Los satélites pueden reestructurar la información sobre normas ambientales, sociales y de gobernanza.
Imagina una tecnología que pudiera ver la Tierra entera desde arriba en tiempo real e identificar patrones con la misma precisión que el analista humano promedio. ¿Qué efecto tendría esta tecnología panóptica en el sector financiero mundial?
Varios productos financieros nuevos serían posibles y los agentes con acceso desigual obtendrían ventajas comparativas. Pero si un número suficiente de agentes tuviera acceso, el mercado podría percibir efectos negativos de la actividad económica hasta entonces inadvertidos (externalidades), así como acercar los precios de mercado a la contabilidad social, que recoge el verdadero valor de la producción y el consumo.
La tecnología que hemos descrito no es una fantasía. De hecho, ya casi está aquí. Las imágenes diarias por satélite de alta resolución ya están disponibles comercialmente, y la interpretación automática a través de machine learning y la IA se está expandiendo con rapidez.
Sin embargo, incluso la visión panóptica tiene sus límites; un ejemplo son las lagunas espaciotemporales, causadas por la nubosidad, en el registro de datos ópticos. Un gran número de los valores que preocupan a los inversores, como los resultados sociales, no pueden verse desde arriba, aunque pueden dejar señales físicas que permitan una medición indirecta. Los fenómenos no físicos incluyen las relaciones entre las personas que organizan la actividad económica como la tenencia de la tierra y los acuerdos comerciales. Sin un mapa de estas relaciones, la mera observación de las externalidades no produce información procesable. También, para los resultados, es importante considerar la forma de resumir y presentar el abrumador flujo de datos a los responsables de la toma de decisiones financieras.
Para hacer realidad el potencial de las finanzas espaciales, debemos comprender cómo las transformaciones radicales en nuestra capacidad para vigilar la Tierra desde el espacio pueden traducirse en un impacto a través del sistema financiero mundial. El progreso tecnológico está mejorando nuestra capacidad para identificar externalidades mediante datos de observación de la Tierra, pero su aplicación a las finanzas apenas está empezando.
Pese a la existencia de una industria consolidada en el suministro de datos de observación de la Tierra como una inteligencia empresarial, el potencial de los sensores de la generación actual para medir el rendimiento de las empresas, en relación con los objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), sigue sin aprovecharse en gran medida. La mayoría de los valores ambientales (aunque no todos) generan señales físicas directamente observables en los datos de observación terrestre, mientras que pocos valores sociales y de gobernanza (pero no ninguno) lo hacen. Los valores ambientales emergentes, ya sean la biodiversidad o la resistencia de los ecosistemas, solo pueden controlarse indirectamente. La interpretación de imágenes y la creación de modelos necesarios son costosos y limitan la precisión de las mediciones.
Financiamiento espacial
La capacidad de los sensores espaciales para identificar valores sociales y de gobernanza es más limitada. Algunos valores sociales tienen señales físicas y pueden medirse por aproximación; por ejemplo, la categorización del material de los tejados para medir la prosperidad de los hogares. Otros pueden inferirse al combinar capas de datos: la proximidad de las viviendas por estratos de ingresos a activos contaminantes. Comparar los compromisos y las acciones de las empresas con el registro de datos de la observación de la Tierra puede ayudar a inferir la calidad de la gobernanza.
Para que las externalidades identificadas afecten a los precios, deben atribuirse a la actividad financiera mundial. No existe ningún sustituto tecnológico de las fuentes de datos tradicionales (registros fiscales o aduaneros) a fin de rastrear los complejos vínculos por los que el sector financiero respalda actividades perjudiciales, se expone a riesgos de transición relacionados e invierte en sostenibilidad. La divulgación voluntaria de información por parte de las empresas no puede colmar esta laguna, ya que mientras los líderes de alto rendimiento se benefician de la divulgación de información, que los distingue de la competencia, los rezagados no lo hacen. El aprendizaje automático puede utilizarse para cartografiar activos físicos en el registro de datos de la observación de la Tierra (explotaciones agrícolas e infraestructuras), pero los datos tradicionales siguen siendo necesarios para vincular estos activos a instituciones financieras; por ejemplo, carteras de inversión. Los métodos computacionales pueden combinar flujos de datos para cubrir las lagunas existentes en el registro de la cadena de suministro. Sin embargo, en última instancia, el éxito depende de la disponibilidad de datos y, por lo tanto, de la creación de relaciones y el descubrimiento de datos tradicionales.
A fin de que los datos sobre la observación de la Tierra tengan la máxima repercusión, las empresas deben verse obligadas a aportar sus propios informes. Los marcos y normas internacionales para la elaboración de informes de sostenibilidad siguen siendo voluntarios en gran medida, pero esta norma puede cambiar. En 2021, los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países del Grupo de los Siete (G7) se comprometieron a “avanzar hacia la divulgación obligatoria de información financiera relacionada con el clima”. Asimismo, la Unión Europea (UE) adoptó recientemente la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (Corporate Sustainability Reporting Directive), que exigirá a una amplia gama de empresas cotizadas, las cuales hacen negocios en la UE, la divulgación de los impactos ASG.
Para los elementos de las carteras financieras que no se ven afectados por la información sobre ASG, la atribución de externalidades se basa en agregados; por ejemplo, estadísticas comerciales a nivel nacional, cuotas de producción o mezclas de energía. Esta atribución general pierde el poder de la identificación de alta resolución y puede producir resultados perversos. Reducir la exposición a los impactos ASG es fácil para los inversionistas con un alcance global. Mientras tanto, las empresas de alto rendimiento en jurisdicciones de bajo rendimiento (en promedio), como muchos países en desarrollo, pueden encontrarse aisladas de las mismas fuentes de financiamiento basadas en valores que podrían impulsar el desarrollo sostenible.
Los usuarios financieros de los productos de datos de observación de la Tierra suelen sobrestimar la importancia de la resolución espacial.
En última instancia, la información que llega a los responsables de la toma de decisiones financieras es lo que altera el comportamiento y, por tanto, los precios. El enorme volumen de datos asociados a la actividad económica de toda la cartera garantiza que las decisiones sobre qué información comunicar (y cómo) tengan implicaciones de gran alcance.
Los proveedores de calificaciones ASG desempeñan esta función de comunicación indispensable; sin embargo, es posible que las calificaciones no proporcionen la información que los agentes financieros necesitan para priorizar las actividades sostenibles y evaluar la exposición. Las diferencias en las métricas (patentadas) producen marcadas divergencias en la sostenibilidad comunicada, así como los indicadores se seleccionan para maximizar la participación en lugar del rigor científico. En la práctica, los indicadores suelen medir los procesos corporativos (por ejemplo, la divulgación de información) en lugar de los impactos ASG sobre el terreno. La agregación, la propagación de errores y el sesgo de selección presentan otras complicaciones.
Prioridades políticas
Los datos sobre la observación de la Tierra pueden reforzar las palancas financieras para impulsar la sostenibilidad económica mediante la atribución de costos, el ajuste de precios y la redistribución de capital, pero se necesitan enfoques paralelos para maximizar el impacto. Los bancos comerciales, por ejemplo, necesitan métricas ASG fiables y escalables que comuniquen la alineación de valores a los inversores minoristas, mientras que los bancos de inversión pueden emplear un conjunto más amplio de productos especializados basados en la observación de la Tierra. Los bancos centrales necesitan capas de datos de toda la economía para la modelización macroeconómica, las evaluaciones del riesgo y la estabilidad financiera, incluidos valores como el almacenamiento de carbono o la pérdida de biodiversidad. El uso de datos de la observación de la Tierra para satisfacer estas necesidades puede ayudar a identificar riesgos, reorientar la inversión, modificar los costos de capital (por ejemplo, las condiciones de emisión de deuda) y respaldar nuevos instrumentos financieros (productos vinculados al rendimiento) que aporten capital para hacer frente a los retos de la sostenibilidad.
A modo de conclusión, ofrecemos las siguientes recomendaciones para aprovechar el potencial de las finanzas espaciales. En primer lugar, la escasa incorporación de datos de observación de la Tierra en los marcos de información de ASG demuestra la necesidad de reforzar las conexiones interdisciplinarias entre las finanzas y la teledetección. Los marcos normativos voluntarios y obligatorios existentes deben revisarse, y crearse otros nuevos, para que sean compatibles con los flujos de datos de observación de la Tierra emergentes como la identificación y el seguimiento de activos basados en objetos. Con el propósito de garantizar aún más la compatibilidad futura, deben exigirse coordenadas geoespaciales para todos los activos y legibilidad mecánica en los marcos de divulgación. Los principales esfuerzos, como la Directiva de la UE sobre informes de sostenibilidad corporativa, deberían incluir ahora estos requisitos en sus directrices.
Para los responsables de formular políticas, es importante crear las condiciones de colaboración. Iniciativas como la Estrategia Espacial Nacional del Reino Unido (United Kingdom’s National Space Strategy) desempeñan un papel fundamental en el fomento del intercambio interdisciplinario y la alfabetización compartida. Por ejemplo, los científicos reconocen que la calidad de los datos de observación de la Tierra es importante para los productos financieros relacionados con la sostenibilidad, pero desconocen en gran medida el papel que desempeña el aumento de la frecuencia temporal en las finanzas. En cambio, los usuarios financieros de los productos de datos de observación de la Tierra suelen sobrestimar la importancia de la resolución espacial. Al final, las competencias compartidas también ayudan a evitar errores como pasar por alto las limitaciones de los datos.
En segundo lugar, la escasa disponibilidad de datos atribucionales está obstaculizando actualmente la capacidad de los datos de la observación de la Tierra para crear ajustes de precios dentro del sistema financiero. Este reto no puede ser superado únicamente por el sector privado, debido a que muchos agentes económicos no se benefician de una mayor divulgación. Los esfuerzos por imponer la divulgación a través de la regulación financiera y las autoridades supervisoras son un avance importante, pero solo han tenido éxito en algunas jurisdicciones y todavía no afectan a las empresas que no cotizan en bolsa ni a las pequeñas o medianas empresas. Tras décadas de rápidos avances en la observación desde el espacio y el reconocimiento automático de patrones, la calidad y disponibilidad de los datos económicos tradicionales se ha convertido, posiblemente, en el factor limitante de la transformación financiera impulsada por la rendición de cuentas.
Resolver el reto de la atribución no es fácil, pero la atención centrada en iniciativas de alto perfil sobre sostenibilidad corporativa y financiera puede ayudar. Tomemos, por ejemplo, la Alianza de Propietarios de Activos Neto Cero [Net-Zero Asset Owner Alliance], convocada por la ONU, o la Red para la Ecologización del Sistema Financiero [Network for Greening the Financial System]. Allí donde las estadísticas económicas básicas son inaccesibles, los líderes empresariales deben esforzarse por crear normas de transparencia y divulgación que revelen las cadenas de suministro mundiales. Sería un avance importante financiar y formar a los institutos nacionales de estadística, dentro de los países menos desarrollados económicamente, para que puedan elaborar mapas subnacionales de los lugares de producción. También, a fin de incentivar la divulgación voluntaria, se puede hacer más al conectar a las empresas líderes con fuentes de financiación basadas en valores.
Un último conjunto de cuestiones se refiere a la equidad y la privacidad. La capacidad de convertir los datos en información procesable no está distribuida uniformemente. No debe darse por supuesta la legitimidad de un mayor uso de los datos de la observación de la Tierra para la supervisión y evaluación en el sistema financiero mundial. Los desarrolladores deben anticiparse proactivamente a las repercusiones e invitar a participar a los agentes económicos marginados. Este esfuerzo es apremiante dado el creciente liderazgo del sector privado en el espacio.
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Autores originales:
- Ben Filewod es profesor adjunto de investigación en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres.
- Murray Collins es director general y cofundador de Space Intelligence.
- Simon Dikau es becario de investigación de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres. Además, es director de investigación de INSPIRE.
- Alexis Moyer es responsable de desarrollo empresarial en Space Intelligence.
- Luca Taschini es profesor y director de Financiamiento Climático en la Escuela de Negocios de la Universidad de Edimburgo.
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición verano 2023.
- Traducción del artículo The God’s-Eye View of ESG por Ángela Mariscal
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