Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición Invierno 2021.
El Good Returns Cycle Program ("Programa de Ciclo de Buenos Retornos") pretende complementar la filantropía corporativa al liberar beneficios para ayudar a las empresas sociales.
Richard Miles tenía sólo 19 años cuando fue encarcelado por un asesinato que no cometió. Quince años más tarde, en 2009, el estado de Texas revocó su condena y fue liberado. En 2012, Miles fue totalmente exonerado e indemnizado por el Estado. Esos dos años y medio entre su liberación y su indemnización le enseñaron a Miles acerca de los abrumadores obstáculos que enfrentan quienes han sido encarcelados.
“Cuando regresas de prisión a casa, el no tener una fuente directa de ingresos es una traba”, dice Miles al señalar lo desafiante de conseguir un empleo con antecedentes penales, incluso si estos han sido borrados. “Pero si es posible emplear a alguien recién excarcelado, las tasas de reincidencia bajan a alrededor del 2 por ciento”. La tasa actual de reincidencia en Texas es del 22.6 por ciento.
Miles usó parte de su indemnización en 2013 para lanzar Miles of Freedom (en español, “millas de libertad”, un juego de palabras con el nombre del fundador), una organización sin fines de lucro establecida en el sur de Dallas que ayuda a personas que han estado en prisión a encontrar empleo y vivienda. Como parte de su misión, la organización contrata a personas recientemente encarceladas para cortar el césped de los residentes de la zona. El negocio despegó, pero se estancó durante el verano de 2018: sus podadoras, que habían sido donadas, eran demasiado viejas para afianzar contratos más grandes. Miles necesitaba dinero para adquirir mejores equipos, pero "debido al grupo demográfico con el que trabajamos", explica, "no mucha gente quería financiarnos o darnos un préstamo".
Miles of Freedom no es un caso singular. Hay innumerables causas dignas que merecen apoyo financiero en forma de préstamos, pero los sistemas bancarios tradicionales están mal preparados para atender a muchas de ellas. El problema, dice Kyle Lukianuk, presidente de la empresa social Good Returns, es que nunca se aprovecha todo el capital. Las grandes corporaciones tienen los bolsillos llenos, pero una cantidad significativa de ese dinero se destina a propósitos filantrópicos y se dona a organizaciones sin fines de lucro altamente visibles.
“Nos intrigó mucho la idea de intentar movilizar ese capital”, dice Lukianuk. Él y su socio comercial, el cofundador y director ejecutivo de Good Returns (“buenos retornos”), Salah Boukadoum, decidieron poner a prueba una idea: ¿podrían las corporaciones prestar sus ganancias sin intereses, en lugar de simplemente regalarlas? Si se desea un modelo de negocio sostenible, "no puedes regalar el cien por ciento de tus ganancias, si alguna vez esperas tener socios e inversores normales", observa Boukadoum. “Pero puedes prestar cualquier monto de tus ganancias, hasta el cien por ciento. Tal vez se requiera un tipo de financiación peculiar, pero podrías hacerlo y cualquier otra persona también podría hacerlo".
Con base en su experiencia con el lanzamiento de otra empresa social en 2008, Soap Hope (“Esperanza de jabón”), Boukadoum sintió que este plan podría funcionar. El modelo de negocio de Soap Hope era aparentemente simple: forjar relaciones con los fabricantes de jabón y comprarles jabón y productos para el cuerpo a precios de mayorista. Luego, venderlos e invertir el cien por ciento de las ganancias en préstamos sin intereses diseñados para organizaciones que empoderan a las mujeres. Soap Hope floreció y hoy es administrado por una organización que, en forma de un programa de capacitación laboral, atiende a personas con discapacidades intelectuales y de desarrollo.
El modelo comercial de Soap Hope, en cuanto prueba de concepto, estableció el prototipo para lo que ahora es el Good Returns Cycle Program (“Programa de ciclo de buenos retornos”), establecido en 2014. Si bien las grandes corporaciones a menudo tienen reservas de capital a la mano, también son notoriamente reacias a tomar riesgos. La misión de este programa es ayudar a las causas sociales y, al mismo tiempo, ayudar a las corporaciones a producir un impacto sostenible mediante la construcción de un fondo en el que se garantice que el dinero regresará a la corporación después de un año de apoyar empresas sociales. Con la filantropía tradicional, siempre hay un límite en la cantidad que una empresa puede aportar para lograr su objetivo. Pero un préstamo "te da mucha más flexibilidad para desplegar capital", dice Boukadoum, "porque sabes con certeza que con este programa cada dólar va a regresar".
Good Returns construyó lo que ellos llaman una estructura de “garantía financiada” que permite a los inversionistas de impacto y a las fundaciones poner capital en un fondo que permanece invertido en el mercado. Con este se puede potencialmente obtener un retorno mientras sirve como garantía. En 2019, sus garantes recibieron un rendimiento anual neto sobre su capital.
Miles of Freedom, beneficiaria de Cycle, a través de su empresa social sobre jardinería emplea y forma a personas que han estado en prisión. Foto cortesía de Haley Rynn Ringo.
"Es una forma de eliminar todo riesgo financiero para la corporación", dice Lukianuk, "y eso es importante porque le permite a esta hacer uso de otros recursos en lugar de sus donaciones filantrópicas". El objetivo del Cycle Program no es reemplazar la filantropía corporativa, sino complementarla al liberar recursos financieros que se pueden movilizar en aras del bien social sin riesgos. Desbloquear estos recursos es fundamental para conseguir que más empresas financien el impacto social. "De esta manera, tienen la oportunidad de participar de manera significativa", explica Lukianuk. “Reciben un rendimiento de su capital y también pueden generar impacto”.
Del concepto al piloto
Con el éxito de Soap Hope y otro par de pequeñas pruebas con empresas locales, el equipo de Good Returns (Lukianuk, Boukadoum y el director financiero Craig Tiritilli) tuvo su prueba de concepto. Para evaluar la viabilidad del programa con una suma mayor de dinero, llegaron a un acuerdo para ejecutar un programa piloto en 2019 con Orix USA, una empresa de servicios financieros con sede central en Dallas. La rama filantrópica de la corporación, la Fundación Orix, acordó proporcionar el monto total del préstamo de $250,000.
“Antes de descubrir qué era exactamente el ciclo de retorno, pensamos que esto era algo que ninguna otra corporación estaba haciendo”, dice Josh Mayfield, quien en ese momento era presidente de la junta de la Fundación Orix. (Dejó Orix en 2019 para comenzar su propio negocio). “Por primera vez, un grupo de contadores, CPA y personas nivel Wall Street pudieron realmente ejercitar sus cerebros oficinistas al mismo tiempo que ejercitaban su lado voluntarista”.
Inicialmente, Good Returns no tenía certeza de la cantidad de organizaciones sin fines de lucro a las que les haría préstamos y cómo distribuiría el dinero entre ellas. “Pasé mucho tiempo con Richard Miles y me quedé tan impresionado por lo que está haciendo Miles of Freedom, que queríamos darles todo el dinero”, dice Mayfield. “Pero Kyle dijo: '¡No puedes hacer eso porque ellos no pueden usarlo!'”. Esta observación fue importante: demasiado dinero podría abrumar a organizaciones sin fines de lucro más pequeñas como Miles of Freedom y desperdiciarse.
Por tanto, Good Returns y la Fundación Orix acordaron que la suma total se distribuiría entre tres organizaciones sin fines de lucro con sede en Dallas que los empleados de Orix elegirían por votación, tomando en cuenta sus respectivos tamaños y objetivos. Las tres organizaciones sin fines de lucro seleccionadas en 2019 fueron Miles of Freedom; Akola, una corporación de beneficio público y un híbrido sin fines de lucro que capacita y contrata a mujeres ugandesas precarizadas para hacer joyas, y PeopleFund, que proporciona préstamos y otros recursos a personas desatendidas para que puedan construir pequeñas empresas.
Miles of Freedom necesitaba especialmente dos cosas: equipo para podar de calidad comercial y una persona más en su personal. A lo largo del Good Returns Cycle Program, la organización recibió $3,000 como un préstamo sin intereses a un año, lo cual fue suficiente para solucionar ambas necesidades. Como esto los abrió a contratos nuevos y más grandes, pudieron proporcionar estipendios diarios a 21 personas más del programa "transición al empleo" de Miles of Freedom, diseñado para recién encarcelados. El beneficio neto de la organización sin fines de lucro también aumentó, de modo que pudieron devolver el préstamo antes de que terminara el año.
Otro beneficiario, Akola, recibió $100,000 como préstamo sin intereses a un año. Con esos fondos, Akola pudo financiar la expansión de su negocio, llevar sus productos a minoristas de alta gama y contratar y capacitar a más mujeres como empleadas a tiempo completo con prestaciones y servicios sociales. “Sin el préstamo, hubiéramos tenido que decir no a esos minoristas”, dice Brittany Merrill Underwood, fundadora y presidenta ejecutiva de Akola. "Y nos habríamos quedado sin efectivo".
Si bien muchas empresas participan en inversiones de impacto, Good Returns ha sido pionero en utilizar el mercado corporativo y alinear sus objetivos con objetivos sociales. Por ejemplo, el tercer beneficiario de 2019, PeopleFund, usó su préstamo de $147,000 para ayudar a financiar a empresarios veteranos en Texas. “El modelo de Good Returns permite que el sector empresarial aproveche los recursos que tiene”, dice Andrea Levere, presidenta emérita de Prosperity Now, una organización sin fines de lucro con sede en Washington, DC dedicada a ampliar las oportunidades económicas para familias de bajos ingresos, y quien conoce el trabajo de Good Returns, pero no está relacionada con él. "Lo realmente emocionante de Good Returns es que están involucrando a las corporaciones de una manera que realmente vincula indicios a soluciones escalables".
El poder de la asociación
El equipo de Good Returns cree que el piloto de Orix demuestra que es hora de que más empresas proporcionen capital y más inversores de impacto y fundaciones asuman el papel de "garantía". La COVID-19 también ha expuesto otras oportunidades para que el capital a corto plazo se despliegue de manera efectiva, concretamente a través de las Instituciones Financieras de Desarrollo Comunitario (CDFI, por sus siglas en inglés), las cuales brindan servicios financieros a mercados desatendidos.
“Las CDFI otorgan préstamos a pequeñas empresas, pequeñas organizaciones sin fines de lucro y empresarios que quizás no puedan acceder al capital de los bancos tradicionales”, dice Lukianuk respecto a cómo están desempeñando un papel crucial en los esfuerzos de ayuda relacionados a la COVID-19. "Estamos finalizando una asociación para utilizar nuestra estructura de garantía y capacidad para una CDFI que proporciona recursos financieros y comerciales cruciales para las mujeres emprendedoras".
El equipo de Good Returns planeó asistir al circuito de conferencias y foros con representantes de Orix para compartir resultados y promover ideas sobre cómo estos ciclos podrían subir de escala fácilmente. Pero después de los cambios internos en la Fundación Orix, el Cycle Program dejó de ser una prioridad. “Fue una oportunidad perdida”, dice Lukianuk. “Al igual que Whole Foods promueve el 'capitalismo consciente' y Patagonia el '1 por ciento para el planeta', queremos reclutar a un socio corporativo para que se una a nosotros”.
Cuando la crisis de la COVID-19 finalmente mengüe, Lukianuk espera que los beneficios de este programa cobrarán importancia. A raíz del virus y la crisis financiera mundial concomitante, las fundaciones probablemente enfrentarán mayores necesidades pero poseerán menos recursos para satisfacerlas. "Según las conversaciones que hemos estado teniendo", dice Lukianuk, "las fundaciones han empezado a pensar de manera más creativa sobre otras maneras, además de las subvenciones, de distribuir el capital, y creo que es ahí donde este tipo de programa está diseñado para prosperar realmente".
- Adrienne Day es una periodista, escritora y editora con sede en Brooklyn. Cubre temas de impacto social, ciencia y cultura.
|
|
|
Traducción del artículo A Guaranteed Return por Nora de la Cruz. Doctora en Teoría Literaria por la UAM-I. Es narradora, traductora, crítica y profesora de literatura. Ha impartido clases en la UNAM, la UAM, el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Texas. Recientemente publicó la novela Te amaba y me chingaste (Nitro Press- UNAM) y el libro de cuentos Orillas (Paraíso Perdido- Instituto Jalisciense de Cultura). Gestiona el canal de YouTube Interior 403, dedicado a la crítica y promoción de la lectura.
|