Nuestra investigación acerca de los reportes de sostenibilidad en algunas de las empresas más grandes del mundo reveló engaño, ofuscación y distracción. El personal directivo y las prácticas de auditoría y aseguramiento deben hacer un mejor trabajo.
La sostenibilidad ha escalado rápidamente en los planes de las empresas. Un creciente número de grupos de interés, incluyendo a accionistas, concuerdan en que los temas de sostenibilidad representan, potencialmente,
graves riesgos a los negocios y, por lo tanto, requieren de una gestión efectiva. Problemas mundiales como la crisis climática, pandemias y conflictos geopolíticos como la guerra en Ucrania aceleran aún más estos planes al exponer las vulnerabilidades en las cadenas de suministro y resaltar la necesidad de una mayor resiliencia.
Pero el aumento en la gestión de sostenibilidad también ha impulsado un aumento en las preocupaciones sobre la calidad y confianza de la información ambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) que las empresas reúnen y reportan. Los grupos de interés quieren saber que a las empresas les importa la sostenibilidad lo suficiente para asegurar transparencia y precisión. En respuesta, se ha elevado la exigencia de un aseguramiento independiente, a través de evaluaciones externas que brinden credibilidad a los datos de sostenibilidad de las empresas. Esto ha abierto el camino para un mercado grande y lucrativo de auditoría de información relacionada con la sostenibilidad.
Aunque las expectativas son altas, es poco lo que sabemos sobre la efectividad de las prácticas actuales de las auditorías de sostenibilidad. Para atender esta clara escasez de conocimiento, nos unimos para formar un flujo de investigación dentro de la Oxford
Rethinking Performance Initiative (ORP, Iniciativa de Oxford para Reconsiderar el Rendimiento). Fundada en 2020 como parte de la Saïd Business School en la Universidad de Oxford, la ORP es un consorcio de investigación enfocado en el desarrollo de una medición de rendimiento más holística.
A principios de 2021, iniciamos un gran estudio sobre las prácticas de aseguramiento de sostenibilidad de las cien empresas que figuran en el índice del Financial Times Stock Exchange (FTSE, Bolsa de Valores del Financial Times) en 2020 y 2021. Nuestro proyecto comenzó a inicios de 2021 y reunimos datos de los reportes de sostenibilidad más recientes disponibles en los sitios de internet de las empresas. Todos los reportes que analizamos de las compañías FTSE 100 fueron elaborados en 2020 o 2021, y tendían a coincidir con el fin del año fiscal de la empresa. Con base en estos reportes de dominio público, recopilamos y examinamos un conjunto integral de información auditada y reportada de dichas compañías. Publicamos los primeros resultados del estudio en un documento de trabajo disponible en la Social Science Research Network (Red de Investigación de Ciencias Sociales), y actualmente estamos trabajando en un segundo estudio que presenta una visión comparativa a nivel internacional.
Nunca nos imaginamos que nuestros amplios esfuerzos de recolección de datos durante 2021 revelarían deficiencias alarmantes en la medición, reportes, auditorías y aseguramiento. A pesar de las declaraciones audaces de las compañías con respecto a sus compromisos y valores en materia de ESG, sus prácticas se quedaban cortas. Mientras que las grandes empresas luchan para establecerse como líderes en este ámbito y utilizan retórica jactanciosa y ambiciosa, sus reportes son a menudo ambiguos o crípticos, y el aseguramiento correspondiente, muy débil. Probablemente se requieran más incentivos, combinados con una regulación más fuerte, para que las empresas respalden sus declaraciones de ESG con reportes creíbles y un aseguramiento robusto.
El beneficio de la duda
Las auditorías y el aseguramiento tienen un rol vital en el desarrollo de confianza y responsabilidad corporativa. Las auditorías financieras pretenden proporcionar un aseguramiento razonable de que los estados financieros no presentan errores materiales. La mayoría de las jurisdicciones requieren, legalmente, dicho aseguramiento para los reportes financieros. En contraste, la auditoría y aseguramiento de información no financiera no es, típicamente, obligatoria. Pero el mercado de aseguramiento financiero ha crecido firmemente a lo largo de los últimos años, al punto de que hoy atiende a nivel mundial a más de la mitad de las compañías, según datos de la Internacional Federation of Accountants (Federación Internacional de Contadores). 1
Esta tendencia se debe en particular al aumento de presión regulatoria y de inversionistas. En 2019, por ejemplo, una encuesta de McKinsey reportó que 97% de los inversionistas cuestionados opinó que la información de sostenibilidad debe ser asegurada, y en enero de 2022, Aviva Investors comunicó a 1,500 empresas en 30 países que ahora espera de todas ellas auditorías externas como parte de sus reportes climáticos. Por el lado regulatorio, la nueva European
Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD, Directriz sobre Reportes de Sostenibilidad Corporativa en Europa), que entra en vigor en 2023, requerirá explícitamente el aseguramiento de la información de sostenibilidad.
¿Quién, entonces, cosecha los beneficios de este mercado creciente? En el Reino Unido, alrededor de la mitad de las auditorías de sostenibilidad son realizadas por las empresas de contabilidad conocidas como las Cuatro Grandes (Deloitte, Pricewaterhouse-Coopers, KPMG y Ernst &Young), mientras que el resto son hechas por consultoras especializadas en sostenibilidad o en el medioambiente (por ejemplo, Bureau Veritas, Corporate Citizenship, Carbon Trust). A nivel mundial, las Cuatro Grandes brindan servicios a más de 60% del mercado.
Cuando comenzamos a profundizar en la información pública sobre el aseguramiento de sostenibilidad, con el fin recolectar información detallada de los reportes de 2020 y 2021, observamos una narrativa de promesas ambiciosas. Las firmas de las Cuatro Grandes, como KPMG, admiten que sus servicios “ayudan a infundir confianza en las decisiones importantes que la dirección toma a nombre de la organización”. Por otro lado, PwC asegura que “añade credibilidad a la información publicada”. Bureau Veritas, una compañía francesa especializada en inspecciones y certificaciones, ofrece auditorías de sostenibilidad y promete que puede “salvaguardar la reputación de [una] compañía”.
Lo que encontramos en nuestras investigaciones desmiente estas afirmaciones. Nuestra excavación de reportes corporativos y sitios web en busca de informes de aseguramiento revelaron poca evidencia de su buena fe. De hecho, nos resultó extremadamente difícil encontrar, simplemente, los informes de aseguramiento. Y no se diga lo complicado que fue comprender lo que ellos consideraban un reporte de sostenibilidad. De las 73 empresas indizadas en el FTSE 100 que buscaron un aseguramiento en 2020 y 2021, registramos diez diferentes sinónimos para el concepto de reporte de sostenibilidad, y encontramos que los informes de aseguramiento eran puestos en dieciséis ubicaciones diferentes. Aun así, no nos satisfacía el informe de aseguramiento en sí, pues también queríamos examinar los datos subyacentes. En casos extremos, encontrar estos datos implicó echarse un clavado en, mínimo, siete repositorios diferentes de información, anexos y reportes, para recopilar lo que necesitábamos.
Nuestra recolección de datos a menudo planteaba más preguntas de las que resolvía. En un inicio, asumimos que las omisiones obvias o las incorrecciones se debían a errores en los reportes. Supusimos, quizás ingenuamente, que las grandes empresas tenían enormes recursos dedicados al proceso de recolectar, reportar y asegurar la información relacionada a la sostenibilidad. Escribimos a varias compañías solicitando clarificación y corrección. En nuestros esfuerzos por clarificar el tema y brindarle a las empresas el beneficio de la duda, algunas sí participaron, mientras que otras nunca contestaron. Las respuestas que sí recibimos nos sorprendieron por su falta de receptividad, lo que expuso inconsistencias y errores, procesos de reporteo fracturados, y la ignorancia del proceso.
Los ejemplos analizados a continuación reflejan las prácticas de un amplio rango de empresas. Algunas fueron fundadas en los últimos veinte años, mientras que otras hace 166 años. Tienen sus oficinas centrales en varias partes del Reino Unido y Europa, y representan una variedad amplia de industrias. Pero tienen dos cosas en común: la primera, que todas son compañías grandes, indizadas en el FTSE 100, y que proporcionan algún tipo de reporte de sostenibilidad. En segundo lugar, el aseguramiento de estos reportes levantó señales de alarma.
Tres formas de ecoimpostura empresarial
Las auditorías y el aseguramiento pueden y deben facilitar una mejor divulgación de la sostenibilidad. En su forma actual, sin embargo, la práctica genera dudas y confusión en un espacio ya de por sí desorganizado. Es decir, los reportes que aseguran verificar las prácticas sostenibles, pero que en realidad desvirtúan en vez de fortalecer dichas prácticas son, en definitiva, una forma de ecoimpostura o, su voz inglesa, greenwashing.
Las tres estrategias comunes de ecoimpostura reveladas por nuestras investigaciones fueron: el engaño, la ofuscación y la distracción.
1. Engaño |
¿Qué debe esperar alguien, razonablemente, al leer un informe de aseguramiento? Lo cierto es que estos reportes, incluso en una auditoría financiera, no reflejan necesariamente todo el esfuerzo que conlleva la evaluación externa de la información, las metodologías y más. Uno quisiera entender, como mínimo, lo que se evaluó durante el aseguramiento, cómo se llevó a cabo dicha evaluación, qué estándares se aplicaron, qué marcos se utilizaron, lo que encontró el proceso de aseguramiento e, idealmente, cómo la empresa puede mejorar en respuesta a la información evaluada.
Los informes de aseguramiento de sostenibilidad que examinamos se quedaron muy cortos. Según la complejidad de la organización, un reporte de auditoría financiera puede tener entre cinco y veinte páginas. Sin embargo, encontramos poquísimos casos en los que el reporte de aseguramiento de sostenibilidad fuera mayor a dos páginas. A menudo descubrimos que toda la información relevante sobre la verificación independiente de las métricas de sostenibilidad se ajustaba a una sola página. Más importante aún, los auditores con frecuencia reportaron que su aseguramiento de información relacionada a la sostenibilidad era de un alcance limitado, es decir, no encontraron evidencia patente de fraude. En contraste con los auditores financieros, los de sostenibilidad no aseguraban que la información fuera cierta y justa en una medida razonable. Un aseguramiento razonable requiere que la empresa de aseguramiento obtenga datos suficientes para formar una opinión positiva, de una manera similar al de un informe financiero resultante de una auditoría. Para un aseguramiento razonable se requieren pruebas más amplias de datos y procesos para generar dichos datos. Y en lugar de entregar un informe negativo, quien realiza el aseguramiento expresa una opinión sobre si las métricas de sostenibilidad están completas y son precisas con base en criterios específicos. Una revisión limitada de aseguramiento cuesta mucho menos que el aseguramiento razonable. Un nivel tan limitado de aseguramiento no puede consolidar la credibilidad de las prácticas actuales de aseguramiento de sostenibilidad. El aseguramiento razonable no es el estándar, aunque probablemente debería serlo.
Esta tendencia, sin embargo, admite excepciones. Imaginen nuestro deleite cuando encontramos que algunas compañías solicitaban a sus auditores una revisión superior al nivel “razonable” de aseguramiento. Solo un manojo de empresas incluidas en el índice FTSE 100 (entre ellas, la compañía minera australiana BHP, la multinacional británica Hikma Pharmaceuticals, y la compañía británica de productos químicos especiales Croda International) invirtieron en el esfuerzo y dinero extra para buscar un aseguramiento razonable para (algunos) de sus datos relacionados con sostenibilidad.
Un ejemplo es el de 3i Group, una multinacional de capital privado y de riesgo basada en Londres. Esta empresa establece en su reporte de sostenibilidad de 2020 que “las emisiones han sido verificadas a un nivel de aseguramiento razonable por Carbon Intelligence, según el estándar ISO 14064-3”. Es decir, el reporte cumple con el estándar reconocido mundialmente de reportes de gases de efecto invernadero (GHG, por sus iniciales en inglés) establecidos por la Organización Internacional de Estandarización (ISO, por sus iniciales en inglés) en Suiza. Pero cotejamos esta información con la carta de aseguramiento de Carbon Intelligence emitida en 2020, que asegura que “la verificación independiente y externa de emisiones directas e indirectas equivalentes de dióxido de carbono (CO2e) [fueron] a un nivel limitado de aseguramiento”. No sabemos qué llevó a esta discrepancia —si sucedió como un error de inconsistencia o si la compañía reportó flagrantemente información falsa. Lo que resulta revelador es que el error se repitió en el reporte de 2021. En última instancia, 3i intentó atribuirse, sin merecerlo, un aseguramiento razonable, o cometió un error al copiar y pegar el reporte de 2021. Dada la naturaleza del error, decidimos revisar el recientemente publicado reporte de 2022 para ver si se reportaba con el mismo error. Y, oh sorpresa, el reporte de 2022 corrigió la inconsistencia, que ahora dice que se obtuvo un aseguramiento limitado.
Encontramos otros ejemplos de inconsistencias y conceptos erróneos en torno a lo que las empresas llaman aseguramiento externo. United Utilities, una de las empresas británicas de agua más grandes incluidas en la lista del FTSE 100, indicó que había realizado el aseguramiento de su reporte Task Force on Climate-Related Financial Disclosures (TCFD, Equipo Especial de Divulgación Financiera Relacionada al Clima). El Financial Stability Board (Consejo de Estabilidad Financiera), un organismo internacional que monitorea el sistema financiero global, formó el equipo especial en 2015 para ayudar en su trabajo de fortalecer y proteger a los mercados financieros globales de riesgos sistémicos como el cambio climático. Cuando examinamos los datos subyacentes del reporte TCFD de United Utilities, encontramos que, en realidad, no tenía aseguramiento. Al preguntar sobre esta discrepancia, uno de sus portavoces respondió que “todo depende de lo que queramos decir con aseguramiento”. La respuesta continuó con la explicación de que este aseguramiento fue de una “divulgación efectiva en vez de un aseguramiento de la información”, lo que implica que hubo un aseguramiento de la divulgación, mas no de los datos. No entendemos cómo es posible el aseguramiento de la divulgación sin antes haber revisado los datos. La información, como se presenta, podría llevar a los lectores a asumir que los datos en sí han pasado por el proceso de aseguramiento, cuando en realidad no han sido verificados independientemente.
Encontramos otro ejemplo de un reporte de aseguramiento engañoso en Avast, una empresa multinacional checa de software de ciberseguridad. La firma aseguró en su reporte anual de 2020 que buscó a Enviros, una consultoría británica especializada en geociencias que atiende a compañías energéticas, para verificar sus emisiones: “En Avast comisionamos una auditoría externa para revisar nuestros cálculos de emisiones previas, investigar si los principales impulsores de nuestro impacto ambiental están correctamente capturados y proveer recomendaciones adicionales para reducir nuestras emisiones”. Pero al indagar sobre esta afirmación encontramos que Avast no incluyó la carta de aseguramiento de Enviros. Normalmente, este documento acompaña la publicación de las métricas de gases invernadero en los reportes empresariales y ayuda a generar confianza de que estas métricas han sido verificadas por organismos independientes. Cuando escribimos a la compañía solicitando más detalles, un miembro de su equipo nos informó que la carta de aseguramiento era confidencial. Al insistir, este representante nos contestó por correo electrónico: “Lamento que no podamos apoyar más en esta ocasión. Como sabe, el propósito de nuestro trabajo con Enviros era auditar nuestros resultados, pero por el momento no es nuestra intención publicar más detalles”.
2. Ofuscación |
Laboriosamente recolectamos una cantidad masiva de datos para extraer indicadores supuestamente auditados en cada aseguramiento. Para hacerlo, tuvimos que identificar lo que las compañías llaman “información seleccionada”, la cual define estos indicadores y sirve como enfoque del aseguramiento de sostenibilidad. El concepto de información seleccionada genera preguntas importantes sobre sesgos, pues los directivos eligen libremente qué métricas son o no son sometidas al aseguramiento externo, y a menudo sin relaciones obvias a la materialidad de las métricas publicadas. Pero, haciendo a un lado este problema, a menudo nos resultaba imposible identificar qué se incluía en esta información seleccionada. En vez de eso, muchas compañías practican la ofuscación, es decir, se muestran decididamente comprometidas a dificultar la interpretación de los datos tanto como sea posible.
Un ejemplo es Experian. La multinacional irlandés-estadounidense de reportes de crédito al consumo aporta una lección de cómo no reportar información de sostenibilidad. Experian contrató a PwC para realizar un aseguramiento limitado de sus métricas publicadas y presentó lo que parece ser una lista detallada y útil de sus medidas de desempeño como empresa sostenible en la sección previa a la carta de aseguramiento. Experian proporciona esta lista en su reporte de empresa sostenible de 2021. Sin embargo, nosotros quisimos entender el aseguramiento externo de estas medidas y encontramos en letra muy pequeña que solo las métricas reportadas con un superíndice “A” fueron verificadas por PwC. De una lista larga de métricas reportadas en más de once páginas, que cubren temas como la composición del consejo, información del personal, medidas sociales, emisiones de carbono y uso de energía solo cuatro medidas recibieron un aseguramiento independiente. La presentación de la información dificultó que se obtuviera claridad sobre qué medidas, a final de cuentas, habían sido incluidas dentro del aseguramiento.
Taylor Wimpey, una empresa británica de construcción de casas, practicó una ofuscación similar. El reporte de sostenibilidad de la empresa en 2020 incluía una lista muy larga de métricas y un documento de aseguramiento externo por parte de The Carbon Trust, una consultora británica dedicada a ayudar a las empresas a lograr cero emisiones netas. Aunque Taylor Wimpey reportó casi cien métricas de rendimiento no financieras, solo tres fueron auditadas externamente: Scope 1 (Alcance 1) y Scope 2 (Alcance 2) de emisiones de gases invernadero, y datos de energía. Enviamos correos electrónicos a la secretaría de la empresa, que aparecía como su contacto de sostenibilidad, en diciembre de 2021 y enero de 2022, pero no recibimos respuesta.
Después enviamos un correo a la dirección de relaciones con inversionistas a finales de enero 2022. Otra vez, nada. Otras empresas también dificultaron nuestra búsqueda de información. Admiral Group, una compañía de servicios financieros ubicada en Gales, afirmó en su reporte de 2019 que en 2020 buscaría un aseguramiento independiente. Para ser justos con la empresa, en 2020 sí obtuvieron un aseguramiento externo de The Carbon Trust, según la información pública de Admiral Group. Para los lectores informales entre el público, este aseguramiento pudo satisfacer su interés. Pero nuestro deseo de entender exactamente qué información fue verificada, nos llevó, otra vez, por un camino sinuoso. A pesar de la minuciosa examinación, no pudimos encontrar la declaración de aseguramiento en el sitio web de la compañía.
Tampoco en reportes anuales y documentos relacionados, ni en la página web de The Carbon Trust. Búsquedas adicionales en línea produjeron cero resultados, así que decidimos contactar a la empresa directamente. Sin embargo, no había detalles de contacto para dudas de inversionistas en la página de la empresa —el contacto era solo para clientes con dudas relacionadas con los seguros en venta. El único nombre que pudimos encontrar en el sitio web de reportes fue el del gerente de relaciones con inversionistas, pero no se especificaba su correo electrónico. Buscamos su contacto en LinkedIn, sin éxito. Finalmente, recurrimos a enviar mensajes directos al equipo de redes sociales de la empresa en Twitter e Instagram.
Sorprendentemente, recibimos una respuesta. El equipo amablemente nos compartió una copia de la declaración de aseguramiento. Sin embargo, tras una lectura detallada, nos percatamos de que en la carta de aseguramiento decía que “esta declaración de aseguramiento debe leerse en conjunto con el documento huella”. Pero dicho documento no fue incluido en nuestra comunicación con la empresa y tampoco estaba en su sitio. Cuando solicitamos el documento, nos informaron que la empresa “no compartiría el documento huella públicamente, pues contiene información interna”. Admiral Group ofreció responder a cualquier pregunta que tuviéramos sobre el documento huella, pero ¿cómo podíamos preguntar sobre algo que no conocíamos? Esta experiencia nos hizo cuestionar cuánta transparencia estos aseguramientos realmente garantizan y qué pueden esperar sobre ellos los inversionistas.
3. Distracción |
El tercer tipo de ecoimpostura que encontramos en nuestra investigación de declaración de aseguramientos es la distracción. Si bien esta táctica no es, técnicamente, un problema de comunicación, todos sabemos que lo que no se dice es a menudo más importante que lo que se dice. Nuestros esfuerzos de recolección de datos revelaron prácticas de divulgación que omitían información relevante, y sospechamos que, al menos en ciertos casos, dichas omisiones fueron intencionadas para distraer de una línea narrativa no deseada. También experimentamos una cantidad significativa de insensibilidad y ghosting en torno a varias preguntas que hicimos.
Severn Trent, una empresa de Coventry, Reino Unido, que brinda servicios de agua, nos aplicó la ley del hielo. En la página 196 de su reporte anual de desempeño de 2021, la empresa proporcionó las métricas de sus emisiones de gases invernadero y aseguró que una empresa externa llamada Jacobs había realizado un aseguramiento de sus datos de procesos y gases invernadero. En efecto, en la página 35 del reporte, Severn Trent incluyó la carta de aseguramiento de Jacobs. Sin embargo, el contenido de la carta y su alcance no estaba completo. Primero, no contenía información sobre cuáles métricas Jacobs había evaluado independientemente. Tampoco pudimos encontrar información sobre si el aseguramiento se realizó en una base limitada o razonable. No pudimos determinar información sobre los contextos, criterios o parámetros públicos usados en el proceso de aseguramiento.
Como resultado, contactamos a la empresa para confirmar que Jacobs había evaluado independientemente todas las métricas en la página 196. Incluimos preguntas específicas en nuestra consulta por correo, asumiendo que esta era información de aseguramiento estándar que la compañía podía compartir. Enviamos correos electrónicos a diversas áreas y personas en la empresa, incluido el contacto del equipo de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y a la persona de relaciones con inversionistas. Siendo octubre 2022, no hemos recibido respuesta.
En otras instancias, nos negaron información simple sobre fundamentos y razonamientos. Por ejemplo, cuando revisamos Smith & Nephew PLC, una empresa que fabrica equipo médico, ubicada en Reino Unido, notamos que no había realizado un aseguramiento externo desde 2017. Les escribimos para preguntar si esto era cierto y, si era el caso, por qué. También preguntamos si era probable que la empresa volviera a buscar la verificación externa de sus métricas de sostenibilidad en el futuro. Un portavoz confirmó que la última verificación externa había sido en 2017, pero no mostró interés de abordar más sobre el tema con nosotros, respondiendo únicamente: “Estás en lo correcto. No comentamos en decisiones específicas como esta, pero sí aseguramos cuidadosamente la precisión y los mensajes en nuestro reporte de sostenibilidad. Estoy seguro de que consideraremos otra vez una verificación independiente en el futuro”.
No todo está perdido
Podríamos incluir muchas anécdotas confusas, y a veces exasperantes, de nuestras experiencias de recolección de datos de empresas en el índice FTSE 100, pero no queremos dar la impresión de que el aseguramiento de sostenibilidad no tiene esperanza. Aunque los ejemplos negativos fueron tan desconcertantes como desalentado- res, también encontramos algunos positivos y alentadores. Algunas cartas de aseguramiento fueron genuinamente informativas y algunas compañías respondieron nuestras preguntas con prontitud y por completo. Johnson Matthey, multinacional británica de químicos y tecnologías sostenibles, por ejemplo, nos proporcionó un reporte anual que incluía tanto datos financieros como de sostenibilidad en un mismo documento —un cambio útil y refrescante del exceso de documentos que generalmente encontramos en nuestra investiga- ción. El reporte estaba bien organizado y era fácil de navegar. Avieco, una consultoría de sostenibilidad del Reino Unido que es parte de Accenture, realizó el aseguramiento externo y su carta incluía una lista detallada de actividades de aseguramiento, una declaración detallada de la materialidad, métricas clave presentadas en tablas fáciles de leer y recomendaciones generales para mejorar.
Como señalamos anteriormente, las compañías que emiten los reportes y sus empresas de aseguramiento no financiero a menudo ignoran o minimizan las métricas detalladas de sostenibilidad requeridas para garantizar la confianza del público. Muchas empresas realizan un aseguramiento externo y publican solo las métricas cuidadosamente seleccionadas por el equipo directivo, en vez de aquellas relevantes para la operación de la empresa y, más importante, para los grupos de interés. Debe reconocerse que Johnson Matthey contrató una consultora externa de sostenibilidad para realizar una evaluación independiente y rigurosa para investigar las métricas que serían relevantes para una variedad de grupos de interés internos y externos, incluidos empleados, clientes, inversionistas, ONG, entre otros. Este esfuerzo resultó en un mapa robusto de ESG basado en los temas y métricas prioritarias de sostenibilidad que estos grupos de interés expresaron. Aunque no es una tarea fácil o libre de riesgo, este proceso ejemplifica la amplia participación de los grupos de interés, que es crucial para el desarrollo de metas y objetivos de sostenibilidad material relevantes, libres de los caprichos de los directivos.
Encontramos otro ejemplo de alto nivel en Mondi, una multinacional fabricante de papel y empaques, y su reporte anual bien estructurado, integrado y fácil de entender. El reporte de aseguramiento de sostenibilidad de Mondi, completado por la empresa de aseguramiento independiente ERM CVS, incluyó una declaración de alcance de interacción muy clara, criterios reportados y estándares. Aunque la mayoría de los KPIs (indicadores clave de desempeño, por sus siglas en inglés) de sostenibilidad de Mondi fueron asegurados a un nivel limitado, ERM CVS realizó un aseguramiento razonable para algunas de las métricas ambientales importantes, incluidas Scope 1 y Scope 2 de emisiones de gases invernadero, y uso de energía.
Como Johnson Matthey, Mondi se toma en serio la participación de múltiples grupos de interés en su gobernanza y divulgación de sostenibilidad. El reporte de desarrollo sostenible de la empresa en 2020 define a sus grupos de interés, en general, como “individuos internos y externos, grupos, organizaciones y socios interesados, que tienen influencia sobre, o son afectados (positiva o negativamente) por nuestras decisiones, políticas y objetivos de negocio”. Como parte de su modelo de gobernanza sostenible, Mondi ha implementado una línea directa, que ofrece la posibilidad de quejarse y denunciar irregularidades de forma anónima. Esta línea está disponible para todas las comunidades de grupos de interés, como son empleados, clientes, socios e inversionistas. Este proceso permite a los grupos reportar cualquier preocupación relacionada a sus operaciones comerciales, incluyendo la contaminación ambiental, asuntos relacionados con Recursos Humanos, violaciones sanitarias y de seguridad, fraude y corrupción, entre otras. Todos los reportes son investigados por el departamento de auditoría interna y revisados con el consejo. Esta tarea no está libre de riesgos, pero crea una mayor confianza al ofrecer transparencia en las operaciones comerciales e impacto de Mondi.
Nuestro reconocimiento para estas dos empresas y a las compañías responsables del aseguramiento de sostenibilidad por emitir información clara y material a una amplia comunidad de grupos de interés, incluidos los inversionistas y el público en general.
Hacerlo mejor
Siendo justos, nuestras percepciones no siempre cuentan la historia completa. Separar la práctica de lo que se divulga no siempre es sencillo, y las empresas podrían estar usando métodos de medición robustos internamente, pero mecanismos débiles en sus reportes que no son informativos para los lectores. Un buen aseguramiento no es solo responsabilidad de la compañía que lo busca, sino que los procesos y las prácticas robustas, además de los auditores y aseguradores informados son ingredientes necesarios.
Esta experiencia nos ha llevado a varias conclusiones. Primero, los proveedores de información y auditores/aseguradores aplican una buena cantidad de lenguaje arcano y terminología tomada de las auditorías financieras (términos como “razonable” o “aseguramiento limitado”), pero a menudo sin explicaciones adecuadas. Deben describir mejor cómo el aseguramiento de sostenibilidad es diferente de una auditoría financiera, y cómo esta discrepancia podría requerir procesos, habilidades, lenguajes y detalles de información alternativos. Las personas encargadas del aseguramiento necesitan crear procesos más estrictos, estandarizados y rigurosos en torno a estos requisitos para lograr una práctica de auditoría confiable para la información de sostenibilidad.
Segundo, las empresas pueden ayudar a la credibilidad del aseguramiento de la sostenibilidad ofreciendo información más completa y consistente. Como mínimo, cada compañía que pasa por un aseguramiento debería divulgar cuatro cosas: 1) qué marco y metodología está utilizando para preparar y divulgar la información, 2) qué información específica y métricas son verificadas independientemente, y por quién, 3) si el aseguramiento es limitado o razonable, y 4) cualquier información suplementaria que ayude a poner la información previa en contexto. Referencias a información faltante o afirmar que algo es importante sin compartirlo debilita la credibilidad de los reportes y las auditorías.
A pesar de los esfuerzos de ecoimpostura que encontramos, mantenemos la opinión de que el aseguramiento externo es una herramienta esencial para aumentar la calidad y credibilidad de la información relacionada a la sostenibilidad y para asegurar que las compañías logran, genuinamente, sus objetivos de sostenibilidad.
La maduración de los reportes de sostenibilidad
“Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho”, escribió el estoico emperador de Roma, Marco Aurelio. “Todo lo que vemos es una perspectiva, no una verdad”. Esta lección de cómo administrar un imperio aplica a los reportes de sostenibilidad. Aunque existen áreas de oportunidad en la creación de estándares globales para las auditorías de sostenibilidad, en la inclusión de datos de impacto social y en una adopción más amplia de las prácticas de aseguramiento razonable (en vez de limitado), entre otras, sí tenemos razones para ser optimistas. Esfuerzos nacionales e internacionales para mejorar y armonizar los reportes y las mediciones, como en el Reino Unido el del Financial Reporting Council, e internacionalmente el del Consejo de Estándares de Sostenibilidad Internacional (ISSB, por sus siglas en inglés) creado por la Fundación Internacional de Estándares en Reportes Financieros, serán útiles para impulsar una práctica más constante en la emisión de reportes. La Directriz sobre Reportes de Sostenibilidad Corporativa en Europa (CSRD) de la Unión Europea exige auditorías de sostenibilidad, que mejorarán la experiencia y procesos de los auditores —incluso si solo se trata de aseguramientos limitados. Tener una exigencia clara y estándares ayudará a las compañías que emiten reportes y a los auditores a formalizar sus prácticas y elevar su calidad. La CSRD también probablemente llevará a un mayor escrutinio en las auditorías por parte de las autoridades de competencia y mercado, lo que, en el mejor de los casos, disuadirá a las empresas de usar técnicas de ecoimpostura.
En última instancia, los inversionistas y el público en general necesitan sentir confianza de que la información ofrecida por las empresas, tanto financiera como de sostenibilidad, es exacta y confiable. El aseguramiento externo es un requisito para los reportes financieros de empresas que cotizan en la bolsa. Creemos que el mismo riguroso proceso de verificación debe ser aplicado a los reportes de sostenibilidad. Muchas compañías han tomado pasos pequeños, pero les falta mucho para alcanzar la madurez.
- Autores originales
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición invierno 2023.
Donna Carmichael estudia el programa de doctorado en sociología financiera en la London School of Economics and Political Science en Londres, Inglaterra. Su investiga- ción se enfoca en el rol de los inversionistas y la gobernanza corporativa en fomentar sistemas financieros sustentables y justos.
Kazbi Soonawalla es becaria investigadora de contabilidad en la Saïd Business School. También es miembro tutorial directivo en el Keble College, de la Universidad de Oxford. Está interesada en la investigación de mercados de capital sobre declaraciones y publicaciones financieras, y también en sostenibilidad, gobernanza y controles de gestión.
Judith C. Stroehle es profesora adjunta de gobernanza sostenible en la Universidad de St. Gallen en Suiza. Investiga y enseña a construir puentes entre la contabilidad y la sostenibilidad. Junto a sus colegas, cofundó en 2020 la Iniciativa de Oxford para Reconsiderar el Desempeño.
- Notas
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1 Mientras que el mercado global para servicios de auditoría se estimó en 217.7 mil millones de dólares en 2020, el número correspondiente para el mercado de aseguramiento de financiero no se conoce, en parte por la naturaleza variada e imprecisa del mercado actual.