Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición otoño 2020.
En su trabajo cotidiano como profesor adjunto de ciencia e ingeniería de materiales en la Universidad de Stanford, Eric Appel trabaja encontrando soluciones para un reto médico particular: el desarrollo de un hidrogel inyectable para que funcione como portador de medicamentos, por ejemplo, para ayudar a fortalecer el sistema inmune de pacientes con VIH.
Pero cuando los incendios forestales en California se salieron de control hace dos años, Jesse Acosta, cuñado de Appel e investigador especializado en fuego en la Universidad Estatal Politécnica de California en San Luis Obispo, le preguntó sobre la posibilidad de desarrollar un gel para prevenir incendios.
Los incendios forestales en Estados Unidos acaban aproximadamente con 10 millones de acres al año (alrededor de 4 millones de hectáreas) y combatirlos cuesta más de $2 mil millones de dólares anualmente. “Eso sin considerar las implicaciones por la pérdida de vidas y propiedades”, agrega Appel. En 2018, California sufrió los peores incendios forestales en su historia y 86 personas fallecieron.
Desde octubre de 2019, la empresa emergente de Appel, llamada LaderaTech y enfocada en la prevención de incendios, ha producido un gel opaco con apariencia similar a la leche que puede ser utilizado como “vacuna” en contra de los incendios forestales. El gel, hecho principalmente de sílice coloidal y polímeros de celulosa, es biodegradable y, según Appel, no afecta a los árboles ni a otras plantas.
En septiembre del año pasado, Appel y su equipo describieron su propuesta en la publicación interdisciplinaria Proceedings of the Nacional Academy of Sciences (Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias). “La mayoría de las personas piensa que los incendios empiezan al azar y no pueden ser previstos”, observa Appel, “pero cualquier capitán de bomberos puede decirte de inmediato las dos o tres áreas en su distrito que más le preocupan”. Después de trabajar con el California Department of Forestry and Fire Protection (Departamento Forestal y de Protección Contra Incendios de California, conocido como Cal Fire) y de analizar más de 300,000 incendios en en ese estado, Acosta encontró que el “84 % de los incendios empieza al borde de las carreteras o cerca de transformadores de energía”.
El hidrogel benigno para el ambiente de Appel puede mezclarse con ignífugos y rociarse sobre áreas de alto riesgo, como el pasto seco junto a las carreteras que se incendia fácilmente con la colilla de un cigarro prendido. “No tienes que rociar áreas extensas, solo una franja de 25 pies (7.62 metros) a lo largo de las carreteras más expuestas”, dice Acosta. El gel debe durar, según las expectativas, toda la temporada de incendios. “Lo rocías en el verano, te olvidas de él, y funciona como prevención durante el otoño cuando llega la temporada de incendios”, dice Appel. Las pruebas indican que el gel soporta incluso una pulgada de lluvia, y si llueve más, la humedad reduce el peligro de fuego.
Appel trabajó en el desarrollo del gel durante dos años gracias al financiamiento para investigación provisto por la beca Realizing Environmental Innovation Program (Programa Logrando la Innovación Medioambiental, REIP por sus siglas en inglés) del Stanford Woods Institute for the Environment (Instituto Woods de Stanford para el Medioambiente), así como por el financiamiento de la beca de innovación del TomKat Center of Sustainable Energy (Centro TomKat de Energía Sostenible) de la misma universidad. Los bomberos de California usaron el gel por primera vez en el otoño de 2019. Appel enfatiza que lo diseñó para funcionar con el equipo estándar, porque “no podemos esperar que todas las estaciones de bomberos adquieran equipamiento nuevo y costoso”.
Los primeros resultados de cuatro pruebas piloto en los condados de Ventura, San Diego y San Mateo son alentadores. “Usamos el producto en 20 millas a los costados de la carretera durante el periodo de alerta máxima”, dice Acosta sobre una de las pruebas. “No hubo incendios en el área tratada durante octubre”. En noviembre, un área llena de maleza se incendió, pero fue fácilmente apagada por una cuadrilla de bomberos. Sin embargo, agrega Acosta, “de acuerdo con las predicciones, el incendio se hubiera extendido por un acre de no haber sido tratado con el gel”.
Ya existen geles para prevenir incendios, comercializados para el hogar como soluciones de último minuto para cuando se acercan los incendios forestales. Pero se vuelven inservibles al secarse, casi siempre a las pocas horas, y suelen ser tóxicos para las plantas.
El hidrogel de Appel puede mezclarse con retardantes de fuego como el fosfato de amonio, el que ha sido aprobado a nivel estatal y federal por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, y que ha sido usado para combatir incendios durante años. Los bomberos que han tenido oportunidad de probar el nuevo gel lo ven como una opción prometedora. “El gel crea una suerte de capa protectora alrededor de la vegetación y, por lo mismo, no se quemará”, dice Alan Peters, jefe de división de Cal Fire en San Luis Obispo, quien observó las pruebas piloto. “Hemos recolectado mucha información. Nada se le compara. Tiene el potencial para reducir drásticamente el número de incendios”.
Hasta ahora, Appel y Acosta han tenido problemas para convencer a las estaciones de bomberos de probar el producto porque, como dice Acosta, “están acostumbrados a combatir los incendios una vez iniciados”, en vez de prevenirlos. Appel también señala que la prioridad de las estaciones es eliminar las emergencias por incendios, mientras que el financiamiento para propuestas relacionadas con la prevención atañe a varias agencias diferentes.
Este mayo, cuando LaderaTECH fue adquirida por la compañía de soluciones químicas para la seguridad contra incendios Perimeter Solutions, el gel fue asignado el nombre comercial de Phos-Chek Fortify.
Debido a que Australia ha experimentado los incendios forestales más devastadores de su historia, hace poco LaderaTECH firmó un acuerdo para también producir el gel en ese país. “La meta final es la adopción mundial de estos materiales para proyectos de prevención, para que como comunidad en general podamos ser más proactivos al atender el riesgo de los incendios forestales”, dice Appel. “Esperamos que este enfoque permita un manejo del fuego más proactivo, el cual resultará más barato y efectivo que un combate reactivo contra el fuego, como se realiza actualmente, y así se liberarán recursos para mejorar la gestión de los bosques en su totalidad”.
- Michaela Haas (@MichaelaHaas) es reportera de soluciones con sede cerca de Los Ángeles. Es autora de cuatro libros de no ficción, el más reciente Bouncing Forward: The Art and Science of Cultivating Resilience.
- Traducción del artículo Vaccinating Against Fires por Carlos Calles.