Cómo las plataformas digitales pueden informar al público sobre la historia racista de los monumentos Confederados para que se pueda tomar acción.
Más de 700 monumentos confederados permanecen en todo Estados Unidos, a menudo escondidos a plena vista. Los símbolos de odio se han convertido en un punto álgido para el activismo, desde la cineasta Bree Newsome Bass, que subió el asta de una bandera en la sede del gobierno estatal de Carolina del Sur en 2015 para retirar la bandera confederada en respuesta al tiroteo masivo en la iglesia Emanuel AME de Charleston, hasta los manifestantes en el centro de Chicago, que presionaron con éxito a los funcionarios para que retiraran de la ciudad la estatua de Cristóbal Colón en 2020.
Un nuevo proyecto, Invisible Hate (Odio Invisible), amplía el alcance de estos esfuerzos para examinar la naturaleza de los símbolos de la supremacía blanca en todo Estados Unidos. Señala la ubicación de los monumentos confederados y explica por qué se construyeron, para que el público pueda abogar por su retirada. Con esto, demuestra cómo la tecnología, la educación histórica y la defensa social pueden combinarse para hacer que la información esté disponible fácilmente y brindar a las personas las herramientas para actuar.
El proyecto surgió de una epifanía personal sobre los monumentos confederados, dice Alex Lukacs, directora creativa de 22Squared y una de las líderes del equipo de Invisible Hate. Mientras paseaba por la zona de Atlanta con su familia, Lukacs notó una estatua de un supremacista blanco y estaba confundida sobre el porqué estaba expuesta públicamente más de 150 años después de la Guerra Civil estadounidense.
“No tenía idea de que era un monumento confederado y tenía el privilegio de no notarlo cada vez que pasaba por ahí, porque era una mujer blanca”, explica Lukacs. “Cuando comencé a indagar en la historia, como la mayoría de los monumentos confederados no se construyó durante la Guerra Civil, [sino] durante las leyes Jim Crow, justo después de los disturbios raciales de Atlanta, como símbolo para intimidar a las personas negras estadounidenses”.
Con su equipo de la agencia creativa, Lukacs consiguió el apoyo de la National Association for the Advancement of Colored People (Asociación nacional para el progreso de las personas de color, NAACP por sus siglas en inglés) de Atlanta, que se había forjado una reputación por oponerse a los monumentos confederados. “Reconocemos que las exhibiciones que celebran la supremacía blanca y el racismo son instrumentos psicológicos que refuerzan y validan la opresión sistémica de los descendientes y la esclavitud estadounidense como institución”, afirma Richard Rose, presidente de la NAACP de Atlanta. Él menciona la decisión de Alemania de prohibir los símbolos que glorifican al Tercer Reich como un ejemplo de cómo los Estados Unidos podrían realizar acciones similares.
El proyecto comenzó en agosto de 2020. El mapa nacional interactivo de su sitio web, InvisibleHate.org, se creó a través de una combinación de investigación original y de datos e información de los reportes “Whose Heritage?” (“¿El patrimonio de quién?”) del Southern Poverty Law Center (Centro Legal para la Pobreza del Sur), que documentan el número y la ubicación de los monumentos confederados en los Estados Unidos. MarketSmiths, una agencia independiente de redacción e investigación de contenidos, escribió y verificó varias de las entradas, y la productora M ss ng P eces construyó la plataforma.
Varios monumentos confederados fueron financiados con dinero de los contribuyentes estadounidenses, mientras que otros (como el Monumento a la Paz erigido en Atlanta en 1911 por el grupo miliciano Gate City Guard) fueron patrocinados por supremacistas blancos y sus simpatizantes. Durante la reacción nacional a la manifestación Unite the Right (Unir a la derecha) de 2017 en Charlottesville, Virginia, los manifestantes dañaron el monumento y lo pintaron con grafitis, lo que llevó a un comité del gobierno de la ciudad en Atlanta a convocar una discusión sobre la mejor manera de abordar el problema de monumentos similares en el área.
Sin embargo, la legislatura de Georgia aprobó una ley que prohíbe el retiro de los monumentos confederados en el estado, lo que supuso un duro golpe para los defensores que presionaban para que se les retirara. Aunque la ciudad de Atlanta comenzó a colocar carteles junto a los monumentos para proporcionar un contexto histórico, organizaciones sin fines de lucro como la NAACP de Atlanta y el Southern Poverty Law Center afirmaron que los carteles no eran suficiente. Afirmaron que de los monumentos confederados era la única opción si el gobierno pretendía reprochar totalmente la historia racista del país.
La plataforma de Invisible Hate se ha actualizado recientemente para alentar a los usuarios a actuar. “Queremos aprovechar el activismo social que se ha producido y se sigue produciendo”, menciona Lukacs. A través del mapa interactivo, los usuarios pueden dar clic en un monumento confederado específico para conocer su historia y luego hacer clic en otra pestaña para ponerse en contacto con un funcionario local. Cuando los usuarios hacen clic en esa pestaña, un mensaje ya escrito se llena en un correo electrónico; lo único que se necesita es que se le personalice. La plataforma también permite a los usuarios conectarse con la sección local de la NAACP para seguir colaborando.
“Si Estados Unidos quiere repudiar el racismo, debe repudiar su simbolismo eliminando [las] declaraciones de supremacía blanca del gobierno”, dice Rose. “Estas declaraciones continúan enseñando y glorificando el racismo. … Identificar y exponer los verdaderos significados e intenciones es la única manera de avanzar”.
Autores Originales:
- Derrick Clifton (@DerrickClifton) es un escritor y periodista galardonado centrado en las intersecciones de la identidad, la cultura y la justicia social. Su trabajo ha aparecido en NBC News, Out magazine, Vox y varias otras publicaciones.
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Este artículo es contenido original de la revista de Stanford Social Innovation Review publicado en la edición primavera 2022. |