Si la humanidad quiere sobrevivir a la crisis climática, debemos gestionar una transición justa y ordenada lejos de los combustibles fósiles. Los modelos adecuados para esta resolución son el triaje, la eutanasia y los cuidados paliativos.
¿Qué debemos esperar de una empresa de combustibles fósiles socialmente responsable en un mundo bajo amenaza por el cambio climático? La respuesta es sencilla, pero bastante compleja: esa empresa y los ejecutivos que la dirigen deben dedicar sus recursos financieros, técnicos y políticos a una transición justa y ordenada para abandonar los combustibles fósiles. En efecto, los líderes de este sector deben propiciar el fin de su industria tal y como la conocemos.
¿Cómo debemos pensar sobre cómo proceder? Sugerimos implementar modelos adoptados del cuidado compasivo dado por una persona, sus seres queridos, sus cuidadores y quienes intervienen en el reconocimiento de los cuidados extremos, si no es que terminales. La sociedad e industria de los combustibles fósiles se enfrentan a graves retos.
Si la humanidad quiere disfrutar de un medio ambiente estable a finales de este siglo, no puede continuar la industria de los combustibles fósiles. Su estado es terminal. Ante un pronóstico tan sombrío, existen tres posibles formas de tratamiento: triaje, eutanasia y asilo.
Presentamos esta evaluación para provocar un debate sobre un dilema muy real al que nos enfrentamos como sociedad. Estamos ante una crisis existencial que requiere de acción radical si queremos responder con el alcance y la escala adecuados. La idea de que cualquier sector industrial dé lugar a su propia desaparición nos plantea algunas cuestiones inusuales y difíciles que tienen relevancia tanto para la gestión empresarial como para la educación empresarial. La magnitud de esta tarea específica lo hace aún más difícil: no hay sector industrial más complejo e integrado para emprender este ejercicio que el de los combustibles fósiles, de la misma manera que no hay problema más complejo e integrado para motivar este ejercicio que el cambio climático. Si somos capaces de abordar estas cuestiones, podremos vislumbrar mejor el extraordinario reto sistémico que tenemos ante nosotros.
El pronóstico
El primer paso en el tratamiento compasivo de una enfermedad terminal es ayudar al paciente y a sus seres queridos a aceptar la realidad de que el paciente está muy enfermo, tal vez a punto de morir, y necesita cuidados extremos. Tres conjuntos de consideraciones motivan un pronóstico terminal para la industria de los combustibles fósiles.
Reconocer el pleno alcance del problema | El cambio climático es más que un problema medioambiental. Representa un colapso sistémico con inmensas consecuencias para la vida en este planeta. No se trata de una hipérbole: es la evaluación de los principales científicos de todo el mundo, y esta conclusión cambiará para siempre la naturaleza de nuestras economías. La actividad humana está incrementando la concentración atmosférica de dióxido de carbono, que resulta en un aumento de 1°C en la temperatura promedio de la superficie del planeta desde la era preindustrial,1 y estamos teniendo dificultades para contener el calentamiento continuado hasta los 2°C a mediados de siglo. Este aumento de temperatura provocará una mayor inestabilidad meteorológica y climática, incluyendo: sequías, incendios forestales, inseguridad alimentaria, escasez de agua, inundaciones costeras, proliferación de enfermedades y agitación social.
El cambio climático es uno de los nueve límites planetarios que los científicos han identificado y nos advierten que cruzamos a costa de nuestra seguridad. Estos límites representan “umbrales por debajo de los cuales la humanidad puede operar de manera segura y más allá de los cuales no se puede confiar en la estabilidad de los sistemas planetarios”. Estos “indicadores clave del desempeño” (KPI por sus siglas en inglés) del planeta, como los denomina Gail Whiteman, profesora de administración en la Universidad de Lancaster, señalan que hay peligro.2 Al sobrepasar los límites sostenibles de uso del sistema terrestre, de los contaminantes (entre ellos, los plásticos), los residuos de nitrógeno y fósforo, y las nuevas emisiones químicas estamos provocando una reducción de los índices de productividad agrícola, la degradación de los ecosistemas marinos y, sobre todo, un aumento de los índices de extinción de especies. Este último impacto, que los científicos han nombrado la “sexta extinción masiva”, podría provocar la desaparición de la mitad de las especies que actualmente habitan en el mundo para el año 2100.3 Al igual que las catástrofes naturales extinguieron a los dinosaurios, las especies viables se enfrentan hoy a una catástrofe similar debido a las acciones humanas que están alterando los ecosistemas del planeta.4 En resumen, a través del crecimiento de nuestra población y de la economía que la sustenta, ahora influimos en la biosfera de formas sistémicas que no tienen precedentes y que aún no comprendemos del todo.
Si no cesa, es probable que el cambio climático cause daños económicos mundiales por un valor estimado a la fecha de hasta 22.5 billones de dólares para 21005 en pérdidas de productividad laboral, disminución del rendimiento de los cultivos, escasez de alimentos, muertes prematuras, daños materiales, desmantelamiento de redes de infraestructura, escasez de agua, contaminación atmosférica, inundaciones e incendios, por mencionar algunos.
El Banco de Pagos Internacionales, una organización coordinadora que agrupa a los bancos centrales del mundo, advirtió en 2020 que el cambio climático podría generar una desarticulación económica de las más graves en la historia.6
Debemos reducir, eliminar e incluso recuperar en gran medida las emisiones de gases de efecto invernadero si queremos estabilizar la temperatura global. Según Dimitri Zenghelis, economista de la Universidad de Cambridge, un objetivo tan radical como este “significa que habrá que cambiar la forma y la estructura del capitalismo moderno”,7 ya que el sector de los combustibles fósiles sustenta gran parte de nuestra economía actual. Además de este diagnóstico pragmático, nos enfrentamos al pronóstico moral de que las nefastas consecuencias de la inacción recaerán injustamente en la mayoría de la humanidad, tanto ahora como en el futuro, debido a una pequeña minoría. Como se pregunta el activista climático Duane Elgin, “¿Cuándo expresará la humanidad su indignación moral por el hecho de que es incorrecto devastar un planeta entero para incontables generaciones venideras solo para satisfacer los deseos consumistas de una fracción de la humanidad en el lapso de una sola vida?”.8
Reconocer el alcance limitado de las soluciones en política económica | Para hacer frente al cambio climático, los economistas recomiendan la tarificación del carbono para crear señales de mercado que orienten la estrategia corporativa y la actividad empresarial hacia actividades menos intensivas en el uso de carbono. Aunque es una herramienta importante para abordar este problema, no será suficiente para catalizar el cambio masivo de los sistemas que reducirá las emisiones de carbono a cero en el tiempo necesario. Solo propiciará cambios incrementales, y estos no cambiarán de fondo al sistema que originó el problema; al contrario, seguirán empeorándolo.
Para empezar, estos ajustes del mercado tratan el sistema económico aislado del sistema planetario. Esa es una premisa falsa. Ambos sistemas son inextricables, pese a que cambian a ritmos drásticamente diferentes. El ritmo de cambio del sistema planetario debe dictar el ritmo de cambio del sistema económico, y no al revés. En 2021, la concentración atmosférica media mundial de CO2 fue de 413.2 partes por millón (ppm), la cual marcó un nuevo récord, con un salto de 3.3 ppm sobre el nivel de 2019, y un incremento de 150% por encima del nivel en la era preindustrial. Este fue el quinto aumento anual más alto en los 63 años de registros que ha llevado a cabo la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica en Estados Unidos, a pesar de la desaceleración económica mundial provocada por la pandemia de COVID-19.9 La temperatura media mundial alcanzó 1.1°C por encima del nivel en la época preindustrial, y tanto las emisiones como la temperatura están aumentando con independencia del ritmo de cambio de nuestra economía. Para empeorar las cosas, el ritmo de aumento de la concentración de CO2 ahora es más rápido que las 2 ppm anuales que los científicos habían previsto en el pasado.10
Si no asumimos el reto del cambio climático antes de 2030, los daños al clima mundial serán irreversibles.11 Los modelos científicos advierten que una concentración de CO2 de 450 ppm es factible que produzca un aumento de la temperatura promedio por encima de los 2°C, el nivel fijado por la comunidad internacional como el umbral “peligroso”. Si alcanzamos los 3°C, el riesgo de que se produzcan “puntos de inflexión” irreversibles aumentará de manera drástica, lo que dará lugar al colapso de las capas de hielo, la elevación del nivel del mar y una sustancial extinción de las especies.12 En nuestra trayectoria actual, el incremento de la temperatura podría superar los 4°C a finales de siglo.13 Esta es la escala temporal en la que debe producirse el cambio del sistema económico.
En lugar de tomar medidas drásticas e inmediatas, esperamos que se desarrollen soluciones de mercado mientras el planeta atraviesa los umbrales medioambientales críticos. No basta con adaptarnos o innovar para salir de esta crisis: la vida humana no puede sobrevivir en una temperatura de bulbo húmedo superior a 35°C, un umbral que algunas regiones del mundo ya han superado. En mayo de 2022, por ejemplo, India y Pakistán soportaron a una ola de calor sin precedentes que, según los expertos, puso a prueba “los límites de la capacidad de supervivencia humana.”14 Incluso si dejáramos de incrementar el CO2 hoy, la temperatura seguiría subiendo, ya que las emisiones liberadas con anterioridad siguen sobrecalentando la atmósfera.15 En última instancia, la realidad científica y pragmática dictan que dejemos de quemar combustibles fósiles. Este cambio debe producirse con mayor celeridad de lo que las soluciones en política económica por sí mismas pueden concretar.
Aceptar que reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero presenta un reto existencial para la industria | La lógica económica de la producción de hidrocarburos se basa en externalizar los costos para la vida humana y no humana. Mientras las empresas de combustibles fósiles luchan sin éxito por ser parte de la solución climática, solo proponen respuestas incrementales y limitadas que no abordan el problema de fondo.
Primero, varias empresas de combustibles fósiles (y otros emisores de carbono, como los fabricantes de cemento) tienen puestas sus esperanzas en las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CAC) para compensar sus emisiones. Sin embargo, estas tecnologías aún no están listas para comercializarse; de hecho, la mayoría emiten más CO2 del que capturan. En opinión de muchos expertos, según un artículo publicado en The Climate Herald, “no es posible que la mayoría de los métodos de captura y uso del carbono reduzcan suficientemente las emisiones industriales de CO2 a tiempo para apoyar los objetivos del Acuerdo de París.”16 Sería insensato apostar el futuro a una tecnología no probada.
Segundo, y lo más importante, aunque 12 de las mayores empresas de combustibles fósiles del mundo tienen previsto reducir sus emisiones de carbono y metano en 50 millones de toneladas métricas anuales para 2025, estos objetivos no son vinculantes y no incluyen las emisiones de Alcance 3, es decir, las que se emiten cuando se quema el petróleo, la gasolina y el diésel que venden las empresas.17 En el caso de ExxonMobil, por ejemplo, las emisiones de Alcance 3 representan alrededor del 90% de la huella de carbono de la empresa.18 Otra de las grandes petroleras, bp, también se ha comprometido a lograr la neutralidad de carbono, lo que incluye una reducción del 20% de algunas emisiones de Alcance 3, pero la empresa define esas emisiones de forma restrictiva, como solo aquellas en las que la empresa tiene una participación de capital: en concreto, las emisiones de CO2 procedentes de la combustión de la producción de petróleo crudo, gas natural y líquidos de gas natural.19 El reto para cualquier empresa de combustibles fósiles de lograr la neutralidad neta real es monumental y casi imposible. Reducir a cero las emisiones de Alcance 3 en las fases posteriores plantea un reto existencial para la industria y exige que esas empresas cierren o vendan sus activos de combustibles fósiles.
Destrucción compasiva
La historia ha marcado la desaparición repetida de sectores que en su momento fueron prósperos debido a las fuerzas competitivas de lo que Joseph Schumpeter llamó “destrucción creativa”,20 en la que el mercado “permanentemente revoluciona la estructura económica desde dentro, al permanentemente destruir a la anterior y permanentemente crear una nueva”. La industria de las máquinas de escribir desapareció con el auge de las computadoras personales, y la industria de los focos incandescentes se ha atenuado a medida que las alternativas de iluminación de ahorro de energía, como las lámparas fluorescentes compactas (LFC) y los diodos emisores de luz (conocidos como LED), son más competitivas en precio.
La destrucción creativa también ha obligado a que empresas individuales se recreen a sí mismas. La multinacional finlandesa Nokia se fundó en 1865 como una fábrica de papel, y desde entonces se ha expandido a los sectores del cable, botas de hule, neumáticos y, por último, hardware y software de telecomunicaciones. La empresa 3M empezó en 1902 como Minnesota Mining and Manufacturing Company (Empresa Minera y Manufacturera de Minnesota), y fabricaba lijas y muelas abrasivas; hoy la empresa fabrica una amplia variedad de productos, como equipos de protección personal, películas para ventanas, productos dentales y de ortodoncia, productos médicos, productos para cuidado y mantenimiento automotriz, software para el cuidado de la salud y notas Post-it. Estos ejemplos representan la adaptación a las cambiantes condiciones del mercado, no la desaparición de sectores enteros por razones ajenas al mercado.
Al mismo tiempo hemos sido testigos del fin de sectores específicos debido a la regulación gubernamental, como la legislación en Estados Unidos que prohibió el uso del dicloro difenil tricloretano (DDT) en 1972, con lo que se destruyó la industria del asbesto en 1989 y que hoy en día está a punto de acabar con la industria de las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS por sus siglas en inglés). No obstante, estos sectores no estaban tan entrelazados con la economía y sociedad mundial como los combustibles fósiles.21
En la actualidad, una vasta red física, económica y política sustenta al sector del petróleo, carbón, gas y los productos químicos relacionados. Esta red no puede sustituirse sin una enorme disrupción política, social y tecnológica. Así que, en lugar de una “destrucción creativa”, nos enfrentamos al reto de gestionar una “destrucción compasiva”, en la que guiemos todos los elementos complejos y expansivos del sector de los combustibles fósiles a través de una transición justa y ordenada hacia una economía libre de carbono.
Elegir el tratamiento
Desde que las máquinas de vapor impulsadas por carbón dieron lugar a la Revolución Industrial, los combustibles fósiles han proporcionado la energía que impulsa la mayor parte de la actividad económica mundial. Si bien disponemos de fuentes de energía nuclear y renovables, casi el 80% del consumo de energía primaria sigue siendo de combustibles basados en el carbono, y acabar con ello no será fácil. El director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, advierte: “Despojar sectores enteros —o simplemente pasar los activos intensivos en carbono de los mercados públicos a los privados— no hará que el mundo llegue al cero neto”. Centrarse solo en reducir la oferta y no la demanda, argumenta, no hará sino aumentar los precios de la energía y fomentar una reacción más fuerte contra los esfuerzos de la energía verde.22 Pero la complejidad, centralidad e interconexión de los combustibles fósiles en la economía crea una paradoja. La desaparición del sector debe orquestarse con cuidado, y eso llevará tiempo. Por el contrario, la urgencia impuesta por los cambios que ya se están llevando a cabo en el entorno natural obliga a emprender el desenlace con rapidez.
El paciente necesita atención urgente. Para considerar este tipo de cuidado, reconocemos que las empresas han sido dotadas de ciertos derechos y responsabilidades de los que tradicionalmente han disfrutado los seres humanos y nos planteamos la siguiente pregunta obvia: si una empresa fuera una persona, ¿puede ser asistida en la muerte igual que una persona? Y, en ese caso, ¿cómo le brindamos atención compasiva y consuelo al paciente moribundo, así como a los afectados por su fallecimiento? Para responder a estas preguntas, proponemos tres modelos diferentes.
Triaje | Nuestro primer modelo, el triaje, es un enfoque que requiere tomar decisiones difíciles ante prioridades contradictorias y recursos limitados. De acuerdo con la guía del Departamento de Defensa de Estados Unidos sobre la cirugía de guerra de emergencia, el triaje implica “un proceso de clasificación para identificar y priorizar el tratamiento dadas las limitaciones de la situación actual, la misión y los recursos disponibles (tiempo, equipos, suministros, personal y capacidad de evacuación).”23 Conlleva la asignación de tratamientos para los distintos padecimientos del paciente y, en casos más extremos, la decisión de extirpar un miembro u órgano enfermo. ¿Cómo podría aplicarse el triaje corporativo a una empresa de combustibles fósiles?
Encontramos un ejemplo reciente de 2021, cuando el inversor Third Point instó a que Royal Dutch Shell se dividiera en “múltiples empresas independientes”, al separar las líneas de negocio sostenibles de las líneas de combustibles fósiles tradicionales. Third Point sostuvo que la amputación del negocio de extracción, diseñada para maximizar la supervivencia de Shell, obligaría a la empresa a acelerar el cambio hacia negocios con menores emisiones de carbono, al mismo tiempo que presentaría una visión para la supervivencia de la corporación después de la “operación”.24 En este caso, un inversor externo prescribió el enfoque basado en el triaje, pero algunas empresas en otros sectores se lo han implementado a sí mismas. Tras la invasión rusa a Ucrania en 2022, bp abandonó su participación del 19.75% en la empresa rusa de combustibles fósiles Rosneft, incurriendo en cargos de hasta 25,000 millones de dólares.25
Ahora bien, el triaje también puede dar lugar a un nuevo tipo de entidad, con lo que se vuelve realmente transformador. En 2022, un multimillonario y una empresa canadiense de gestión de activos lanzaron una inusual oferta conjunta para tomar el mando de la compañía energética australiana AGL Energy y convertirla en una empresa de energías renovables al cerrar sus centrales eléctricas de carbón antes de lo previsto.26 Del mismo modo, CVS Pharmacy utilizó el triaje en 2014 para pasar de ser una farmacia a una empresa de atención médica al poner fin a la venta de tabaco. A pesar de que el tabaco constituía una parte rentable del negocio en ese momento, el presidente y director ejecutivo Larry Merlo declaró que “la venta de productos de tabaco es incompatible con nuestro propósito”, que era “ayudar a las personas en su camino hacia tener una mejor salud.”27
Eutanasia | Nuestro segundo modelo, la eutanasia, se define en el diccionario Merriam-Webster como “el acto o práctica de matar o permitir la muerte de individuos irremediablemente enfermos o heridos (como personas o animales domésticos) de una forma casi indolora por razones de piedad.”28
La idea no es ajena a la economía. John Maynard Keynes pidió en una ocasión “la eutanasia de la clase rentista”, aquellos que extraen beneficios o rentas pero no crean riqueza en la economía agregada29 y que, en palabras de Joseph Stiglitz, “destruyen la riqueza como resultado de quitársela a otros”.30 En la actualidad, las empresas de combustibles fósiles producen petróleo que se quema para sostener nuestra economía pero crean emisiones de gases de efecto invernadero que están destruyendo la riqueza de otros, a través del aumento de sequías, incendios forestales, inseguridad alimentaria, escasez de agua, inundaciones costeras, proliferación de enfermedades y agitación social que pueden derivarse de la quema del petróleo. Un futuro en el que abordemos el cambio climático puede requerir la eutanasia de todo el sector.
Decidir sobre la eutanasia empresarial de forma compasiva exige un proceso deliberativo. Para los pacientes humanos, las decisiones sobre la eutanasia requieren protocolos que incluyen un diagnóstico terminal, la certificación de un médico de consulta, un examen psicológico y una explicación de las alternativas, incluidos los cuidados paliativos, el asilo y las opciones de tratamiento del dolor. Para los pacientes corporativos puede ser necesario un protocolo similar. Lo más probable es que ese protocolo esté guiado por el gobierno, pero debe incluir al paciente y a los afectados.
Por ejemplo, en 1964, el Director General de Salud Pública en Estados Unidos recomendó que se establecieran controles drásticos sobre el consumo del cigarro para proteger la salud pública. Las empresas tabacaleras como R.J. Reynolds y Brown & Williamson se arriesgaban a perder miles de millones de dólares en ingresos si los cigarros tenían relación con el cáncer, y desarrollaron una campaña múltiple para sembrar dudas y confusión en la ciencia del cáncer causado por el cigarro.31 Como resultado, pasaron cuatro décadas hasta que los cigarros fueron controlados mediante regulación gubernamental, y un sinnúmero de personas se enfermaron o murieron como consecuencia de ello. Por fin, en 1998, las cuatro mayores empresas tabacaleras en Estados Unidos firmaron el Acuerdo Marco de Conciliación (MSA, por sus siglas en inglés), que obligaba a las empresas a realizar pagos anuales a los 46 estados participantes en compensación por los costos médicos derivados de la atención a personas con enfermedades relacionadas con el tabaquismo. El MSA también disolvió varios grupos comerciales del tabaco (como el Tobacco Institute [Instituto del Tabaco]) y prohibió la mayoría de las formas de publicidad del tabaco.32
Un paso importante en la eutanasia es aceptar la decisión extrema a la que se enfrentan el paciente, el médico y los afectados por el resultado. Varios actores de la industria de los combustibles fósiles han negado la ciencia climática y han financiado campañas de desinformación y desorientación, tal como lo hizo la industria tabacalera, para impedir que se tomen medidas contra el cambio climático.33 Hoy en día, el sector de los combustibles fósiles sigue desviando la responsabilidad de las empresas y utiliza la retórica de la demanda de los consumidores para individualizar la responsabilidad.34 No está preparado para afrontar el pronóstico al que se enfrentó la industria tabacalera. En cambio, sigue centrándose en lo que mejor sabe hacer: encontrar, extraer, refinar y comercializar combustibles fósiles.
De hecho, las empresas de combustibles fósiles han tomado pocas medidas climáticas concretas y siguen explotando los mercados de combustibles fósiles, según un estudio reciente de sus informes anuales, ingresos y gastos.35 Por ejemplo, ante el declive de los mercados de combustibles fósiles precipitado por, entre otras cosas, la electrificación de la flota automovilística, las empresas de combustibles fósiles han buscado nuevos mercados. En particular, la atención se está desplazando a la producción química y, de manera particular, a los plásticos. El Foro Económico Mundial predice que se duplicará la producción de plásticos para 2035 y se cuadruplicará para 2050, y proyecta que para 2050 los océanos del mundo contendrán más plástico que peces (en peso).36 Esta transición no es más que un desplazamiento del problema, ya que puede reducir la medida en que cruzamos un límite planetario (cambio climático) y aumentar la medida en que cruzamos otro (nueva entidad o contaminación química).
El paciente niega su estado terminal y se dedica a negociar. Por ejemplo, la esperanza de que la industria de los combustibles fósiles se salvará gracias a la captura y almacenamiento de carbono, se asemeja a la de un enfermo terminal que espera una cura milagrosa. Los líderes de la industria también utilizan la excusa de “la culpa la tiene la demanda” para evitar asumir responsabilidades.37 Pocas horas después de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero de 2022, el American Petroleum Institute (Instituto Estadounidense del Petróleo, API por sus siglas en inglés) comenzó a pedirle a la Casa Blanca que “garantizara la seguridad energética en el país y en el extranjero” al permitir más perforaciones de petróleo y gas en tierras públicas, ampliar las perforaciones en aguas estadounidenses y reducir las regulaciones que limitan la actividad de los combustibles fósiles.38 El sector de los combustibles fósiles da pocos indicios de que puede regularse a sí mismo a la hora de encontrar, extraer, refinar y comercializar combustibles fósiles. Sin embargo, al igual que la industria tabacalera en el pasado, las empresas de combustibles fósiles ahora deben hacer frente a las demandas que han interpuesto los procuradores estatales por engañar al público sobre el cambio climático y los peligros del uso de combustibles fósiles.39
Asilo | Nuestro tercer modelo, el asilo, puede activarse si el paciente llega a aceptar su estado terminal. El US National Institute on Aging (Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos) explica el asilo como un régimen de tratamiento que “proporciona cuidados integrales de confort, así como apoyo a la familia, pero ... deja de realizar intentos para curar la enfermedad de la persona. Se le brinda asilo a una persona con una enfermedad terminal cuyo médico considera que le quedan seis meses de vida o menos si la enfermedad sigue su curso natural.”40
De la misma manera que los médicos están entrenados para salvar al paciente, los líderes empresariales están entrenados para salvar a la empresa. Aunque la quiebra y liquidación son situaciones a las que se enfrentan muchos de ellos, estas decisiones no se toman cuando las empresas individuales tienen solidez financiera. Pero al igual que los médicos que se preocupan cada vez más por la calidad de vida, no solo por prolongar su duración, los líderes empresariales deben hacer lo mismo, y determinar cuándo no existe un camino viable que pueda equilibrar las necesidades de la Tierra y la humanidad con las de la empresa. Deben planear la muerte de una organización, una decisión que afecta a muchas de las partes interesadas de múltiples maneras y, para los más cercanos, es un proceso emocional similar. Los empleados a menudo vinculan su identidad a su trabajo, y decidir dejarlo ir y seguir adelante puede ser un reto para ellos. Para los clientes, inversores, proveedores y otros, esa decisión crítica también puede ser problemática.
Están surgiendo indicios de que este régimen de tratamiento es posible, ya que algunos líderes del sector de los combustibles fósiles están debatiendo si su pronóstico es terminal. Mientras muchos siguen en una de las cuatro primeras etapas del duelo que la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross asoció con aceptar la muerte —negación, ira, negociación y depresión—, otros están avanzando hacia la aceptación41 de que la ciencia del cambio climático es real y que su industria es la principal causa de la crisis. Por ejemplo, la Agencia Internacional de la Energía, un grupo multilateral cuyo mandato es garantizar la seguridad y la estabilidad energéticas a nivel mundial, publicó un informe en 2021 en el que exhortaba a que se detuvieran de inmediato las inversiones en nuevos proyectos de petróleo y gas natural, y que se pusiera fin a la venta de nuevos vehículos de gasolina y diésel para 2035, de modo que la industria energética mundial pudiera alcanzar el cero neto de emisiones de carbono para 2050.42
Para este proceso deliberativo es fundamental la noción de control y dignidad, algo que los asilos intentan proporcionar mediante la gestión de las complejidades físicas, sociales y emocionales. El núcleo del enfoque de la atención en un asilo es la “creencia de que cada uno de nosotros tiene derecho a morir sin dolor y con dignidad, y de que las familias recibirán el apoyo necesario para ello”43 a través de cuidados compasivos, asesoría y apoyo a los familiares y amigos de los pacientes. Del mismo modo, el asilo corporativo puede ayudar a quienes forman parte de una empresa o sector, o están asociados a ellos, a aceptar y planear para el final de la vida que conocen y a mirar hacia lo que está por venir.
Cualquiera que sea la forma que adopte, la muerte no es solo un final, sino el principio de una transformación a otro estado, ya sea la transición espiritual del alma o la transición física del cuerpo. En este sentido, nos preguntamos si en verdad muere la compleja red que constituye el sector de los combustibles fósiles o se transforma en algo nuevo. Al igual que en la donación de órganos, algunos de los activos económicos y humanos del sector pueden redistribuirse hacia algún nuevo propósito. Las personas que trabajan en el sector tienen una increíble experiencia financiera, analítica y geofísica que puede (y debería) ser reconocida como un activo potencial para un futuro sostenible. Además, el valor de marca de los logotipos de Shell, ExxonMobil y bp tienen un valor de legado para atraer a los propietarios de automóviles eléctricos a las estaciones de recarga como símbolos de reabastecimiento. Incluso algunos activos físicos se reutilizarán. En 2021, se compró una refinería de petróleo inactiva en Terranova, Canadá, que será reconvertida para fabricar biocombustibles a partir de aceite de cocina usado, aceite de maíz y grasa animal.44 El proceso que nos lleve a este resultado debe fundamentarse en el trato compasivo, el consentimiento informado y deliberado, y la consulta con las partes afectadas y otros.
Gestionar el final
Las proyecciones sobre cuánto dinero se necesita para una transición energética que abandone los combustibles fósiles en las próximas tres décadas oscilan entre 100 y 150 billones de dólares.45 Esta cantidad representa tanto oportunidades empresariales históricas como desarticulaciones masivas con problemas colaterales que deben ser gestionadas para una transición justa y ordenada. Los modelos de triaje, eutanasia o asilo representan un desafío nuevo e inusual para el gestor empresarial. Un proceso de atención y tratamiento compasivos requiere que el líder comprenda la complejidad del ecosistema empresarial e identifique los puntos de apoyo para la innovación y el cambio en al menos cuatro niveles: la empresa, la economía, la sociedad en su conjunto y, en última instancia, el propio liderazgo. En concreto, sugerimos 10 conjuntos de consideraciones y preguntas críticas.
Gestionar la estrategia empresarial
Las implicaciones del triaje, la eutanasia o el asilo para una empresa son graves y requieren una cuidadosa deliberación para una transición ordenada. Los directivos de las empresas se enfrentan a una serie de consideraciones al asumir la responsabilidad de cómo este régimen de tratamiento puede afectar a sus empleados y a las comunidades en las que operan.
1. Ocasionar el fin de todo el sector mediante la colaboración empresarial. El cierre del sector de los combustibles fósiles exigirá la participación y colaboración de un amplio abanico de actores. No solo tendrán que participar empresas públicas como ExxonMobil, bp, Total SA y Chevron, sino también las petroleras nacionales que sustentan las economías de países como China, Arabia Saudita, Rusia, Brasil, India, Irán y Venezuela. Si una empresa de combustibles fósiles dejara de producir, otra ocuparía su lugar, una que podría tener menos escrúpulos respecto a las normas medioambientales, sociales, de seguridad y políticas. Este nivel de cooperación mundial es de una magnitud sin precedentes.
Un modelo empresarial para gestionar la acción colectiva es la “colaboración precompetitiva”, en la que los líderes de la industria trabajan para llegar a un consenso sobre el rumbo del sector de los combustibles fósiles y de la economía en su conjunto para el futuro.46 La colaboración precompetitiva utiliza un marco interactivo y colaborativo que reúne a todos los actores relevantes para coordinar sus preocupaciones, prioridades y acciones. De este modo, la atención puede ir más allá de las soluciones incrementales para abordar las causas profundas de los problemas desde múltiples y diversos puntos de vista. Como tal, no solo deben formar parte de este proceso los directores ejecutivos de las empresas de combustibles fósiles alrededor del mundo, sino también representantes de gobiernos, asociaciones comerciales, centros de investigación, colectivos de activismo medioambiental, grupos indígenas locales y otras tantas partes.
2. Proteger a los trabajadores y evitar la fuga de mano de obra durante la transición. De la misma manera que el cuidado compasivo de un paciente moribundo requiere consolar a los familiares y amigos, una transición justa y ordenada significa no dejar atrás a ninguna persona.47 Cuando una empresa anuncia un plan para poner fin a sus actividades relacionadas con los combustibles fósiles, ¿se irán de la empresa los empleados que tienen oportunidades en otros lugares, dejándola escasa de talento para ejecutar sus planes? ¿Cómo se gestionará la pérdida de puestos de trabajo? Algunas competencias no tendrán dificultad en transferirse a otro campo (por ejemplo, los contadores y vendedores), mientras que otras son muy específicas al sector (por ejemplo, los peones en los campos petrolíferos). El número estimado de personas que trabajan en el sector de los combustibles fósiles varía bastante, y oscila entre 1 millón48 y 2.6 millones.49 La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos calcula que 565,000 personas trabajan en el sector de la minería, la explotación de canteras y la extracción de petróleo y gas, y 133,300 personas trabajan en el subsector de la extracción de petróleo y gas.50 Si se eliminara en gran medida el consumo de combustibles fósiles durante un periodo de 20 años (un escenario extremo), algunos economistas calculan que se perderían un promedio de 53,600 puestos de trabajo al año.51 La Agencia Internacional de Energías Renovables calcula que casi 8 millones de empleos en la industria de los combustibles fósiles podrían verse directamente desplazados en todo el mundo para el año 2050.52
A medida que las industrias de combustibles fósiles vayan decayendo, la transición debe gestionarse con dignidad, ofreciéndoles a los trabajadores desplazados oportunidades de empleo, educación y pensiones para agradecerles su contribución a la creación de un mundo moderno.
Este esfuerzo también podría dar pie a que se identifiquen oportunidades paralelas en industrias que necesitan competencias similares (por ejemplo, perforación geotérmica, seguimiento de la captura de carbono, nuevas prioridades de los grupos de presión). Igual que ocurre cuando un paciente está muriendo, tenemos que asegurarnos de que sus dependientes reciben los cuidados necesarios. Estos cuidados requieren una visión clara y un plan de transición que fomente la inclusión y catalice una reforma a largo plazo que energice a los empleados con talento con nuevos retos que afrontar.
3. Superar la resistencia política y social al cambio. El declive y final del sector de los combustibles fósiles precipitará reacciones políticas, económicas y sociales. Quienes salgan perdiendo durante la transición lucharán con tenacidad para proteger lo que tienen. En varios estados de la unión americana, el grupo de presión conservador American Legislative Exchange Council (Consejo de Intercambio Legislativo de Estados Unidos, ALEC por sus siglas en inglés) está recomendando que entren en vigor leyes para elaborar listas negras de empresas que boicotean la industria de los combustibles fósiles con el fin de proteger a las empresas de la venta de acciones y otras medidas destinadas a abordar la crisis climática.53 En una carta abierta emitida en enero de 2022 dirigida al contralor de cuentas públicas en Texas, Glenn Hegar, el vicegobernador del mismo estado, Dan Patrick, le llamó la atención a Fink, director general de BlackRock, por “discriminar de manera arbitraria a la industria del petróleo y el gas” y declaró: “Si Wall Street le da la espalda a Texas y a nuestra próspera industria del petróleo y el gas, Texas no hará negocios con Wall Street.”54 La industria de los combustibles fósiles es central para la economía y cultura de estados como Texas, y el cimiento de la prosperidad nacional y el poder geopolítico de naciones como Arabia Saudita, Venezuela y Rusia. El liderazgo empresarial tendrá que identificar a las partes interesadas y hacer que se involucren en la transición y sus consecuencias. Al igual que la planeación del final de la vida implica la preparación de un testamento, una transición justa y ordenada incluye un plan para ayudar a los que se quedan atrás.
Gestionar los impactos económicos más amplios
Los efectos del triaje empresarial, la eutanasia o el asilo no se limitan a las propias empresas que se someten a estos procesos. La industria de los combustibles fósiles tiene repercusiones en la economía general que deben gestionarse, del mismo modo que deben negociarse las repercusiones de un moribundo en sus familiares, amigos y colegas.
4. Tener en cuenta el pleno alcance del impacto financiero de la transición. El sector emergente de las energías limpias está creciendo con rapidez. Algunos cálculos estiman que casi 3.3 millones de estadounidenses conforman la base de empleo formal, con lo que superan en número a los trabajadores de los combustibles fósiles en más de 3 a 1.55 Este crecimiento está impulsado en gran parte por la innovación tecnológica y las decisiones políticas. El costo promedio de la energía eólica bajó de 7 centavos por kWh en 2009 a menos de 2 centavos en 2019.56 El costo de la energía solar fotovoltaica disminuyó un 99% entre 1980 y 2012.57 Sin embargo, en 2020, el sector internacional de las energías renovables obtuvo unos ingresos de 692,800 millones de dólares,58 mientras que los ingresos mundiales del petróleo y el gas alcanzaron alrededor de 2.1 billones de dólares.59 Los investigadores de mercado estiman una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) para las energías renovables de más del 8% entre 2021 y 2030,60 pero de menos del 2% para el petróleo durante el mismo periodo.61 A medida que el mercado se transforma, el sector de los combustibles fósiles, como base de la energía para la economía moderna, debe desempeñar un papel significativo tanto en el proceso como en el resultado de la transición energética que está en progreso, incluida la redistribución de los activos financieros.
Las 10 empresas de combustibles fósiles líderes en el mundo disfrutan de una capitalización bursátil de 3.3 billones de dólares.62 Sesenta de los bancos comerciales y de inversión más grandes en el mundo invirtieron en conjunto 3.8 billones de dólares en combustibles fósiles entre 2016 y 2020.63 En los primeros nueve meses de 2021, las 24 mayores empresas de petróleo y gas obtuvieron 174,000 millones de dólares en ganancias, y 11 de ellas pagaron 36,500 millones de dólares a los accionistas de forma colectiva.64 ¿Cómo se mantendrán y se realizará la transición de estas inversiones? Si una empresa anuncia un plan para poner fin a sus actividades relacionadas con los combustibles fósiles, ¿se irán los inversores de la empresa, dejándola sin capital para ejecutar sus planes? Del mismo modo, ¿los inversores que permanezcan en la empresa verán cómo disminuye su capital? Por último, ¿debería compensarse a las empresas de combustibles fósiles y a sus inversores por los combustibles fósiles que permanecen en el suelo, el combustible que fue considerado en la valoración de estas empresas y fue el que atrajo a los inversores en primera instancia?
5. Controlar el destino de los productos utilizados y no utilizados. Existen 1.65 billones de barriles de reservas probadas de petróleo en el mundo, que equivalen a 46.6 veces los niveles de consumo anual mundial y durarán al menos otros 50 años.65 La Agencia Internacional de la Energía prevé un pico de demanda entre 2020 y 2040; la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé un aumento de la demanda, seguido de un periodo de estancamiento después de 2035. Si se quema ese petróleo, los modelos científicos predicen que no podremos mantener las temperaturas planetarias en niveles seguros para la vida humana. Entonces, ¿cómo gestionar lo que se convertirá en un “activo en desuso”, al mismo tiempo que evitamos el mercado negro y buscamos una solución equitativa? ¿Qué impedirá que los desertores extraigan ese valioso petróleo?
Las respuestas a estas preguntas deben incluir limitaciones de la oferta (en otras palabras, la implementación de prohibiciones de extracción), limitaciones de la demanda (es decir, la reducción del valor del petróleo gracias a las alternativas) y, en aras de la equidad, requisitos variables en todo el mundo que les permitan a algunas naciones en desarrollo quemar petróleo durante un periodo de transición prescrito mientras tratan de satisfacer sus necesidades primarias. A nivel local, podemos reducir los daños económicos si intentamos adecuar las necesidades a los conocimientos especializados (por ejemplo, las plantas geotérmicas necesitan expertos en perforación, mientras que las nuevas empresas energéticas necesitan expertos en comunicaciones y sistemas energéticos).
6. Proteger a los trabajadores indirectos de las industrias relacionadas. Por cada trabajador que se ve directamente afectado por el fin del sector de los combustibles fósiles, se deben considerar otros puestos de trabajo que dependen de ese sector. En India, cada minero del carbón asalariado genera hasta 10 empleos locales adicionales a través de su consumo. Si se pierde el empleo del minero del carbón, también desaparecen otros empleos locales.66 En Estados Unidos, la industria de los combustibles fósiles genera casi 7.2 millones de empleos indirectos. Por ejemplo, la industria del petróleo y el gas natural adquiere bienes de capital a diversos proveedores estadounidenses; estos generan ingresos de 177,000 millones de dólares en nuevos equipos y estructuras.67 Incluso las empresas que dicen rechazar los combustibles fósiles (por ejemplo, los fabricantes de ropa) dependen de productos petroquímicos derivados del petróleo y el gas natural. Este tipo de impactos puede tener un alcance regional, y los esfuerzos para proteger las economías regionales deberían formar parte de la transición energética.
Gestionar las cuestiones sociales y políticas
Se vuelve más difícil tomar decisiones sobre el triaje, la eutanasia y el asilo para una empresa no solo por estas consideraciones, sino también por otras repercusiones sociales complejas. Los líderes de las empresas deben tener en cuenta el proceso y la distribución de estas repercusiones para sopesar la equidad de quienes cargarán con los costos.
7. Mantener la justicia y equidad para todas las comunidades. Millones de puestos de trabajo de la industria de los combustibles fósiles podrían verse desplazados para el año 2050. No obstante, estos desplazamientos no se producirán de manera uniforme y afectarán a algunas comunidades más que a otras. En Wyoming, por ejemplo, casi 8,400 personas trabajan en el sector del carbón68 y casi 68,000 en los de gas natural y petróleo;69 estas industrias constituyen en total alrededor del 16.6% de los puestos de trabajo en el estado.70 A su vez, más de la mitad de los ingresos fiscales estatales y locales proceden del sector de los combustibles fósiles.71 Otros estados que en gran medida dependen de esta industria son Oklahoma, Dakota del Norte, Texas, Luisiana, Alaska, Nuevo México y Virginia Occidental. Las economías de estos estados podrían quedar devastadas si la industria decayera y no se tomaran medidas para compensar el impacto económico; de forma muy parecida a como la desaparición de puestos de trabajo en la industria de la manufactura convirtió a las economías del medio oeste de Estados Unidos en el “rust belt” (cinturón de óxido) en la década de 1980. Los combustibles fósiles siguen siendo una fuente de empleo de enorme importancia en todo el mundo, y los puestos de trabajo relacionados con los combustibles fósiles suelen ofrecer salarios más altos y mejores prestaciones que la mayoría de los empleos.72
A medida que la industria de los combustibles fósiles disminuya o desaparezca, ¿cómo se protegerán las economías de los países en desarrollo? ¿Podrán invertir en infraestructuras necesarias para convertir sus economías a combustibles y empleos no basados en el carbono? ¿Pueden protegerse de los esfuerzos de las partes interesadas en los combustibles fósiles para obtener ganancias por los ingresos perdidos? En 2021, las empresas de combustibles fósiles interpusieron demandas a los gobiernos de todo el mundo por más de 18,000 millones de dólares después de que las medidas contra el cambio climático pusieron en riesgo sus beneficios. Presentaron estas demandas bajo el amparo del Tratado sobre la Carta de la Energía, y los procesos judiciales se llevan a cabo en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, una rama del Banco Mundial que está fuera del alcance de los sistemas jurídicos nacionales de los países.73
8. Retirar, rehabilitar y reutilizar infraestructuras específicas. También debemos abordar la enorme infraestructura heredada del sector de los combustibles fósiles. Solo en Estados Unidos existen más de 3.2 millones de kilómetros de oleoductos de combustibles fósiles,74 129 refinerías de petróleo operativas,75 miles de vagones de tren y camiones cisterna, cerca de 542,000 tanques de almacenamiento subterráneos76 y un número similar de tanques de almacenamiento en superficie,77 y más de 150,000 estaciones de servicio (el 95% de las cuales son propiedad de operadores independientes)78 para abastecer de combustible a 287 millones de automóviles registrados y 38 millones de camiones. A nivel mundial, existen más de 600 refinerías en funcionamiento79 y 810 buques grandes portadores de crudo (very large crude carriers o VLCC por sus siglas en inglés), los cuales pueden transportar más de dos millones de barriles de crudo. ¿Cómo se redistribuirán o retirarán estos activos? Además, se avecina un enorme legado de residuos peligrosos procedentes de la minería del carbón; la exploración, refinería y transporte de petróleo, y la explotación de gas de lutitas que requerirá una rehabilitación integral. ¿Quién pagará por ello?
9. Sacarle provecho al poder de los gobiernos. La transición energética que está en progreso requiere la participación y cooperación sin precedentes de los gobiernos de todo el mundo. Tienen, y deben seguir desempeñando, un papel fundamental a la hora de determinar el ritmo de innovación hacia tecnologías sin carbono mediante políticas fiscales, subsidios, garantías de préstamos, contratación pública y apoyo a la investigación y el desarrollo.80 Cuando menos, los gobiernos deben mantener su compromiso con los objetivos de reducción de carbono, como los fijados por el Acuerdo de París de 2015, para enviarles señales de mercado claras a las empresas. La petrolera noruega Equinor ha dejado claro que para cumplir su objetivo de destinar más de la mitad de sus gastos brutos anuales a energías renovables o soluciones bajas en carbono para 2030, necesita que los líderes europeos y mundiales cumplan sus compromisos climáticos.81 Los gobiernos también deben reducir, eliminar o reconvertir los 423,000 millones de dólares anuales en subsidios a la industria de los combustibles fósiles,82 ayudar a los trabajadores de la industria de los combustibles fósiles en situación de riesgo económico a través de sesiones de reconversión profesional, apoyos a las empresas locales e inversiones en infraestructuras asociadas.83
Por último, el poder del gobierno no debe ceder frente a las empresas de combustibles fósiles y su poder de presión, quienes desembolsan casi 200 millones de dólares al año para retrasar, controlar o bloquear las políticas que abordan el cambio climático.84
Gestionar el papel del liderazgo corporativo
En última instancia, las decisiones sobre triaje, eutanasia y asilo empresariales requieren una nueva forma de liderazgo corporativo. La formación de los líderes empresariales debe actualizarse para abarcar todas las facetas de los cambios sistémicos que tales decisiones conllevan, incluidas las transformaciones de la corporación, la economía y la sociedad.
10. Renovar la educación empresarial como si las personas y el planeta realmente importaran.85 Como ponen de manifiesto estas graves formas de tratamiento —el triaje, eutanasia y asilo— y la lista de cuestiones críticas relacionadas, la transición para abandonar el sector de los combustibles fósiles es un reto sistémico monumental. Requerirá un liderazgo firme y reflexivo por parte de todo el sector de los combustibles fósiles, así como de los líderes empresariales, gubernamentales y la sociedad civil. Además, cabe destacar que requerirá una reevaluación de cómo formamos a esos futuros líderes. Estas necesidades deben guiar la transformación de la educación empresarial.
Un gran número de escuelas de negocios en Estados Unidos,86 la Unión Europea87 y otros países han empezado a reconocer la creciente urgencia del cambio climático y están incorporando este problema de forma más central en sus planes de estudios. En particular, esta visión está motivada por la magnitud del cambio de mercado que exige el cambio climático, que podría ascender a 26 billones de dólares hasta 2030 y crear 65 millones de nuevos puestos de trabajo con bajas emisiones de carbono. Estas escuelas también tienen apremio por evitar más de 700,000 muertes prematuras que serían resultado de la contaminación atmosférica.88 En respuesta, están orientando sus planes de estudio hacia el desarrollo de nuevos productos, servicios y prácticas, y examinando formas de transformar los modelos empresariales, la tecnología e innovación.89
Si bien estos esfuerzos son críticos, están pasando por alto un componente clave al centrarse solo en un lado de la ecuación: la oportunidad financiera o el ganar-ganar. En general, las escuelas tienden a prestarle poca atención, si es que se le presta alguna, al otro lado de la ecuación: el eventual ganar-perder en algunos sectores.90 Dada esta brecha, no están preparando a los estudiantes para liderar una transición justa y ordenada, la cual requerirá tomar decisiones difíciles si queremos abordar el alcance pleno de nuestros problemas climáticos. Las escuelas de negocios enseñan a los estudiantes a crear, hacer crecer y mantener empresas, no a cerrarlas. A los líderes empresariales del mañana hay que enseñarles a hacer algo que las generaciones anteriores rara vez hicieron: deben empezar a pensar de forma crítica sobre el papel de las empresas en la sociedad, su papel como gestores en la dirección de esas empresas y el sistema general en el que ejercerán su oficio.91 Como afirmaba Donald David, decano de la Escuela de Negocios de Harvard, en su ensayo “Business Responsibilities in an Uncertain World” (Responsabilidades empresariales en un mundo incierto) publicado en 1949, las empresas necesitan líderes que hagan que sus empresas formen parte de la “buena sociedad” y participen de forma constructiva en los ámbitos más amplios de la comunidad y la nación.92
La serie de consideraciones que hemos ofrecido, y otras tantas más, abren nuevas vías de investigación para enseñar aspectos importantes del papel de las empresas en la sociedad y su funcionamiento en el siglo XXI. La capacidad para desmantelar una industria tan compleja e integrada como el sector de los combustibles fósiles puede ayudarles a los estudiantes a desarrollar una comprensión más profunda de la compleja red que es la empresa multinacional moderna. Emprender una tarea de esta naturaleza mientras la empresa sigue siendo viable desde el punto de vista financiero nos lleva a un nuevo terreno, distinto de las consideraciones más directas de la quiebra y la liquidación. Al igual que un mecánico puede aprender la complejidad de un motor de combustión interna al desmontarlo, un directivo al que se le enseñe a desmantelar a conciencia una empresa y su sector estará mejor preparado para entender cómo construir otra empresa o sector con mayor éxito. La crisis climática actual ofrece la oportunidad perfecta para reimaginar la educación empresarial y la forma en que conceptualiza sectores enteros, la economía y la naturaleza del propio capitalismo.
Hora de actuar
Al momento de afrontar el final controlado del sector de los combustibles fósiles, nos enfrentamos a un sinfín de cuestiones tan complejas y entrelazadas como el propio problema del cambio climático y el sector de los combustibles fósiles, que es su principal causa. Si somos capaces de abordar estas cuestiones, podremos vislumbrar mejor la magnitud del reto sistémico que tenemos ante nosotros y podremos empezar a aplicar medidas que estén a la altura del desafío. Si no podemos, tendremos que resignarnos a seguir dependiendo del sector de los combustibles fósiles e invocar a la calamidad medioambiental y económica.
Las cuestiones que planteamos en este texto caben en el debate más amplio que aborda el papel de la empresa en el entorno político y de mercado actual y el futuro del capitalismo. Empleados, inversores, compañías de seguros y otras partes interesadas esperan cada vez más que las empresas desempeñen un papel más importante a la hora de abordar los retos sociales y medioambientales de nuestros días. En su carta anual a los directores ejecutivos de las empresas que cotizan en bolsa, Fink, director ejecutivo de BlackRock, escribió en 2018 que tienen la responsabilidad no solo de obtener beneficios, sino de hacer “una contribución positiva a la sociedad.”93 La Business Roundtable (Mesa Redonda Empresarial),94 el Foro Económico Mundial95 y otros grupos han pronunciado declaraciones similares. Con este telón de fondo, ¿cómo ponen en práctica las empresas de combustibles fósiles tales aspiraciones?
Deben actuar. Las empresas responsables de los combustibles fósiles se enfrentan a la realidad pragmática de que el sector, tal y como lo conocemos ahora, debe terminar. Debemos recurrir al mercado, y trabajar con él, para llevar a cabo esta resolución. El mercado —compuesto por empresas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y las numerosas partes interesadas en las transacciones del mercado, como consumidores, proveedores, compradores, compañías de seguros, bancos, por mencionar algunos— es la fuerza organizativa más poderosa de la Tierra, y las empresas son la entidad más poderosa dentro de él. Aun cuando el gobierno es un árbitro importante y fundamental del mercado, las empresas trascienden las fronteras nacionales y gestionan recursos que superan los de varias naciones. En efecto, si el mercado no aporta soluciones, no habrá soluciones.96 El mercado está provocando el cambio climático y debemos dirigirlo para detenerlo.
Notas
1 Intergovernmental Panel on Climate Change (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), “ Summary for Policymakers,” (Resumen para los responsables de las políticas públicas) Climate Change 2014: Impacts, Adaptation, and Vulnerability, 2014.
2 Andrew J. Hoffman, “The Next Phase of Business Sustainability,” (La próxima fase de la sostenibilidad empresarial) Stanford Social Innovation Review, Spring 2018.
3 Stockholm Resilience Center (Centro de Resiliencia de Estocolmo), “The Nine Planetary Boundaries.” (Los nueve límites planetarios)
4 Elizabeth Kolbert, The Sixth Extinction: An Unnatural History, (La sexta extinción: Una historia nada natural) New York: Henry Holt & Co., 2014.
5 Stephen Fidler, “Environmental Risks Loom Large Among World Economic Forum Members,” (Los riesgos medioambientales se ciernen sobre los miembros del Foro Económico Mundial) The Wall Street Journal, January 15, 2020.
6 Jack Ewing, “Climate Change Could Blow Up the Economy. Banks Aren’t Ready,” (El cambio climático podría hacer estallar la Economía. Los bancos no están preparados) The New York Times, January 23, 2020.
7 Dimitri Zenghelis, “Decarbonization: Innovation and the Economics of Climate Change,” (Decarbonización: innovación y economía del cambio climático) The Political Quarterly, vol. 86, no. S1, 2015.
8 Andrew J. Hoffman, “Climate Change and Our Emerging Cultural Shift,” (El cambio climático y nuestro incipiente cambio cultural) Behavioral Scientist, September 30, 2019.
9 World Meteorological Organization (Organización Metereológica Mundial), “Four Key Climate Change Indicators Break Records in 2021,” (Cuatro indicadores clave del cambio climático baten récords en 2021) May 18, 2022.
10 Angela Fritz and Rachel Ramirez, “Earth Is Warming Faster Than Previously Thought, Scientists Say, and the Window Is Closing to Avoid Catastrophic Outcomes,” (La Tierra se está calentando más rápido de lo que se pensaba, afirman científicos, y se está cerrando el plazo para evitar catástrofes) CNN, August 9, 2021.
11 Jonathan Watts, “We Have 12 Years to Limit Climate Change Catastrophe, Warns UN,” (Tenemos 12 años para limitar la catástrofe del cambio climático, advierte la ONU) The Guardian, October 8, 2018.
12 Myles R. Allen et al., “Summary for Policymakers,” (Resumen para los responsables de las políticas públicas) IPCC, 2018.
13 Ibíd.
14 Rhea Mogul et al., “India and Pakistan Heatwave Is ‘Testing the Limits of Human Survivability,’ Expert Says,” (La ola de calor en India y Pakistán pone a pruebe los límites de la supervivencia humana) CNN, May 2, 2022.
15 Richard B. Rood, “If We Stopped Emitting Greenhouse Gases Right Now, Would We Stop Climate Change?” (Si dejáramos de emitir gases de efecto invernadero ahora mismo, ¿detendríamos el cambio climático?) The Conversation, July 7, 2017.
16 Petya Trendafilova, “Study Says Carbon Capture Does Not Reduce Emissions Sufficiently,” (Un estudio afirma que la captura de carbono no reduce las emisiones lo suficiente) Carbon Herald, February 23, 2022.
17 Karin Rives and Allison Good, “Oil Group’s Net-Zero Goal Shuns Emissions Cuts That Would Threaten Core Assets,” (El objetivo de cero neto emisiones del grupo petrolero evita recortes que amenazan sus principales activos) S&P Global Market Intelligence, September 29, 2021.
18 Hannah Seo, “ExxonMobil’s ‘Net-Zero’ Goals Don’t Address Its Biggest Source of Carbon Emissions,” (Los objetivos de ‘cero neto’ emisiones de ExxonMobil no abordan su principal fuente de emisiones de carbono) Popular Science, January 19, 2022.
19 BP, BP Net Zero, (Cero neto BP) 2022.
20 Joseph Schumpeter, Capitalism, Socialism, and Democracy, (Capitalismo, socialismo y democracia) London: Routledge, 1942.
21 Además existen ejemplos de organizaciones públicas que dieron lugar a su propia desaparición. Por ejemplo, el Ejército Continental se desmanteló a sí mismo en gran parte tras la Guerra de Independencia de los Estados Unidos; las incipientes corporaciones constituidas se disolvieron a propósito tras cumplir su misión; las pequeñas ciudades con poblaciones en declive suelen votar para desincorporarse; los nuevos gobiernos formados tras la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) desmantelaron empresas públicas, por lo que el Estado tuvo que llevar a cabo su propia eutanasia y vender sus activos; los grupos de defensa han votado a favor de disolverse cuando temían que sus organizaciones habían sido cooptadas y utilizadas para fines contrarios a su causa; los gobiernos pueden hacer llamado para hacer una convención constitucional y rediseñar su finalidad.
22 Larry Fink, “Larry Fink’s 2022 letter to CEOS,” (Carta de Larry Fink a los directores ejecutivos en 2022) BlackRock, 2022.
23 Miguel Cubano and Martha Lenhart, eds., Emergency War Surgery, (Cirugía de guerra de emergencia) US Department of Defense (Departamento de Defensa de los Estados Unidos), 2014.
24 Stanley Reed, “Third Point, an Activist Investor, Is Calling for a Breakup of Royal Dutch Shell,” (Third Point, un inversor activista, pide la disolución de Royal Dutch Shell) The New York Times, October 28, 2021.
25 Ron Bousso and Dmitry Zhdannikov, “BP Quits Russia in up to $25 Billion Hit After Ukraine Invasion,” (BP abandona a Rusia con una pérdida de hasta 25,000 millones de dólares tras invasión a Ucrania) Reuters, February 28, 2022.
26 Adam Morton and Peter Hannam, “Mike Cannon-Brookes and Brookfield in Bid to Take Over AGL and Shut Down Coal Plants Earlier,” (Mike Cannon-Brookes y Brookfield apuestan a controlar AGL y cerrar antes las centrales de carbón) The Guardian, February 20, 2022.
27 CVS Health, “CVS Caremark to Stop Selling Tobacco at All CVS/Pharmacy Locations,” (CVS dejará de vender tabaco en todas las sucursales de CVS/Pharmacy) February 5, 2014.
28 Diccionario Merriam-Webster, www.merriam-webster.com/dictionary/euthanasia.
29 John M. Keynes, “The General Theory of Employment,” (La teoría general del empleo) The Quarterly Journal of Economics, vol. 51, no. 2, 1937.
30 Joseph E. Stiglitz, “Inequality and Economic Growth,” (Desigualdad y crecimiento económico) The Political Quarterly,
vol. 86, no. S1, 2015.
31 Naomi Oreskes and Erick M. Conway, Merchants of Doubt: How a Handful of Scientists Obscured the Truth on Issues From Tobacco Smoke to Global Warming, (Comerciantes de la duda: cómo un puñado de científicos ocultaron la verdad sobre temas desde el humo del tabaco hasta el cambio climático) New York: Bloomsbury Press, 2010.
32 Jonathan Cohn, “Winning the War on Tobacco—and Public Cynicism, Too,” (Ganarle la guerra al tabaco, y al cinismo público también) The Milbank Quarterly, vol. 94, no. 4, 2016.
33 Geoffrey Supran and Naomi Oreskes, “Rhetoric and Frame Analysis of ExxonMobil’s Climate Change Communications,” (Análisis de la retórica y encuadre de las comunicaciones de ExxonMobil sobre el cambio climático) One Earth, vol. 4, no. 5, 2021.
34 Ibíd.
35 Mei Li, Gregory Trencher, and Jusen Asuka, “The Clean Energy Claims of BP, Chevron, ExxonMobil, and Shell: A Mismatch Between Discourse, Actions, and Investments,” (Las pretensiones de energía limpia de BP, Chevron, ExxonMobil y Shell: Discordancia entre discurso, acciones e inversiones) de PLOS One, February 16, 2022.
36 Foro Económico Mundial, The New Plastics Economy: Rethinking the Future of Plastics, (La nueva Economía de los plásticos: Reimaginar el future de los plásticos) January 2016.
37 Supran and Oreskes, “Rhetoric and Frame Analysis.” (Análisis de la retórica y encuadre)
38 Oliver Milman, “US Fossil Fuel Industry Leaps on Russia’s Invasion of Ukraine to Argue for More Drilling,” (La industria estadounidense de los combustibles fósiles aprovecha la invasión de Rusia a Ucrania para abogar por un mayor uso de perforaciones) The Guardian, February 26, 2022.
39 Nate Raymond, “Exxon Must Face Massachusetts Climate Change Lawsuit, Court Rules,” (Exxon debe hacer frente a una demanda en Massachusetts sobre el cambio climático, según fallo del juez) Reuters, May 24, 2022.
40 US Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos), National Institutes of Health (Institutos Nacionales de Salud), National Institute on Aging (Instituto Nacional sobre el Envejecimiento en los Estados Unidos), “What Are Palliative Care and Hospice Care?” (¿Qué son los cuidados paliativos y la atención en un asilo?)
41 Elizabeth Kübler-Ross, Living With Death and Dying, (Viviendo con la muerte y los moribundos) New York: Scribner, 1997.
42 IEA (Agencia Internacional de la Energía), Net Zero by 2050, (Cero neto para 2050) May 2021.
43 National Hospice and Palliative Care Organization (Organización Nacional de Asilos y Cuidado Paliativo), “Hospice Care Overview for Professionals,” (Visión general para profesionales de los cuidados en un asilo) 2019.
44 CBC News, “Come by Chance Refinery Sold, Will Become Biofuel Operation by Mid-2022,” (Se vende refinería Come by Chance, será operación biocarburante a mediados de 2022) November 30, 2021.
45 Saijel Kishan and Alastair Marsh, “Brookfield Sees ‘Massive’ Opportunities in Energy Shift,” (Brookfield ve ‘enormes’ oportunidades en el cambio energético) Bloomberg, December 9, 2019.
46 Naomi Barker et al., Enacting Systems Change: Precompetitive Collaboration to Address Persistent Global Problems, (Promulgar el cambio de los sistemas: Colaboración precompetitiva para abordar los persistentes problemas globales) Universidad de Michigan e IMAGINE, 2021.
47 Adam Mayer, “A Just Transition for Coal Miners? Community Identity and Support from Local Policy Actors,” (¿Una transición justa para los mineros del carbón? Identidad comunitaria y apoyo de los actores políticos locales) Environmental Innovation and Societal Transitions, vol. 28, no. 9, 2018.
48 Dean Baker and Aiden Lee, The Employment Impact of Curtailing Fossil Fuel Use, (El impacto de la reducción del uso de combustibles fósiles en el empleo) Washington, D.C.: Center for Economic and Policy Research, 2021.
49 PWC, Economic Impacts of the Oil and Natural Gas Industry in the US Economy in 2011, (Impacto económico de la industria del petróleo y el gas natural en la economía estadounidense en 2011) julio 2013.
50 Andrew Winston and Hunter Lovins, “Fossil Fuel Jobs Will Disappear, So Now What?” (Los empleos en el sector de los combustibles fósiles desaparecerán, ¿y ahora qué?) MIT Sloan Management Review, May 13, 2021.
51 Baker and Lee, The Employment Impact. (El impacto del empleo)
52 Xavier Garcia Casals, Bishal Parajuli, and Rabia Ferroukhi, Measuring the Socio-Economics of Transition: Focus on Jobs, (Medir los aspectos socioeconómicos de la transición: Enfoque en el empleo) Abu Dhabi: International Renewable Energy Agency, 2020.
53 Chris McGreal, “Rightwing Lobby Group ALEC Driving Laws to Blacklist Companies That Boycott the Oil Industry,” (El grupo de presión de la derecha, ALEC, promueve leyes para poner empresas que boicoteen a la industria petrolera en una lista negra) The Guardian, February 8, 2022.
54 Dan Patrick, “Lt. Gov. Dan Patrick: Letter to Comptroller Hegar to Place BlackRock at the Top of the List of Financial Companies That Boycott the Texas Oil & Gas Industry,” (Vicegobernador Dan Patrick: Carta al Contralor Hegar para que BlackRock encabece la lista de empresas financieras que boicotean la industria del petróleo y gas en Texas) January 19, 2022.
55 Silvio Marcacci, “Renewable Energy Job Boom Creates Economic Opportunity as Coal Industry Slumps,” (El auge del empleo en energías renovables ofrece oportunidades económicas ante la caída de la industria del carbón) Forbes, December 10, 2021.
56 Betsy Lillian, “DOE Report Confirms Wind Energy Costs at All-Time Lows,” (Un informe del Departamento de Energía confirma que los costos de la energía eólica están en un bajo histórico) North American Windpower, August 15, 2019.
57 Goksin Kavlak, James McNerney, and Jessika Trancik, “Evaluating the Causes of Cost Reduction in Photovoltaic Modules,” (Evaluación de las causas de la reducción de costos en los módulos fotovoltaicos) Energy Policy, vol. 123, no. 12, 2018.
58 Business Wire, “Global Renewable Energy Industry Guide 2021: Value and Volume 2016-2020 and Forecast to 2025,” (Guía mundial de la industria de las energías renovables 2021: Valor y volumen 2016-2020 y pronóstico para 2025) September 2, 2021.
59 Investopedia, “What Percentage of the Global Economy is the Oil and Gas Drilling Sector?” (¿Qué porcentaje de la Economía global representa el sector de la perforación de petróleo y gas?) July 9, 2021.
60 Cision PR Newswire, “Renewable Energy Market to Garner $1,977.6 Bn, Globally, by 2030 at 8.4% CAGR,” (El mercado mundial de las energías renovables alcanzará $1,977.6 millones de dólares para 2030 a una tasa de 8.4% TCAC) January 24, 2022.
61 GlobeNewswire, “Base Oil Market Size to Reach $41.7 Billion by 2030,” (El mercado de los aceites de base alcanzará $41.7 mil millones de dólares para 2030) March 22, 2022.
62 Govind Bhutada, “Ranked: The Largest Oil and Gas Companies in the World,” (Clasificación: Las empresas de petróleo y gas más grandes del mundo) Visual Capitalist, October 25, 2021.
63 Catherine Clifford, “60 Largest Banks in the World Have Invested $3.8 Trillion in Fossil Fuels Since the Paris Agreement,” (Los 60 bancos más grandes del mundo han invertido $3.8 billones de dólares en combustibles fósiles desde el Acuerdo de París) CNBC, March 24, 2021.
64 Oliver Milman, “Exclusive: Oil Companies’ Profits Soared to $174bn This Year as US Gas Prices Rose,” (Exclusiva: Las ganancias de las empresas petroleras se dispararon hasta $174 mil millones de dólares el año que incrementaron los precios del gas en Estados Unidos) The Guardian, December 6, 2021.
65 Worldometer, “Oil Left in the World.” (El petróleo que queda en el mundo)
66 Johannes Urpelainen, “Fossil Fuels: Save the Workers, Kill the Industry,” (Combustibles fósiles: Salven a los trabajadores, maten a la industria) The Hill, April 30, 2020.
67 PWC, Economic Impacts. (Impactos económicos)
68 ScottMadden, “Fossil Has More Than 50% of Energy Industry Jobs Yet Renewables Drive Future,” (Las energías fósiles tienen más del 50% de los empleos en el sector energético, pero las energías renovables son el motor del futuro), June 21, 2017.
69 API, “New Analysis: Wyoming-Made Natural Gas and Oil Drives US Economic Recovery, Strengthens All Industries,” (Nuevo análisis: El petróleo y gas natural producido en Wyoming impulse la recuperación económica y fortalece todas las industrias) July 20, 2021.
70 PWC, Economic Impacts. (Impactos económicos)
71 Brad Plumer, “Quitting Oil Income Is Hard, Even for States That Want Climate Action,” (Dejar los ingresos del petróleo es difícil, incluso para los estados que favorecen la acción climática) The New York Times, July 7, 2022.
72 Urpelainen, “Fossil Fuels.” (Combustibles fósiles)
73 Hannah Thomas-Peter, “Fossil Fuel Firms Sue Governments Across the World for £13bn as Climate Policies Threaten Profits,” (Las empresas de combustibles fósiles demandan a los gobiernos de todo el mundo por 13,000 millones de libras pues las políticas a favor del clima ponen en riesgo sus ganancias) Sky News, September 16, 2021.
74 US Department of Transportation Pipeline and Hazardous Materials Safety Administration (Administración de Materiales Peligrosos y Tuberías del Departamento de Transporte de los Estados Unidos), “General Pipeline FAQs.” (Preguntas frecuentes sobre los gasoductos en general)
75 US Energy Information Administration (Administración de Información Energética de los Estados Unidos), “Frequently Asked Questions (FAQs).” (Preguntas frecuentes)
76 US Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos), “Underground Storage Tanks (USTs).” (Depósitos subterráneos de petróleo)
77 US Government Accounting Office (Oficina de Contabilidad del Gobierno de Estados Unidos), Aboveground Oil Storage Tanks: Status of EPA’s Efforts to Improve Regulation and Inspections, (Tanques de almacenamiento de petróleo sobre la tierra: Estado de los esfuerzos de la Agencia de Protección Ambiental para mejorar la regulación e inspecciones) July 18, 1995.
78 API, “Service Station FAQs.” (Preguntas frecuentes sobre las gasolineras)
79 McKinsey Energy Insights, “Refinery Reference Desk.” (Mostrador de información sobre refinerías)
80 Mariana Mazzucato, “Innovation, the State, and Patient Capital,” (Innovación, Estado y capital paciente) The Political Quarterly, vol. 86, no. S1, 2015.
81 Ole K. Helgesen, “Equinor’s Energy Transition Plan Promises Resilience … Within Limits,” (El plan de transición energética de Equinor promete resiliencia… dentro de sus límites) de Upstream, April 27, 2022.
82 Tania Bryer, “World Spends $423 Billion a Year to Subsidize Fossil Fuels, UN Research Says,” (El mundo gasta $423 mil millones de dólares anuales para subsidiar combustibles fósiles, arroja investigación de la ONU) CNBC, October 29, 2021.
83 Tomer, Kane, and George, How Renewable Energy. (Cómo la energía renovable)
84 Sandra Laville, “Top Oil Firms Spending Millions Lobbying to Block Climate Change Policies, Says Report,” (Las grandes petroleras invierten millones en grupos de presión para bloquear políticas de cambio climático, según un informe) The Guardian, March 21, 2019.
85 Andrew J. Hoffman, “Business Education as If People and the Planet Really Matter,” (Educación empresarial como si las personas y el planeta realmente importaran) Strategic Organization, vol. 19, no. 3, 2021.
86 John A. Byrne, “Columbia Business School’s Big Bet on Climate Change,” (La gran apuesta de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia por el cambio climático) Poets and Quants, December 13, 2021; Claire Stowe, “Georgetown to Launch New Masters Program for Environment, Sustainability Management,” (Georgetown oferta un nuevo posgrado en gestión ambiental y sostenibilidad) The Hoya, September 1, 2021; NYU Stern Center for Sustainable Business, “A Better World Through Better Business.” (Un mundo mejor a partir de mejores empresas)
87 Riley Webster, “The Business School Putting Sustainability at the Center of Its MBA,” (La escuela de negocios que pone la sostenibilidad en el centro de su programa de maestría en administración de empresas) Poets and Quants, December 17, 2021; HEC Paris, “Leading European Business Schools Unite to Accelerate Business Response to Climate Crisis,” (Las escuelas de negocio líderes en Europa se unen para acelerar la respuesta a la crisis climática) November 10 2021.
88 Naciones Unidas, “Financing Climate Action.” (Financiar la acción climática)
89 Concepción Galdón et al., “Business Schools Must Do More to Address the Climate Crisis,” (Las escuelas de negocios deben hacer más por abordar la crisis climática) Harvard Business Review, February 1, 2022.
90 Anand Giridharadas, Winners Take All: The Elite Charade of Changing the World, (Los ganadores se lo llevan todo: La farsa de la élite de cambiar al mundo) New York: Alfred A. Knopf, 2018.
91 Andrew J. Hoffman, Management as a Calling: Leading Business, Serving Society, (La gestión como vocación: Dirigir empresas, servir a la sociedad) Palo Alto, California: Stanford University Press, 2021.
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93 Fink, “Larry Fink’s 2022 Letter.” (Carta de Larry Fink en 2022)
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95 Klaus Schwab, “Davos Manifesto 2020: The Universal Purpose of a Company in the Fourth Industrial Revolution,” (Manifiesto de Davos 2020: El propósito universal de una empresa en la Cuarta Revolución Industrial) World Economic Forum, 2020.
96 Andrew J. Hoffman, Management as a Calling: Leading Business, Serving Society, (La gestión como vocación: Dirigir empresas, servir a la sociedad) Redwood City, California: Stanford University Press, 2021.
Autores originales:
- Andrew J. Hoffman imparte la cátedra Holcim de Empresa Sostenible en la Universidad de Michigan, se ha desempeñado en diferentes cargos en la Escuela de Negocios Ross y en la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad.
- Douglas M. Ely es estudiante de posgrado en la Escuela de Negocios Ross y la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad, ambas de la Universidad de Michigan.
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición otoño 2022.
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