Cómo rehabilitar el río más grande del mundo, mientras aprovechas los desechos para activar la economía local.
Noventa y seis millones de egipcios viven a lo largo del río Nilo y dependen de este para obtener agua dulce, pescar, transportarse y como espacio turístico. Pero la salud del río está cada vez más amenazada por el cambio climático y los contaminantes, ninguno más omnipresente que el plástico.
Con el doble objetivo de proteger la vital vía fluvial y apoyar a las comunidades que dependen de ella, la organización VeryNile, con sede en El Cairo y dirigida por jóvenes, se ha asociado con pescadores y artesanos para recoger, reciclar y reutilizar residuos plásticos.
Mostafa Habib, uno de los fundadores de la organización, se inspiró para abordar el problema del plástico después de hablar con su abuela en el Alto Egipto. Allí, ciudades como Luxor y Asuán son tan famosas por sus resplandecientes riberas azules como por sus antiguos templos egipcios. El río recoge desechos plásticos a su paso por el norte de Egipto, un país que usa aproximadamente 12 mil millones de bolsas de plástico no reciclables al año y cuyos servicios organizados de recolección de residuos son limitados. “La gente trata el río como si fuera un lugar para tirar la basura”, dice Habib. “Mi abuela siempre me pregunta si el Nilo [en El Cairo] seguirá sucio la próxima vez que lo visite.
Habib fundó VeryNile con Khadija Hafez en 2018 para atacar el problema del plástico. Sus primeros proyectos fueron eventos de limpieza de playas. En 2019, comenzó a trabajar con pescadores para la limpieza en el agua. Cuando el reunirse para las limpiezas se volvió menos seguro tras el brote de COVID-19, la organización comprometió más recursos para aumentar su asociación con los pescadores.
VeryNile también lanzó su iniciativa de upcycling en 2020. La organización tiene su sede en la isla Qursaya de El Cairo, y muchos de los miembros de su equipo proceden de ahí, donde generaciones de pescadores y agricultores han establecido sus hogares en barrios informales y semiautónomos.
Trabajar con las comunidades pesqueras locales fue una opción práctica para VeryNile, y la asociación ha ayudado a la población local. “Ellos son los más afectados por los desechos en el agua”, dice Habib. “Necesitan apoyo porque la cantidad de peces que capturan ha disminuido”.
En un día normal de pesca, un pescador del Nilo gana entre 50 y 150 libras egipcias (entre 3.18 y 9.55 dólares). VeryNile paga a los pescadores 11 libras egipcias (0.70 dólares) por kilo de basura que recogen, lo que hace que sus ingresos sean menos vulnerables a los cambios en la demanda o el acceso al pescado.
VeryNile también se ha beneficiado de la asociación, ya que los pescadores locales tienen un vasto conocimiento del río, así como las habilidades y herramientas para una limpieza eficaz. La organización ahora trabaja con un equipo de 45 pescadores que recuperan diariamente unos 100 kilos (220 libras) de residuos plásticos del agua. Desde su puesta en marcha, el equipo ha recogido más de 55 toneladas métricas de basura.
El financiamiento para el trabajo de VeryNile proviene de grupos afines, como el Ministerio del Medio Ambiente egipcio, la fundación suiza sin fines de lucro Drosos, y la organización ambientalista One Earth One Ocean (Un planeta un océano), que apoya a VeryNile desde 2019. “Tenemos la misma visión”, dice Günther Bonin, fundador de One Earth One Ocean. “Es fácil trabajar con otras ONG cuando tenemos los mismos objetivos”, añade.
A principios de este año, One Earth One Ocean donó un barco de limpieza, uno de los mayores activos de VeryNile y el primer barco de este tipo desplegado en África. El barco de limpieza puede recoger hasta 500 kilogramos (1,100 libras) de residuos sólidos a la semana a través de una canasta metálica en su proa.
Una vez en tierra, el plástico recolectado se clasifica y se transporta a una agencia de reciclaje o a la sede de VeryNile, donde se encuentra su programa de upcycling. El upcycling es el proceso de convertir los desechos en nuevos productos de mayor valor, y en VeryNile, seis artesanas y dos expertos técnicos crean productos como canastas, bolsas de mano y fundas para laptops a partir de la basura extraída del río.
VeryNile vende sus productos reciclados directamente a los consumidores, al por mayor y a través de colaboraciones con empresas como Drowzy, una marca de estilo de vida con sede en El Cairo. VeryNile y Drowzy colaboraron por primera vez en una colección de accesorios para el hogar lanzada para el Día de la Madre en Egipto, en marzo de 2021. Para Drowzy, asociarse con VeryNile fue una forma de apoyar a las comunidades locales y llegar a consumidores con conciencia social y ambiental.
Según Alaa Khalil, el director general de Drowzy, se alentó a los artesanos de VeryNile a dirigir el proceso de diseño y a mostrar sus habilidades a lo largo de la colaboración. “Realmente creemos en empoderar a cada persona en el proceso”, menciona Khalil. Él cree que este entorno de colaboración es lo que hizo que los productos resultantes fueran tan únicos y exitosos e inspiró una relación comercial duradera.
Para VeryNile, el crecer su programa de upcycling también es parte de hacer que la organización sea más autosuficiente. Sus esfuerzos en favor de la sostenibilidad incluyen también ambiciosas campañas de concientización y organización comunitaria, como un esfuerzo continuo para prohibir las bolsas de plástico de un solo uso en Zamalek, un rico barrio de la isla en el centro de El Cairo. En el futuro, dice Habib, la organización seguirá buscando nuevas formas creativas de resolver la contaminación por plásticos y apoyar a las comunidades locales mientras fomenta sus relaciones actuales.
Quizá el aspecto más prometedor de VeryNile sea el impacto de su modelo, relativamente sencillo y replicable. “Estamos abordando problemas tanto sociales como medioambientales”, dice Habib, que “se pueden hacer en cualquier lugar”.
Autores originales:
- Marianne Dhenin (@mariannedhe) es una escritora que cubre la justicia social y medioambiental, política y el Medio Oriente.
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- Traducción del artículo Cleaning Up the Nile por Leticia Neria.
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