Un sostén inteligente para detectar el cáncer de mama en comunidades con difícil acceso a la salud.
El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común entre las mujeres del África subsahariana, con 129,000 nuevos casos diagnosticados en 2020, según la Organización Mundial de la Salud. En Nigeria, es la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres. En 2020, más de 28,000 mujeres nigerianas fueron diagnosticadas con cáncer de mama, y más de 14,000 murieron por esta enfermedad. A la tasa de mortalidad contribuye la abrumadora falta de seguro médico entre aproximadamente el 95% de la población. El país cuenta con menos de 90 oncólogos clínicos para proporcionar tratamiento contra el cáncer a más de 100,000 pacientes.
La escasez de atención al cáncer corresponde a un desconocimiento más amplio de la cultura nigeriana sobre el cáncer de mama. “Las mujeres rara vez acuden a hacerse pruebas de detección, incluso en el Día Mundial contra el Cáncer, cuando las ONG ofrecen pruebas gratuitas”, dice Bolarinwa Kemisola, ingeniera en robótica establecida en Abuja y fundadora de la empresa de tecnología de la moda Next Wear Technology (Tecnología de Próximo Uso, NWT por sus siglas en inglés).
En febrero de 2022, Kemisola desarrolló un dispositivo de sujetador inteligente para detectar el cáncer de mama en sus etapas iniciales. En lugar de acudir a una clínica u hospital, las mujeres pueden usar el sostén para realizarse una mamografía en la privacidad de su hogar.
“Pensé que necesitábamos un dispositivo portátil que pudiera ayudarnos a resolver el problema de las mujeres que no se autoexaminan los senos en busca de un bulto cancerígeno y a reducir el costo, tiempo y la energía que lleva programar y hacerse una mamografía”, explica Kemisola.
El sostén inteligente debe llevarse puesto durante al menos 30 minutos para completar un escaneo, que puede determinar si los tumores son benignos o malignos. Las personas pueden utilizar la aplicación digital del dispositivo para acceder a sus resultados y también, si es necesario, buscar y agendar citas virtuales o en persona con médicos cercanos.
Kemisola financió la investigación y el desarrollo del dispositivo con aproximadamente 25,000 dólares de su propio dinero. También ha recibido apoyo financiero del Standard Chartered Bank y del Ministerio de Comunicaciones y Economía Digital de Nigeria, además de donaciones de médicos oncólogos y patólogos.
El dispositivo, que recibirá un nombre una vez que llegue al mercado comercial, aún está en fase de prototipo y es uno de los primeros de su clase en el mundo.
La ingeniera Bolaronwa Kemisola trabaja en el desarrollo de un sostén inteligente en la fase de prototipado de hardware.
Kemisola y su colega de NWT Erinfolami Joseph, ingeniero en IA y robótica de aprendizaje automático, realizaron una prueba local del dispositivo con 50 voluntarias esta primavera. El dispositivo alcanzó una precisión del 86%. Joseph menciona que ahora están trabajando para aumentar su precisión al menos 95% antes de que salga al mercado.
El dispositivo “se sentía como un sostén normal”, dice Cynthia Agbo, una voluntaria de 26 años que participó en el ensayo. “Mientras lo llevaba puesto, en la pantalla de la computadora portátil aparecía una imagen similar a una longitud de onda y [...] el resultado llegó después de 7 minutos”.
En noviembre, NWT llevará a cabo un ensayo clínico más amplio con 2,000 voluntarias de raza negra. Kemisola cree que el alcance del ensayo generará confianza en el público en general y, específicamente, en este grupo demográfico, ya que las mujeres de color tienen una tasa más alta de diagnóstico y muerte por cáncer de mama que las mujeres blancas, y dará visibilidad al dispositivo y al cáncer de mama.
En espera de los resultados del ensayo y de financiamiento adicional, Kemisola planea introducir el dispositivo en el mercado, donde competirá con el primer sostén inteligente del mundo, el OMbra, creado por la nueva empresa canadiense OMsignal en 2016, además de dispositivos similares diseñados por científicos en Suiza y México.
Aunque Kemisola es reacia a compartir la tecnología que distingue su dispositivo de los demás, afirma que “utiliza tecnologías que no han sido utilizadas en ningún lugar del mundo”.
Kemisola dice que NWT necesita “96,000 dólares para finalizar el prototipo funcional” y para “llevar a cabo los ensayos clínicos y completar el sistema operativo [del dispositivo]”. NWT planea tener listo un producto mínimo viable para un público objetivo de mujeres de entre 18 y 65 años, personas con predisposición genética y aquellas a las que ya se les ha diagnosticado cáncer de mama, para monitorear su condición. Esto permitirá a NWT probar el mercado (a un precio de 75 dólares por sujetador) para recibir comentarios antes de embarcarse en la producción total.
NWT tiene la intención de que el sujetador esté disponible para comprarse en línea a principios de 2023. También se asociarán con algunas ONG y gobiernos para que el dispositivo sea accesible para “la mujer africana promedio, que vive con menos de 5 dólares al día”. La meta, dice, “es distribuir al menos 50 unidades del sostén en todos los centros de salud [en África] donde las mujeres que no puedan pagarlo puedan tener acceso a este y hacerse la prueba”
Autores originales:
- Valentine Iwenwanne (@valentineiwen) es una periodista de viajes y fotógrafa nigeriana que hace reportajes sobre salud global, justicia social, política y desarrollo en Nigeria y el África subsahariana.
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición verano 2022. |
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