Oqni apoya a los veteranos armenios con tratamientos de prótesis para reintegrarse a la sociedad.
En la Guerra de Nagorno-Karabaj, durante el 2020, Armenia perdió ante Azerbaiyán a 3,825 soldados y cerca del 75% de sus territorios dentro y alrededor del Alto Karabaj. La deficiente infraestructura sanitaria del país, además de los limitados servicios y tecnología médica, restringieron gravemente su habilidad de proporcionar atención adecuada a las cinco mil personas amputadas, civiles y militares, por causa de la guerra.
Dada la abrumadora necesidad de ayudar a las personas amputadas, el inversionista de riesgo Hajk Bagradjans, así como la psicóloga y científica de datos de IA Haikouhi Oroudjian, fundaron oqni en 2020. Esta ONG ofrece a las personas amputadas prótesis biónicas de extremidades superiores e inferiores, además de apoyo psicológico para su rehabilitación; todo de forma gratuita.
Oqni está estructurada a modo de un colectivo igualitario en vez de ejercer una jerarquía de líderes. Emplean a una docena de personas que trabajan como ingenieros mecatrónicos, psicoterapeutas o expertos médicos. “Nos prometimos, tanto a nosotros como al resto del equipo, que nos consideraríamos entre nosotros como un grupo y nunca como individuos, porque el poder definitivo es algo terrible”, explica Oroudjian.
La fundación de la ONG fue inspirada en parte por la abuela de Oroudjian, quien era una persona amputada. “Es un problema muy cercano a mi corazón y me emociona hacer algo que puede ayudar a personas como ella”, dice la cofundadora.
Mientras que las prótesis tradicionales requieren un esfuerzo físico, que puede llevar a deformidades vertebrales y otras complicaciones, las biónicas exigen menos al cuerpo. Las prótesis se construyen con tecnología neurológica de retroalimentación sensorial. Se comunica con el sistema nervioso del usuario para adaptarse a la memoria muscular del cuerpo y dar la sensación de que se ha recuperado la extremidad perdida.
Las prótesis de oqni se producen en la ciudad capital de Yerevan. Las extremidades biónicas se elaboran en TUMO Labs, un centro educativo y de manufactura que capacita a profesionistas armenios de TI. Oqni utiliza una impresora 3D para lijar, preparar y pintar las cubiertas prostéticas dentro de su sede en la Ciudad de la Ingeniería, el centro tecnológico del país. Cada prótesis puede costar hasta siete mil dólares y tienen una vida promedio de tres años, por lo que oqni realiza constantes actividades para recaudar fondos y cubrir sus gastos.
Inicialmente, en 2020, Bagradjans y Oroudjian recaudaron 23,295 dólares a través de una campaña en GoFundMe. Después, ampliaron su alcance y, para el final del primer año, lograron el apoyo financiero de organizaciones como la Fundación Calouste Gulbenkian y la Saint Sarkis Charity Trust, así como de otros donantes individuales. Emile Ghessen, un excomando de los Royal Marines británicos y realizador de 45 Days: The Fight for a Nation (45 días: la lucha por una nación), donó a la ONG porque, menciona, “no se trata solo de dar a alguien una extremidad, sino de devolver la vida a los sustentadores armenios para que puedan proveer a sus familias”
Las redes sociales y la comunicación oral ayudaron a oqni para conectar con las personas amputadas. La confianza se estableció casi de inmediato, dice Oroudjian, pues “una vez que comenzamos a crear nuestros productos y nos reunimos con las personas amputadas, la gente empezó a creer en lo que hacíamos”. El equipo de oqni se reúne con las personas amputadas, ya sea en su sede central o en la casa de la persona, para realizar una medición con escáneres 3D e iniciar el proceso de producción de la prótesis.
Debido a que oqni cree que la rehabilitación implica más que, simplemente, dar una prótesis gratuita, también se reúnen con cada persona amputada para definir la mejor opción de apoyo psicológico adaptado a las necesidades de cada persona. Oqni produjo una guía de rehabilitación para las personas amputadas y sus familias que incluye información en un rango de temas, desde el cuidado de la prótesis hasta cómo manejar el trastorno de estrés postraumático, además de testimonios de otros armenios amputados. La guía se diseñó para las personas de pueblos pequeños que no tienen acceso a los servicios de salud de ciudades más grandes. Esta se encuentra disponible en formato impreso y en línea, y fue publicada en armenio e inglés.
En 2022, la ONG lanzó la etapa de prueba de Oqni Physio, una aplicación gratuita y gamificada de fitness para la fisioterapia en el hogar. La aplicación ayuda a las personas amputadas a gestionar su salud mental y encontrar una comunidad a través de los juegos interactivos. Oroudjian señala que las características de los juegos “hacen que el proceso de curación sea más divertido”.
Este año, el colectivo está expandiéndose hacia Europa mediante una plataforma digital con fines de lucro, llamada MOD, para vender sus cubiertas prostéticas. “Una parte de las ganancias irá a oqni”, dice Oroudjian, “para que nuestra ONG sea autosostenible y, así, poder seguir ayudando a la mayor cantidad de personas posible”.
Autores originales:
- Leonardo Delfanti es un periodista independiente italiano ubicado en Grecia.
- Hugh Bohane es un periodista independiente australiano.
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Este artículo es contenido original de la Revista Stanford Social Innovation Review publicado en la edición invierno 2024.
- Traducción del artículo Bionic Amputees por Carlos Calles.
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