugar, la gobernanza colaborativa redefine el espacio deliberativo al transformar la lógica tradicional del poder a una donde el poder es compartido. En segundo lugar, este modelo responde a la necesidad de generar capital social y activar una nueva cultura política que reestructure las instituciones en términos de gobernanza colaborativa. En tercer lugar, genera condiciones para la innovación social desde el punto de vista de la cocreación y experimentación, respondiendo a las múltiples necesidades que se plantean en un contexto de complejidad e incertidumbre.
- Redefinir del espacio deliberativo y el poder compartido | La incorporación de diversos actores en la deliberación pública nos lleva de manera inevitable a analizar cómo se configura ese nuevo espacio en términos democráticos. ¿A quién representan los distintos grupos de interés que participan en el proceso de deliberación? Partimos de la idea de que la función directiva del gobierno no desaparece en la medida en que es la autoridad legítima de la asociación política y quien garantiza la preservación de la naturaleza pública del proceso, respetando los valores y principios democráticos fundamentales.
Ahora bien, el rol político se ejerce a través de la coordinación y no a través de la imposición jerárquica. La incorporación de los diversos actores sociales, económicos, políticos de diversa naturaleza implica redefinir el espacio público, ya que se suman al espacio público otros agentes que no derivan de esa misma estructura, los cuales responden al interés general y cumplen con una clara función social. Esta cuestión plantea evidentes problemas que es necesario abordar a través del diálogo y la negociación: la diversidad y los antagonismos en la conceptualización de los objetos políticos, las visiones contrapuestas, los desequilibrios en las capacidades, habilidades y oportunidades, las desigualdades de poder y autoridad, la dificultad para deliberar y también para ejecutar las políticas, etc.
Con respecto a la distribución del poder, es importante considerar su significado, su distribución y la forma en que las asimetrías de poder afectan la efectividad de la gobernanza colaborativa. ¿Es suficiente con institucionalizar una interacción formal y estable entre actores públicos, sociales y privados para hablar de gobernanza colaborativa? ¿Es suficiente seguir formalmente un proceso de cocreación y acción compartida entre los grupos de interés para hablar de ella? La gobernanza colaborativa exige tener en cuenta la distribución del poder y la necesidad de que los actores que participen en ella interioricen una cultura política colaborativa. Para evaluar el nivel de efectividad de los procesos de gobernanza colaborativa es fundamental analizar el proceso a través de distintas formas de medición, como el grado de colaboración y los resultados de la acción, es decir, la medición de satisfacción de los grupos de interés.
- Generar capital social | El capital social está directamente relacionado con la gobernanza colaborativa en la medida en que posibilita la colaboración entre actores públicos y privados a través de redes de confianza y normas compartidas. El capital social es un recurso que desarrolla las relaciones humanas y que se traduce en normas que generan reciprocidad y conductas sociales basadas en la confianza.
- Gobernanza e innovación social | El tercer concepto clave que es necesario vincular a los sistemas de gobernanza colaborativa es el de la innovación social. Planteamos la necesidad de un modelo donde se incorpore a la sociedad en el desarrollo de nuevos espacios de creación, deliberación y acción. Es decir, necesitamos de la gobernanza colaborativa para formular nuevas preguntas, buscar nuevas respuestas y dar satisfacción a las nuevas demandas. Es necesario superar una visión jerarquizada y funcionalista de la administración pública para dar paso a un modelo que permita el flujo de la colaboración, la creatividad y la innovación a través de redes que busquen nuevas respuestas a las necesidades planteadas. Esto quiere decir, que los valores de autoridad y jerarquía que tradicionalmente han presidido las relaciones del gobierno con la sociedad deben dar paso, en un modelo de innovación social abierta, a los principios de colaboración y cooperación horizontal entre actores.
ETORKIZUNA ERAIKIZ: un modelo de gobernanza colaborativa.
Etorkizuna Eraikiz tiene el propósito de: 1) detectar colectivamente los retos futuros del territorio de Gipuzkoa; 2) diseñar una manera de afrontarlos; 3) experimentar con posibles respuestas en entornos reales y con la colaboración de distintos agentes, y 4) aplicar los resultados de su modelo al ecosistema de políticas públicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Etorkizuna Eraikiz nace de la idea de que la manera en que decidimos hacer frente a la magnitud de los retos demográficos, económicos, sociales y medioambientales sentará las bases para el modelo social y económico de nuestro territorio en el futuro. Es un modelo que parte de la escucha de las diferentes voces de la ciudadanía, implicando a diferentes actores sociales, organizaciones, empresas, asociaciones, universidades, e impulsando las estructuras necesarias para que interactúen de forma colaborativa. En definitiva, es un modelo que trabaja para encontrar nuevas respuestas, partiendo de los valores locales.
El programa se asienta sobre cuatro principios que dan sentido a todo su desarrollo posterior:
El liderazgo institucional | El programa es promovido y liderado por la Diputación Foral de Gipuzkoa (DFG) que actúa como el agente que propone y financia, además de participar activamente en su desarrollo. La DFG manifiesta su compromiso con el programa no solamente facilitando la articulación e interacción entre los distintos agentes, sino comprometiéndose a que los procesos deliberativos estén vinculados al desarrollo de las políticas públicas de la institución. Este compromiso institucional se expresa no solo en la vocación y el ejercicio de liderazgo, sino también en la capacidad transformacional del programa y en la apuesta por su sostenibilidad a medio y largo plazo.
Desarrollo humano| El programa se apoya en aquellas características del territorio que contribuyen a favorecer su desarrollo. Gipuzkoa es un territorio con un tejido asociativo denso, compuesto por comarcas muy dinámicas y avanzadas en lo que se refiere a recursos e infraestructuras socioeconómicas. Gipuzkoa es un territorio con mucha iniciativa social y cultura participativa. No es casualidad que sea el lugar de nacimiento del mayor grupo cooperativo del ámbito industrial en el mundo, Cooperativas de Mondragón y, también, de grupo Gureak, una empresa que da respuesta a los retos de la discapacidad.
Aprendizaje y experimentación| La idea de experimentación abierta sugiere la intervención de un conjunto amplio de agentes y agencias que dan sentido a los procesos de cooperación y dan también forma a los resultados que puedan obtenerse. Esta apertura requiere aprendizaje y capacidad de orientar, distribuir y expandir las experiencias colectivas. Por su naturaleza público-privada, la colaboración requiere de la interacción entre distintas culturas y experiencias organizativas. Esto deviene en un proceso de aprendizaje que debe superar barreras y convertir a la cooperación en una rutina. Esta forma de acción colectiva interpela permanentemente a la visión burocrática clásica donde la administración opera sobre un supuesto modelo funcional y racional de la sociedad. Hoy, la sociedad es más compleja y va transitando hacia modelos de interacción que apuestan por estructuras menos jerarquizadas y más cooperativas, con lo cual sería posible incorporar y experimentar con un nuevo paradigma de relaciones.
Democracia, confianza y valor público | El programa Etorkizuna Eraikiz plantea un modelo de gestión administrativa y gobernanza política capaz no solo de estimular, sino también de estabilizar. Esto implica, en primer lugar, construir una relación de cooperación y cercanía entre la ciudadanía, la sociedad organizada (asociaciones cívicas, organizaciones empresariales, tejido asociativo vinculado al tercer sector etc.) y las instituciones públicas que fortalecen la democracia y la confianza pública. En segundo lugar, implica producir resultados capaces de generar bienes públicos (tangibles e intangibles) y, por lo tanto, valor público. Por último, implica transformar la concepción, gestación y desarrollo de las políticas públicas.
El Laboratorio de Gastronomía Digital (LABe, por sus siglas en vasco) surgió a través del programa Etorkizuna Eraikiz.
La estructura de Etorkizuna Eraikiz
Etorkizuna Eraikiz se edifica sobre tres espacios fundamentales: 1) Gipuzkoa Taldean, 2) GipuzkoaLab y los centros de referencia de Etorkizuna Eraikiz.
1) Gipuzkoa Taldean| Gipuzkoa Taldean es un espacio para lograr una escucha activa de la sociedad. Tiene el objetivo de incidir en el ecosistema de las políticas públicas, tanto en los contenidos como en las formas y metodologías del desarrollo de la acción. Gipuzkoa Taldean está configurado por varios programas, uno de los más significativos es Etorkizuna Eraikiz Think Tank (Centro de pensamiento de Etorkizuna Eraikiz). Su misión, es cogenerar, a través de la gobernanza colaborativa, conocimiento transferible y aplicable que incida en una nueva agenda y cultura política de la Diputación Foral de Gipuzkoa. La metodología utilizada para el desarrollo cogenerativo, basada en la gobernanza colaborativa, es el de la investigación-acción. La investigación-acción es un estudio orientado a la resolución de algún problema o reto acordado entre los participantes en un proceso. En este proceso confluyen el conocimiento metodológico, el conocimiento basado en la experiencia y el conocimiento teórico. El Instituto Vasco de Competitividad-Orkestra se encarga de liderar la labor de facilitación y desarrollo metodológico de este centro de pensamiento.
El centro de pensamiento se articula a través de cuatro grupos de reflexión-acción, en los cuales participan también responsables políticos y técnicos de la Diputación Foral de Gipuzkoa, así como actores de la sociedad civil organizada en diversas materias. Estos cuatro grupos son: El trabajo del futuro, Recuperación verde, Los futuros del estado del bienestar y Nueva cultura política.
El centro de pensamiento completa su actividad con diversas actividades orientadas a la difusión de investigación en materias que tienen relación con la agenda política. Entre las muchas actividades destacaríamos el II Congreso Internacional de Etorkizuna Eraikiz y el Foro Etorkizuna Eraikiz , con el liderazgo compartido entre la Universidad del País Vasco-EHU-UPV y la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Gipuzkoa Taldean desarrolla otras actividades que fortalecen el proceso de escucha, deliberación y acción compartida con la sociedad. Por ejemplo, el programa Ekinez Ikasi desarrolla diversos proyectos de escucha activa a la sociedad y también a colectivos internos de la Diputación Foral de Gipuzkoa a través del proceso metodológico del action learning (aprender a través de la acción). En 2018 desarrolló un primer programa de action learning en el que participó el Gobierno de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Cada uno de los diputados llevó a cabo una actividad orientada a escuchar y, después, a implementar lo escuchado. Los diputados escucharon historias sobre distintos ámbitos, como infraestructura, promoción económica y políticas públicas de inclusión social, entre otros. A partir de esta experiencia, en los últimos años se ha desarrollado un programa para mejorar el nivel de comunicación entre responsables políticos y responsables técnicos.
Otros proyectos significativos Gipuzkoa Taldean son:
- El proyecto de presupuestos participativos| A través de este proyecto, la ciudadanía plantea sus prioridades a la hora de configurar el presupuesto de la institución. Todos los años la ciudadanía de Gipuzkoa tiene la oportunidad de realizar propuestas para desarrollar políticas públicas. La Diputación Foral de Gipuzkoa somete estas propuestas a votación entre los participantes y, posteriormente, se llevan a cabo los cinco proyectos más votados. Se invierte todos los años un millón de euros y participan cada año en torno a 7.000 personas.
-La convocatoria de proyectos de ciudadanía| A través de este proyecto, la ciudadanía plantea y desarrolla proyectos de innovación social. Por ejemplo, se han presentado proyectos cuyo objetivo es experimentar sobre procesos de transformación del modelo pedagógico en el sistema educativo vasco o proyectos cuyo objetivo es experimentar sobre la participación de los trabajadores en las empresas. Todos los años la Diputación Foral de Gipuzkoa invierte entre 600,000 y 700,000 euros en esta convocatoria. Han sido financiados 125 proyectos ciudadanos con la participación de más de 200 asociaciones, entidades sociales y económicas.
- UDAL Etorkizuna Eraikiz| En este programa, los 12 ayuntamientos del territorio de Gipuzkoa que están compartiendo con la Diputación Foral de Gipuzkoa comparten la experiencia de Etorkizuna Eraikiz. Es un proyecto liderado por el Instituto de Gobernanza Democrática.
- La Mesa de Partidos Políticos| En ella participan todos los partidos que tienen representación en el parlamento territorial para deliberar sobre la agenda política del futuro y adoptar decisiones de manera compartida.
- El Laboratorio de Desarrollo Territorial| En este Lab, participan los responsables del departamento de promoción económica de la Diputación Foral de Gipuzkoa y los responsables de las distintas agencias de desarrollo comarcal del territorio de Gipuzkoa. En un proceso facilitado por el Instituto Vasco de Competitividad, se desarrollan diversos proyectos que se llevan a cabo por parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa. El proyecto más relevante ha sido un decreto de ayudas económicas para impulsar proyectos en las empresas.
Todos estos programas muestran una importante estructura de deliberación compartida entre la Diputación Foral de Gipuzkoa y los actores institucionales, políticos y sociales del territorio.
- GipuzkoaLab
GipuzkoaLab es el espacio donde se desarrollan proyectos de experimentación activa que convocan a actores fundamentales: sociedad civil, universidades, administración pública y actores con capacidad de producción o generación de conocimiento a nivel internacional, con el objetivo de incorporar una nueva agenda política al desarrollo de las políticas públicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Más de cuarenta proyectos experimentan en temas diversos como: inteligencia artificial, participación de los/as trabajadores/as en la empresa, conciliación, exclusión social, diversidad, implicación comunitaria en el sistema de cuidados etc. La agenda 2030 y las misiones establecidas por parte de la Unión Europea o la estrategia RIS III de especialización inteligente del Gobierno Vasco, materializada en el Plan de Ciencia y Tecnología, constituyen los marcos de referencia para el establecimiento de la nueva agenda política y de los proyectos planteados.
Se considera como proyecto experimental cualquier iniciativa alineada con uno o varios ámbitos estratégicos de Etorkizuna Eraikiz, y que tenga como objetivo dar respuesta a uno o a varios retos. Los proyectos experimentales se desarrollan a partir de un partenariado interdisciplinar, los cuales están integrados por distintos agentes del territorio y por agentes externos al territorio que ejercen la función de contraste. Todos los proyectos están orientados a la experimentación práctica como mecanismo de transformación. La experimentación práctica tiene un enfoque triangular que se apoya en tres líneas transversales: investigación, internacionalización y difusión. Este enfoque triangular genera conocimiento y aprendizaje y se traduce en resultados aplicables. Los resultados de la experimentación son propuestas que están orientadas a tener una aplicación directa en las políticas públicas.
Existen, en la actualidad, muchos proyectos en marcha, pero, a modo de ejemplo, me gustaría destacar el proyecto de participación de los trabajadores en la empresa. En este proyecto experimental el objetivo era iniciar procesos de participación en experiencias piloto para extraer conclusiones e incorporarlas a las políticas públicas y aumentar tanto el número de personas trabajadoras participantes como de empresas que presenten modelos exitosos de participación. El proyecto se concretó en cinco grandes ámbitos: 1) puesta en práctica de procesos de participación en empresas; 2) análisis de los resultados de la puesta en práctica; 3) impulso a la colaboración de organizaciones del entorno de las empresas; 4) sensibilización y comunicación de la idea de participación, y 5) apoyo económico para procesos de participación.
Para el desarrollo de este proyecto experimental se activaron especialmente tres mecanismos. En primer lugar, mecanismos de apoyo económicos e incentivos a las empresas. En segundo lugar, herramientas gratuitas para el diagnóstico sobre la disposición a la participación de las personas trabajadoras. Y, en tercer lugar, visitas e intercambio de experiencias con regiones y personas expertas a nivel internacional.
En este proyecto experimental participaron 10 empresas y se involucraron 500 personas trabajadoras. El 100% de las empresas consideró que la experiencia había servido para aumentar el compromiso de las personas trabajadoras; el 60% de las empresas pusieron en marcha acciones de formación para impulsar una mayor participación. La mitad de las empresas pusieron en marcha iniciativas específicas para mejorar la transparencia, comunicación interna y el intercambio de información. Durante la experiencia más de 150 personas trabajadoras tuvieron la oportunidad de participar en decisiones operativas o estratégicas. A raíz de la experiencia la Diputación Foral de Gipuzkoa puso en marcha una nueva norma foral para incentivar la participación de las personas trabajadoras en la empresa.
Por su parte, en el Partenariado siempre tienen que estar representados cuatro tipos de agentes, de acuerdo con la siguiente composición:
-La universidad, a la que corresponde la tarea de investigación y de proporcionar el conocimiento necesario para, en primer lugar, guiar la experimentación y, en segundo lugar, sistematizar los resultados obtenidos en la misma.
-Un agente o red internacional, cuyo rol es asegurar el contraste con experiencias desarrolladas en otros lugares en los que se han abordado problemas similares, ya que las soluciones que han adoptado son referencia para la mejora del conocimiento, el aprendizaje, y las políticas públicas.
- Una o varias organizaciones de la red de agentes del territorio, las cuales se ocupan de hacer que el proceso de experimentación sea dinámico y activo, favoreciendo cauces de participación y colaborando, también, en la tarea de difusión.
-La Diputación Foral de Gipuzkoa, que participa en el proceso de experimentación, y además desempeña el rol de jefe del proyecto, aportando la gestión, los recursos y guiando la socialización y la comunicación.
El proceso de experimentación se lleva a cabo a través del sistema de investigación-acción, en el que destacan cuatro pasos fundamentales: diseño compartido de los objetivos; acuerdo sobre los contenidos y la metodología a desarrollar en el proceso de experimentación; el desarrollo de la investigación, y la evaluación del proceso y resultados. El objetivo de los proyectos de experimentación es aprender y extraer conclusiones en orden a incorporar mejoras en las políticas públicas.
Actualmente, se llevan a cabo muchos proyectos en el Lab, tales como: Adinkide, Bizilagun Sarea, Centro de apoyo al talento deportivo, Chatbot, Compromiso ciudadano por el clima, Conciliación e igualdad, ELKAR-EKIN ianean, La participación de los trabajadores en las empresas, Educación afectivo-sexual, Emakumeen etxeak, Etxean bizi, Gazteon sarelan, Gipuzkoa CITYGML, Impulso de las mujeres en los consejos de administración de las empresas etc. Entre estos, destacan dos:
- Pasaia Herrilab. Es un proyecto experimental cuyo objetivo es explorar nuevas formas de respuesta integral a la dependencia de personas mayores. Para ello, se integran en un mismo proceso todas las instituciones públicas (Ayuntamiento de Pasaia, La Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco), empresas que trabajan en el sector, asociaciones de personas mayores y ADINBERRI (el Centro de Referencia para Impulsar el Envejecimiento Activo). El objetivo del proyecto es pensar en un nuevo modelo de cuidados para las personas mayores. El período de desarrollo del proyecto es 2019-2023.
Este proyecto experimental se ofrece a las personas mayores que vivan solas, a través de su médico o enfermera del ambulatorio o de los propios servicios sociales del Ayuntamiento. El objetivo es acercar a su hogar todo el abanico de servicios y cuidados que pueda necesitar (sanitarios, sociales, relacionales, con especial énfasis en el refuerzo de los vínculos sociales). La integración de los servicios sociales, sanitarios y comunitarios en un único ecosistema ha permitido prevenir y detectar la fragilidad entre las personas mayores, así como retrasar situaciones de dependencia. Este proyecto demuestra que la colaboración comunitaria incide de manera clara en la prevención y en el retraso de la dependencia de las personas mayores.
-Bizilagun sarea (Red de vecinos). Es un proyecto de experimentación para la creación de redes de solidaridad entre ciudadanos y vecinos con el objetivo de facilitar la detección de situaciones de vulnerabilidad y fragilidad en personas mayores. En Gipuzkoa, el desarrollo de los servicios sociales siempre ha estado ligado a las organizaciones sin fines de lucro y al voluntariado, por lo que este es un modelo guipuzcoano de servicios sociales, definido por la estrecha colaboración entre el sector público y el tercer sector. Con el objetivo de garantizar la continuidad de este modelo y extenderlo a más personas voluntarias, se han desarrollado cinco experiencias piloto en cuatro comarcas del territorio, las cuales intentan promover nuevas fórmulas de solidaridad y voluntariado de proximidad tanto con personas mayores como con personas en riesgo de exclusión o del ámbito rural.
El proyecto nos ha permitido concluir que la activación y sostenibilidad comunitaria constituye una aportación indudable para la respuesta de determinadas necesidades de naturaleza social, pero también que, si los proyectos no cuentan con recursos para ello, su continuidad no está asegurada.
El desarrollo de estos proyectos muestra que GipuzkoaLab está siendo un espacio muy importante para ir configurando relaciones de confianza entre diversos actores, un factor de aceleración y experimentación de contenidos avanzados y una fuente de aprendizaje para vincular los resultados de la experimentación con las políticas públicas.
Los centros de referencia son espacios de trabajo público-privado-sociales cuya función es fortalecer determinados sectores de naturaleza estratégica para el futuro del territorio. La forma jurídica que adoptan estos espacios es la de una fundación sin fines de lucro, pero también la del consorcio u otro tipo de estructuras institucionales que se insertan en organizaciones más amplías a través de convenios. Al gozar de cierta independencia de las fórmulas jurídicas, los centros de referencia son formas de institucionalizar la gobernanza colaborativa.
El punto de partida de los centros de referencia se sitúa en la fortaleza de la sociedad Gipuzkoana al abordar los retos estratégicos de su territorio. El gobierno vasco, a través de la estrategia de especialización inteligente RIS III, establece las líneas fundamentales en las que es necesario apostar para construir el futuro de Euskadi y de Gipuzkoa. Si Europa quiere ser competitiva frente a sus competidores, tienen que serlo en sus regiones. Para ello, cada una debe focalizarse en sus ventajas comparativas y competitivas.
En definitiva, cada región tiene que especializarse en los ámbitos de la economía del conocimiento en los que pueda competir globalmente. Este es el fundamento de la Regional Innovation Smart Specialization Strategy o RIS3. La Diputación Foral de Gipuzkoa decide apostar, en coherencia con la estrategia RIS III, por el fortalecimiento de determinados sectores, teniendo en cuenta las condiciones y potencialidades ya existentes en el territorio.
A partir de esta línea de trabajo se han creado los siguientes centros de referencia: MUBIL (para fortalecer el sector de la movilidad eléctrica), ADINBERRI (que busca impulsar el envejecimiento activo), BADALAB (para el impulso del uso de la lengua vasca, el euskera), NATURKLIMA (para fortalecer la lucha contra el cambio climático), LABE (para impulsar el sector de la gastronomía a través de la digitalización), ARANTZAZULAB (con el propósito de impulsar la innovación social y la gobernanza colaborativa en el territorio), ZIUR (para impulsar la ciberseguridad en las empresas), ELKARREKIN-LANEAN (para impulsar la inclusión social), 2DEO (para impulsar la producción de contenidos audiovisuales en euskera).
El MUBIL (Centro de Nueva Movilidad) se creó en el programa Etorkizuna Eraikiz. Su edificio sede está situado en el municipio de Tolosa, País Vasco.
En todos estos centros se institucionaliza, de una forma u otra, la gobernanza colaborativa entre la Diputación Foral de Gipuzkoa y las organizaciones que representan a cada sector. Por ejemplo, BADALAB es jurídicamente un consorcio dónde se toman las decisiones de manera colegiada y en el que participan las instituciones públicas (La Diputación Foral de Gipuzkoa, El Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Rentería), instituciones sociales (Radio Televisión Pública Vasca, La Real Academia de la Lengua Vasca) y organizaciones de iniciativa social a favor de la lengua vasca o el euskera (Topagunea o Kontseilua). La financiación en este caso es 100% de las instituciones públicas mientras que la decisión es compartida.
Otro ejemplo interesante es el de ARANTZAZULAB; este centro es parte de una fundación llamada ARANTZAZU GAUR en el que participan la Diputación Foral de Gipuzkoa, KUTXABANK, la Corporación Mondragón y la orden de los Franciscanos del Santuario de Arantzazu. La financiación del centro es compartida y los procesos de decisión también.
Gobernanza colaborativa para la innovación social
La experiencia vivida a través de Etorkizuna Eraikiz nos demuestra que es importante vincular a los sistemas de gobernanza colaborativa con la innovación social. Planteamos la necesidad de una gobernanza colaborativa como una alternativa a la crisis de la democracia liberal, para implicar a la sociedad en la deliberación y así desarrollar nuevos espacios de creación, deliberación y acción. Es decir, necesitamos una nueva gobernanza para formular nuevas preguntas y buscar nuevas respuestas y de esa forma dar satisfacción a las nuevas demandas ciudadanas. Es necesario superar una visión jerarquizada y funcionalista de la administración pública para dar paso a un modo de gobernanza en el que fluya la colaboración, la creatividad y la innovación social en red para buscar nuevas respuestas a las necesidades planteadas.
Tal y como lo muestra el ejemplo de Etorkizuna Eraikiz, la gobernanza colaborativa impulsa la cooperación entre diversos agentes, una cooperación orientada a la deliberación y a la acción para impulsar y desarrollar diversas políticas públicas. Al mismo tiempo, la gobernanza colaborativa está íntimamente ligada a la innovación social, porque la gobernanza colaborativa establece una colaboración entre diferentes grupos, lleva a cocrear y a acordar hojas de ruta para la acción.
La metodología que utiliza Etorkizuna Eraikiz para el desarrollo de la gobernanza colaborativa es el de la investigación-acción, que consiste en desarrollar las cuatro fases del proyecto (establecimiento de objetivos, diseño de proyecto, ejecución y evaluación) de forma compartida. De esta manera, el conocimiento generado en una fase condiciona la siguiente y el desarrollo de la acción de cada fase condiciona, a su vez, la generación de conocimiento compartido.
Hay muchas actividades, iniciativas y también estructuras que, aunque tomen denominaciones muy distintas, todas ellas guardan relación con lo que hoy día se denomina gobernanza. Estas distintas lógicas de actuación suelen cristalizarse en redes, movimientos, movilizaciones temáticas, agencias, etc. Todas ellas tienen en común la existencia de acciones dirigidas por objetivos (acciones con arreglo a fines) y el estar sujetas a un proceso de toma de decisiones (con arreglo a principios no jerárquicos).
Esta idea de gobernanza, donde las acciones son dirigidas por objetivos y sujetas a procesos de tomas de decisiones no regidos por la jerarquía, ha captado la atención de las administraciones públicas cuando establecen relaciones de cooperación de carácter estable o semiestable con otras organizaciones o con ciudadanos particulares. La gobernanza está guiada por el afán de convertir a los participantes dentro de esta relación (sea cual fuere el objetivo que la provoca y le da sentido) en actores capaces de organizarse, aprender y decidir colectivamente sobre una cuestión determinada o un fin concreto.
Los llamados procesos de cocreación, coproducción y codecisión son expresiones de los principios de participación y de cooperación; fortalecen la imagen de una visión y de una decisión común. La visión y la decisión común son entonces el resultado de relaciones que toman cuerpo en contextos en los que distintos agentes participan de manera no jerárquica en acciones dirigidas por objetivos.
Adicionalmente, la existencia de contextos estables que favorecen la concurrencia de distintos participantes relacionándose de forma cooperativa fortalece los lazos y los vínculos entre los actores. Si tenemos en cuenta que tales actores participan y cooperan en virtud de sus distintas adscripciones (administración, empresa privada, organizaciones no gubernamentales, asociaciones ciudadanas etc.), en esta práctica se da también una relación de mayor proximidad entre la ciudadana y los representantes políticos, incluso en los casos donde las acciones y las decisiones se encuadran en un manifiesto conflicto de intereses.
Compartir el poder democrático
Compartir el poder se ha convertido en una corriente fuerte en la institucionalización de la sociedad en las democracias avanzadas, pero aún queda un largo camino que recorrer en las instituciones públicas. La gobernanza colaborativa implica cuestionar al actual sistema público y, por tanto, el desarrollo de una iniciativa como Etorkizuna Eraikiz encuentra resistencias, ya que implica alejarse del sistema burocrático y articular nuevos espacios, situándonos en una nueva forma de hacer política. Cuanto más se profundice en la implementación del modelo, el camino se tornará más problemático y enmarañado. La gobernanza colaborativa es una interpelación al poder clásico y en el futuro conllevará conflicto, enfados, reflexiones, y complejidad.
Pero si una sociedad ambiciona el reempoderamiento del sistema democrático para hacer frente a la crisis de la democracia liberal, se hace imprescindible crear nuevos espacios deliberativos y profundizar en la democracia a través de ellos. En esa construcción futura, un modelo como Etorkizuna Eraikiz debe fomentar la propia reflexividad, y cuestionarse e interpelarse con preguntas tales como: ¿quiénes participan y quiénes deberían participar? Ese cuestionamiento, se convertirá en impulsor de una constante profundización en la gobernanza colaborativa.
La colaboración y la intermediación entre la esfera pública y otros ámbitos de la vida social es cada vez más necesaria frente a los retos del siglo XXI. Esto se materializa en pequeños avances y retrocesos que conllevan decisiones políticas. De qué forma participamos, en qué se concreta está participación y cómo se valoran estas contribuciones son aspectos que debemos considerar a la hora de analizar y valorar las iniciativas de gobernanza colaborativa.
Autores originales:
- Xabier Barandiaran, profesor titular de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto. Es asesor del Diputado General de Gipuzkoa y el responsable de Etorkizuna Eraikiz.
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review en Español #5.
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