Es fundamental que exista un resarcimiento integral para hacer realidad los más altos ideales democráticos de Estados Unidos.
Desde la insurrección en el Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero, se ha vuelto común decir que la democracia está “bajo amenaza”. ¿No ha estado siempre amenazada la democracia en Estados Unidos? Tal vez, para ser más precisos, nunca ha existido. La historia de la nación se define por la lucha para garantizar derechos y protecciones a todas las personas, porque, desde su fundación hasta el presente, nunca ha cumplido con los principios básicos de la democracia: igualdad política, derechos fundamentales e igual protección. Durante más de 250 años, las personas de raza negra fueron esclavizadas y se les negaron todos sus derechos mientras eran sometidas a torturas físicas y mentales; en el siglo posterior, excepto por el breve periodo de la Reconstrucción Negra, los ciudadanos de raza negra fueron objeto de discriminación legalizada en todas las facetas de la vida, incluido el voto, la vivienda, el empleo, los establecimientos de hospedaje públicos y los servicios de atención médica. La población de raza negra sigue sufriendo limitaciones en el pleno ejercicio de sus derechos, desde políticas de justicia penal racistas hasta la supresión del voto. Estas violaciones han dado lugar a gobiernos elegidos por y para unas cuantas personas blancas y privilegiadas, quienes afianzaron su poder mediante la explotación, deshumanización y exclusión.
Activistas, académicos e investigadores de todas las generaciones han defendido que las reparaciones son la forma de poner fin a esta historia antidemocrática. En Estados Unidos, la mayoría de la gente piensa en las reparaciones exclusivamente como pagos en efectivo a las personas de raza negra, y es cierto que la restitución económica siempre ha formado parte de la conversación. Pero para resarcir plenamente las violaciones de los derechos de las personas de raza negra, debemos hacer más: Debemos crear las condiciones para una verdadera democracia racial. Las reparaciones van más allá de lo económico; implican exigir el cese de las políticas que vulneran los derechos y suprimen el poder político de la población negra. Las reparaciones también exigen que aprendamos de las formas en que Estados Unidos ha violado los principios democráticos fundamentales y que enmendemos ese daño creando un sistema político en el que los principios de la democracia se extiendan a todas las personas.
Los recientes cambios económicos y culturales han abierto una ventana de oportunidades. La desigualdad masiva y creciente de la riqueza ha dado lugar a dos generaciones de jóvenes, dispuestos a reescribir el statu quo económico. La respuesta a la pandemia ha demostrado que los gobiernos pueden realizar inversiones financieras masivas en favor de nuestro bienestar económico colectivo. Por fin, el movimiento de “Las vidas negras importan” que ha durado una década, sin duda el mayor movimiento de este tipo en la historia de Estados Unidos, ha motivado a millones de personas a reclamar justicia por la violencia del Estado en contra de las personas de raza negra. El país está preparado para las reparaciones.
Las reparaciones resarcen las violaciones de los principios democráticos fundamentales
Para poner fin de forma significativa a una violación de los principios democráticos, es necesario enmendar el daño que causó. En este contexto, el concepto de “reparaciones” se refiere a un programa federal integral que repare los impactos de la esclavitud y su legado de políticas discriminatorias.
Para empezar, debemos tener claras las violaciones de nuestros principios democráticos y lo que implica la reconciliación racial. Las reformas que se exponen a continuación se ajustan al marco de la ONU —en el cual se contemplan la restitución, la compensación, la rehabilitación, la satisfacción y el cese del daño/garantía de no repetición como las cinco formas de reparación necesarias— y corresponden a las violaciones democráticas. Cada una de ellas responde a los daños específicos que las personas de raza negra se enfrentan exclusiva o desproporcionadamente en Estados Unidos.
Igualdad política | La igualdad política es la idea de que los ciudadanos deben tener la misma voz sobre las decisiones del gobierno; sin embargo, las personas de raza negra han sido excluidas de los procesos políticos y de gobierno desde la fundación del país. Si bien la Ley de Derechos Civiles y la Ley de Derecho al Voto fueron fundamentales para garantizar la protección de la igualdad política, la desastrosa decisión del caso Shelby County contra Holder ha allanado el camino para reanudar los esfuerzos de supresión y restricción al voto, así como la manipulación arbitraria de distritos electorales, que en conjunto están diseñados para privar de forma desproporcionada a los votantes de raza negra. Sin embargo, la desigualdad política va más allá de la representación desigual. El racismo se ha fabricado como una herramienta para proteger la distribución existente de la riqueza y el poder y afianzar las posiciones autoritarias. A lo largo de nuestra historia, la narrativa de que las personas de raza negra son infrahumanas, flojas o estúpidas se ha utilizado para justificar políticas que explotan y deshumanizan a las comunidades negras, muchas de las cuales persisten hasta hoy. Los elementos críticos de la reconciliación racial para esta violación democrática incluyen:
Desmantelar las barreras para que los afroestadounidenses y todos los estadounidenses puedan ejercer el voto. Debemos restituir las normas de preautorización establecidas en la Ley del Derecho al Voto en 1965, impedir que los estados cambien sus leyes de forma que conduzcan a la discriminación de los votantes de raza negra, y restablecer el derecho al voto de las personas encarceladas o excarceladas. (Cese)
Garantizar que todos los votos cuenten por igual al modificar los procesos electorales que favorecen de forma antidemocrática a los votantes blancos y discriminan a los votantes de raza negra y otros no blancos. El país debe reformar los métodos de elección de la Cámara de Representantes y el Senado, volver a concebir el Colegio Electoral y acabar con la manipulación arbitraria de los distritos electorales. (Cese, restitución)
Derechos fundamentales | Los derechos fundamentales, de acuerdo con el Instituto de Información Jurídica: “requieren un alto grado de protección frente a la intromisión del gobierno” e incluyen la libertad, la autodeterminación, la libertad de circulación y de asociación. Sin la protección de estos derechos, las democracias se vuelven antiliberales, con una mayoría capaz de infringir las libertades civiles de una minoría y aplastar la disidencia.
La desigualdad política impulsa las violaciones a nuestros derechos fundamentales. Incluso después de la emancipación, los políticos trabajaron para reafirmar las jerarquías mediante el sistema de arrendamiento de convictos y los “Códigos Negros” que permitían a los estados del Sur encarcelar a las personas de raza negra por delitos triviales y luego alquilar su trabajo no remunerado a las empresas privadas. A las personas de raza negra, que fueron sometidas a los linchamientos y a la destrucción de sus comunidades, se les negaron vías de recurso significativas.
En la actualidad, las prisiones siguen empleando la mano de obra de las personas encarceladas, a menudo sin pago, lo que afecta desproporcionadamente a la población negra. La brutalidad policial y los asesinatos son algunos de los ejemplos más visibles del control que ejerce el Estado sobre las vidas de las personas de raza negra, pero los servicios de atención médica discriminan a las mujeres negras en todo momento; negarles el dolor, esterilizar sus cuerpos y proporcionarles una atención de calidad inferior ha dado lugar a una tasa de mortalidad materna tres veces superior a la de las mujeres blancas. Las razones sistémicas por las que las mujeres de raza negra, sobre todo las que viven en situación de pobreza, suelen ser las más afectadas por esta política se remontan a la esclavitud. Los elementos críticos de la reconciliación racial incluyen:
- Acabar con la servidumbre involuntaria, la reclusión en régimen de aislamiento y el encarcelamiento masivo. Reparar el daño que estas instituciones han causado exige que los gobiernos estatales y federales eliminen las excepciones a la esclavitud cuando se utiliza como castigo por un delito. Deben revisar el enfoque del sistema jurídico penal sobre la pena privativa de libertad y profundizar en el compromiso con las prácticas de justicia restaurativa. (Cese, restitución, rehabilitación)
- Devolver las tierras robadas a los pueblos de raza negra e indígenas cuyas tierras fueron arrebatadas a sus antepasados. (Indemnización, restitución)
- Transformar los actuales sistemas policiales hacia prácticas restaurativas con base en la responsabilidad comunitaria, e invertir más en formas no policiales de interrupción y prevención de la violencia. (Restitución, rehabilitación)
- Documentar los daños de la violencia estatal contra las personas de raza negra y crear mecanismos de rendición de cuentas para que no se repitan. Podrían erigirse monumentos, museos y otros lugares conmemorativos dedicados a la educación pública sobre cómo y por qué se produjeron estos daños, de forma similar a la memoria colectiva alemana del Holocausto. (Cese, satisfacción)
Igualdad de protección y Estado de Derecho | El Estado de Derecho significa igualdad de protección: El gobierno debe ser imparcial y el Estado no puede hacer distinciones entre los individuos. No obstante, el derecho a participar en la democracia se limitó durante mucho tiempo a los hombres blancos y ricos, que utilizaron la ley explícitamente para discriminar a las personas de raza negra. Incluso después de la emancipación, la población negra recibía un trato desigual en los establecimientos de alojamiento público, tenían acceso a servicios públicos de menor calidad y asistían a las escuelas con menor financiamiento, mientras que las inversiones masivas en los trabajadores estadounidenses —como el New Deal (Nuevo Acuerdo) y G.I. Bill (Ley de Reajuste de Militares)— se limitaban en gran medida a la gente blanca. Los gobiernos y los bancos crearon vecindarios segregados para la población negra que les impedían acceder a los instrumentos financieros de creación de riqueza; estos barrios fueron objeto de una “renovación urbana” desproporcionada que los puso en manos de desarrolladores privados. Mientras tanto, la política contra las drogas ha criminalizado fuertemente las sustancias más frecuentes en las comunidades negras. Los elementos críticos de la reconciliación racial incluyen:
Invertir de forma significativa en la creación de riqueza y pagos directos a las comunidades negras para resarcir el robo sistemático de billones de dólares. Estas inversiones serían un paso importante hacia el cumplimiento por parte del Estado de su obligación de enmendar las violaciones de la igualdad de protección, incluidos los pagos directos a las familias de raza negra, el apoyo a la propiedad de la vivienda y la creación de patrimonio inmobiliario, el aumento del financiamiento de las instituciones educativas en comunidades negras y el apoyo a los servicios de atención médica para las personas de raza negra. La reparación por el encarcelamiento de nipón-estadounidenses, el apartheid sudafricano y el genocidio cultural en los internados canadienses ofrecen modelos y lecciones para el pago de reparaciones. (Indemnización, rehabilitación)
Garantizar prestaciones a los descendientes de personas de raza negra excluidos de los programas sociales gubernamentales como la Ley de Reajuste de Militares, así como legislación considerada “universal” pero que excluía a la población negra. (Compensación)
El papel del sector social
Si bien estas reformas no son pormenorizadas, el país necesitará desarrollar muchos otros componentes financieros y no financieros a lo largo del tiempo, son puntos de partida importantes. Para avanzar en ellas se requiere un cambio narrativo significativo y sostenido, organización de base, defensa de políticas e infraestructura del movimiento. Debemos dejarle en claro a un mayor número de personas cómo esta agenda mejorará sus vidas y las de sus seres queridos. Debemos preparar a la gente para emprender acciones colectivas que presionen a los responsables políticos a actuar. A fin de cuentas, debemos construir, poner a prueba y repetir alternativas al statu quo para diseñar políticas que, en última instancia, reparen la democracia.
Los esfuerzos realizados hasta la fecha han tenido un enorme éxito. Políticos y manifestantes de todo el país han derribado monumentos a la Confederación. Se ha erradicado la servidumbre involuntaria en los estados de todo el país. El apoyo a los pagos en efectivo a las personas de raza negra, uno de los componentes de las reparaciones, ha aumentado 15% en los últimos 25 años. Sin embargo, se necesitará la dedicación de millones de personas para lograr el cambio y mantenerlo. Lo anterior dependerá del apoyo de los financiadores, las organizaciones sin fines de lucro y los responsables políticos.
1. Los financiadores deben invertir en el ecosistema de las reparaciones como parte de su trabajo para garantizar la democracia. Las organizaciones de todo el país están impulsando el movimiento de reparaciones. La Asheville Racial Justice Coalition es pionera en un modelo de defensa dirigido por la comunidad para los esfuerzos locales de reparación; el Black Veterans Project está presionando para que se repare la discriminación contra los veteranos de raza negra; y los narradores de Color Farm Media y Kinfolk están trabajando para elevar los ejemplos de líderes de raza negra que luchan por la justicia y la reconciliación.
2. Las organizaciones que trabajan en los espacios de la democracia y las reparaciones pueden vincular su trabajo de forma metódica y narrativa. Las organizaciones dedicadas a la democracia deben considerar si sus prioridades políticas combaten las políticas de discriminación contra las personas de raza negra. Grupos como el Rockefeller Brothers Fund han reconocido que las narrativas de discriminación contra las personas de raza negra se encuentran entre las herramientas más eficaces para socavar la democracia y que el trabajo para fortalecerla debe estar arraigado en un marco reconciliador.
Al mismo tiempo, las organizaciones de reparación deberían elevar la democracia como un área narrativa de oportunidad. Grupos como Get Free están conectando ambos aspectos, aprovechando el compromiso de la gente con la creación de una democracia racial para construir una coalición más amplia a favor de las reparaciones. A medida que las organizaciones de reparación intentan definir su visión y sus objetivos políticos, deben reconocer la importancia de la reforma democrática para lograr y mantener la libertad de las personas de raza negra.
3. Los responsables políticos también pueden promover soluciones en la intersección de las reparaciones y la democracia, y ser explícitos sobre su apoyo a la política de reparaciones. Los políticos locales y estatales pueden comprometerse a estudiar los daños causados a la comunidad negra por las políticas de sus gobiernos, y a aprobar políticas que identificar y enmendar esos daños. En Evanston (Illinois), la concejal Robin Rue Simmons dirigió el desarrollo de una de las primeras políticas de reparación financiadas por el municipio, gracias a la cual se están realizando pagos de 25,000 dólares por concepto de vivienda restaurativa a los residentes de raza negra (o a sus descendientes) perjudicados por las políticas de vivienda discriminatorias. La labor política estatal y local es esencial para crear la corriente de apoyo necesaria para aprobar una política federal integral de reparaciones.
Las reparaciones nos conciernen a todos
Durante siglos, las coaliciones raciales, lideradas por personas de raza negra, han luchado por una verdadera democracia, mientras los que tenían el poder salvaguardaban su estatus mediante la deshumanización antidemocrática, el abuso y la exclusión de la población negra. La lucha por la abolición de la esclavitud y la época de la Reconstrucción dieron lugar a las enmiendas 13, 14 y 15, que garantizaron una amplia gama de protecciones que, en última instancia, protegieron los derechos constitucionales a la intimidad, el matrimonio y (durante un tiempo) el aborto. El Movimiento por los Derechos Civiles y más adelante las Leyes de Derechos Civiles y de Derecho de Voto han contribuido a crear un país totalmente nuevo, en el que se garantizan muchos más derechos a muchas más personas. Del mismo modo, el movimiento en favor de las reparaciones puede facilitar una transformación social más amplia que proteja nuestras libertades y les permita a más personas disfrutar de salud, riqueza y alegría.
La verdadera democracia racial no es posible sin reparaciones. Las historias de colonialismo, imperialismo, explotación y esclavitud son globales; otras naciones que aspiran a los principios democráticos deben considerar el tipo de reparación necesaria para hacer frente al daño. Aunque esto a menudo implica a las comunidades indígenas, tribales o afrodescendientes, las reparaciones también se pueden implementar más allá de las fronteras nacionales. En todo el Caribe, Sudamérica, Asia meridional y África, grupos de personas e individuos están pidiendo al Reino Unido, Francia, España y otras potencias imperiales que reparen siglos de políticas perjudiciales y extractivas.
El proyecto de esta generación es resarcir el daño, porque garantizar la democracia será el reto definitorio de nuestro tiempo. Más que una oportunidad para reparar las injusticias cometidas contra de las personas de raza negra, se trata de avanzar hacia la igualdad económica y social. Solo entonces podremos conseguir un país íntegro, comprometido con la reparación continua y preparado para practicar la forma más plena de democracia imaginable.
Este artículo es parte de nuestra serie "En búsqueda de la equidad": 7 historias de nuestras 7 ediciones globales retratan cómo se ve la equidad alrededor del mundo.
Lee este artículo en inglés (idioma original)
Autores originales:
- Nicole Carty (ella) es la directora ejecutiva de Get Free, un movimiento liderado por jóvenes que se enfoca en resarcir los daños del pasado, eliminar las barreras actuales para lograr la igualdad y hacer realidad un futuro en el que la libertad sea para todos. Es estratega de movimientos, organizadora digital, activista y formadora nacida y criada en Atlanta, Georgia;cuenta con más de una década de experiencia en el estudio y el apoyo a movimientos que promueven la justicia racial, de género y económica
- Aria Florant es cofundadora y consejera delegada de Liberation Ventures, la cual está consolidando poder para conseguir reparaciones públicas federales integrales para los estadounidenses de raza negra. Anteriormente, Aria ha sido investigadora, consultora administrativa, organizadora, profesora y colaboradora en una organización sin fines de lucro. Su trabajo siempre se ha orientado hacia una única misión: construir un mundo en el que todos los seres humanos pertenezcan con todo su ser. Su postura está arraigada en el ethos del afrofeminismo, le encanta tomar un buen Cabernet, y tanto Colorado como East Palo Alto son su hogar
- Vikas Maturi es el jefe de personal de Liberation Ventures, donde brinda apoyo a las actividades estratégicas de concesión de subsidios, investigación y desarrollo de capacidades sobre el terreno. Actualmente trabaja como organizador comunitario en el Área de la Bahía en California, en donde se dedica a la protección de los inquilinos y la asequibilidad de la vivienda. Anteriormente asesoró el desarrollo de estrategias filantrópicas y sin fines de lucro.
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Este artículo es contenido original de la Revista Stanford Social Innovation Review.
- Traducción del artículo Multiracial Democracy Requieres Racial Repair por Ángela Mariscal
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