Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición Invierno 2021.
Una tercera parte de la dieta humana, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), depende de plantas polinizadas por insectos. Y las abejas hacen la mayor parte de ese trabajo.
Pero las abejas productoras de miel están en peligro. Los ácaros parásitos, los pesticidas, y el colapso de sus colonias sin causa aparente, fenómeno llamado problema de colapso de colonias (CCD por sus siglas en inglés), están provocando la mala salud de las abejas y la disminución de su población en todo el mundo.
En un esfuerzo por salvar a las abejas y reforzar el suministro mundial de alimentos, Edete, una empresa de tecnología agrícola con sede en Israel, se ha propuesto reducir la presión sobre las abejas al ayudarles con la polinización de los cultivos. Desde su fundación en 2016, Edete ha desarrollado y probado un proceso de polinización artificial mediante polinizadores mecánicos que pueden operar día y noche.
“Creemos que la humanidad debe hacer todo lo que esté a su alcance para preservar las poblaciones de insectos”, dice la cofundadora de Edete, Keren Mimran. “Sin embargo, mientras se necesite más tierra agrícola para sostener el constante crecimiento de la población mundial, esto a expensas del hábitat natural de los insectos y otros animales, y mientras también se necesite el uso de pesticidas y herbicidas, los cuales son perjudiciales para las abejas y los insectos, nuestra seguridad alimentaria necesita de un reemplazo tecnológico”.
Después de recoger el polen, dos polinizadores mecánicos de Edete dispersan el polen seco en los almendros.
El proceso de polinización artificial de Edete incluye tanto la recolección como la dispersión del polen. Primero, las flores se cosechan mecánicamente; el polen es separado cuidadosamente para mantener su capacidad de germinar semillas.
“Cuando llega la época de floración, los polinizadores mecánicos de Edete dispersan el polen seco y cargado electrostáticamente en los árboles, siguiendo el contorno de cada árbol mediante sensores lidar [luz láser] y vectores de aire controlados, lo que permite que se produzca la fertilización”, explica Mimran.
Con base en cuatro años de pruebas de campo, Edete ha demostrado que sus polinizadores mecánicos pueden asegurar y aumentar el rendimiento de los cultivos. Edete espera que sus polinizadores eviten la exposición de las abejas a pesticidas y herbicidas, así como prevenir el que los apicultores deban transportar a las abejas por largas distancias, un viaje que las aleja de fuentes de nutrición establecidas y que genera angustia para colonias enteras.
Edete está financiada por inversores ángel, por una comunidad colectiva de kibutz en Israel, y por subvenciones de la Innovation Authority (Autoridad de innovación) de dicho país. En 2017, a manera de programas piloto, expandió sus pruebas a varios acres en Israel y Australia. En agosto de 2018, la compañía comenzó a trabajar en Australia debido a que es el segundo lugar en cultivo de almendra, solo detrás de Estados Unidos; y a que su ubicación en el hemisferio sur también le permite a Edete duplicar sus periodos de prueba, ya que los almendros florecen solo una vez al año en cada hemisferio.
“En pruebas de campo a pequeña escala en Israel, hemos conseguido aumentar la producción de almendras como manera de reemplazar totalmente la polinización por abejas y hemos conseguido demostrar un aumento en la producción de almendras como complemento de la polinización por abejas en un huerto de pocos acres en Israel”, dice Mimran. Edete produjo un banco de polen por primera vez en Australia, en agosto de 2019, y había planeado un piloto completo de polinización artificial en agosto de 2020; pero este se pospuso debido a la COVID-19. A pesar de los contratiempos por la pandemia, Edete planea recurrir a contratos remunerados con productores de almendra para 2023.
Durante la pandemia, Edete ha medido su éxito al probar su tecnología patentada; al aumentar la escala de sus pruebas de ramas a árboles completos, de medio acre a acres completos, y al mostrar resultados reiterados de crecimiento de la producción.
Sin embargo, las nuevas tecnologías generan advertencias e incertidumbres. Mark Winston, biólogo de la Universidad Simon Fraser, quien ha dedicado su carrera a estudiar a las abejas, menciona que a menudo se introducen nuevas prácticas agrícolas antes de que se hayan estudiado sus efectos secundarios.
Una de las preocupaciones es la sensibilidad de las abejas al movimiento. “Máquinas que zumban del tamaño de un depredador afectarían a las abejas en su búsqueda de flores”, apunta Winston. Depender de manera excesiva de la tecnología también puede tener sus peligros. “Para la polinización, las abejas han evolucionado junto con las flores por más de 100 millones de años. Durante ese tiempo, su servicio de polinización se ha perfeccionado”, dice Winston. “Quizá, una mejor estrategia sería optar por sistemas agrícolas más sustentables que integren a las poblaciones de abejas sanas con el manejo de los cultivos.”
No es sorpresa que el mercado para asegurar y mejorar el rendimiento de los cultivos sea enorme. Tan solo en el Valle Central de California, en el verano las abejas producen una cosecha que genera más del 80% de la producción mundial de almendra. En 2018, California produjo más de 5 mil millones de dólares en almendras, según el departamento de alimentos y agricultura.
Y ese es solo un cultivo. El proceso de polinización artificial de Edete podría potencialmente ser utilizado para polinizar cultivos de cereza, manzana y pistachos, mientras protege y salva a miles de abejas en el proceso.
- Luke O'Neill es el propietario de Genuine Communications. Ayuda a los directores de marketing, a los fundadores y a sus equipos de marketing a crear marcas comerciales y atraer clientes ideales.
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Traducción del artículo Saving the Honeybees por Leticia Arlet Neria Durán. Como becaria Conacyt, obtuvo su doctorado por la Universidad de St Andrews, Escocia, con una tesis relacionada con el humor y la resistencia política durante la guerra sucia en México. Sus temas de interés son la argumentación, los estudios culturales, de medios de comunicación y la relación de todos estos con la historia.
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