El dinero del gobierno importa. Pero importa aún más si las organizaciones de servicio social local tienen suficiente poder para tomar decisiones políticas sobre la crisis de vivienda.
Cuando se trata de resolver el problema crónico del sinhogarismo, el dinero del gobierno importa. Pero existe otro factor que importa aún más: si las organizaciones de servicio social local ayudan a tomar decisiones políticas.
Desde 1994, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE. UU. (HUD por sus siglas en inglés) ha exigido a los proveedores de servicios para personas sintecho que colaboren con sus homólogos locales y con el gobierno local para aplicar un plan regional y solicitar juntos el financiamiento en el marco del programa Continuum of Care (Cuidado Continuo, CoC por sus siglas en inglés). Según una nueva investigación de los profesores de Trabajo Social Jennifer Mosley y Sunggeun (Ethan) Park, el nivel de participación e influencia de las organizaciones sin fines de lucro afecta el impacto que estos consorcios regionales de organizaciones comunitarias y organismos gubernamentales tienen en las tasas de sinhogarismo.
“Encontramos que, si bien tanto la influencia de los proveedores en la toma de decisiones como el aumento del financiamiento federal están directamente asociados a la reducción del sinhogarismo crónico, la influencia de los proveedores también sirve como un importante mediador en las relaciones entre la estructura de gobernanza de la red, el aumento del financiamiento federal y la reducción de la falta de hogar crónica”, escriben Mosley, profesora asociada de la Crown Family School of Social Work, Policy and Practice (Escuela Familia Crown de trabajo social, política y práctica) de la Universidad de Chicago, y Park, profesor asistente de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Michigan.
La pareja descubrió que cuando la estructura de gobernanza del CoC estaba dirigida por los participantes, la región experimentó un descenso del 3.6% del sinhogarismo. En contraste, los CoC dirigidos por el gobierno experimentaron un aumento del 3.1%.
Mosley ha estudiado a las organizaciones sin fines de lucro desde hace años. Durante un proyecto de investigación previo, se enteró de las reuniones continuas del CoC donde se reúnen agencias gubernamentales, organizaciones de servicios para personas sin hogar y otros grupos comunitarios, a los que, ocasionalmente, se suman los propios clientes sin hogar. La intención de estos consejos es que los distintos grupos vean el problema de las personas sin hogar desde diferentes ángulos, tanto desde el terreno como en niveles superiores, y puedan aplicar sus perspectivas a las deliberaciones del grupo para tomar mejores decisiones. Este formato ofreció una importante vía de organización e implementación de políticas, y supuso un enorme esfuerzo para todos los participantes, afirma.
“Si las organizaciones sin fines de lucro para personas sin hogar están gastando todo este tiempo y energía en ir a estas reuniones, ¿cómo nos aseguramos de que esto sea realmente un buen uso de su tiempo?” pregunta Mosley. “Generalmente trabajan con muy poco dinero y utilizan cada dólar que tienen para mantener al personal y prestar servicios”.
Los consorcios regionales difieren en su gobernanza. Aquellos que se limitan a canalizar el dinero sin mucha colaboración, son ineficaces. “Obtienen algunos fondos [del HUD] y los distribuyen, pero no hacen mucho más”, dice Mosley. Luego, están los grupos que desempeñan un papel más activo en el establecimiento de políticas a nivel local, lo que puede ser positivo o negativo para resolver los problemas del sinhogarismo.
“Algunos CoC han sido muy eficaces a la hora de reunir a la comunidad de proveedores y conectarlos con otras organizaciones que están un poco al margen: organizaciones de ayuda legal, representantes de escuelas, organizaciones de violencia doméstica, oficinas del alguacil”, comenta Mosley. Estos CoC crean un foro en el cual los grupos pueden reunirse y trabajar sobre cómo no duplicar los servicios a la comunidad o ir unos contra otros sin darse cuenta de ello.
De manera alternativa, un CoC puede participar activamente, pero de forma que afecte negativamente la capacidad de los grupos constituyentes para prestar servicios. Estos comités suelen estar dirigidos por un reducido grupo de personas que orientan a los participantes hacia las medidas políticas que les darán la mayor cantidad de puntos en una solicitud de subvención del HUD. El concentrarse en el éxito de la subvención se logra a expensas de “pensar en cómo pueden ser innovadores”, menciona.
Mediante el uso de datos administrativos del HUD, una encuesta que abarcaba 313 CoC y estudios de caso, Mosley y Park descubrieron que la forma en que los participantes trabajan juntos y toman decisiones es importante.
“La gobernanza colaborativa puede mejorar los resultados del cliente cuando es verdaderamente colaborativa y los proveedores reciben formas significativas de participar e influir en el proceso”, escriben los académicos. “Los CoC que son capaces de incluir de manera significativa a sus proveedores de servicio sin fines de lucro hacen un mejor trabajo en cuanto al cumplimiento de las expectativas”, afirma Mosley. “El proceso de lo que sucede en estas reuniones y cómo se produce la colaboración es tan importante [tanto como el resultado de la reunión]”.
El hallazgo más importante de la investigación es que los proveedores de servicios, que son los que trabajan más estrechamente con las personas sin hogar, deben liderar la organización de respuestas al sinhogarismo, afirma Rachel Fyall, profesora asociada de la Evans School of Public Policy & Governance (Escuela Evans de política pública y gobernanza) de la Universidad de Washington. “Se requiere que todas las comunidades trabajen en colaboración para abordar el problema del sinhogarismo, pero las comunidades con estructuras organizativas que empoderan a los proveedores de servicios para personas sin hogar como responsables de la toma de decisiones a nivel de sistemas son capaces de superar a las comunidades con otras formas de organización”, menciona.
Jennifer E. Mosley y Sunggeun (Ethan) Park, “Service Providers’ Influence in Collaborative Governance Networks: Effectiveness in Reducing Chronic Homelessness” (“La influencia de los proveedores de servicios en las redes de gobernanza colaborativa: eficacia en la reducción del sinhogarismo”), Journal of Public Administration Research and Theory, próximo a publicarse.
Autores originales:
- Chana R. Schoenberger (@cschoen- berger) es una periodista radicada en Nueva York. Escribe sobre negocios, finanzas e investigación académica.
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición otoño 2021.
- Traducción del artículo Collaborating to Solve Homelessness por Leticia Neria
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