encial de empleo para las comunidades marginadas. Las estimaciones recientes indican que el 61 % de la población económicamente activa a nivel mundial trabaja en la economía informal y, de manera notable, esta cifra se eleva a un 90 % en los países con ingresos más bajos. Para muchos, la economía informal puede ser la diferencia entre la pobreza extrema y la subsistencia.
La gran mayoría de las empresas que operan en la economía informal son microempresas. En términos generales, ya sea por elección o casualidad, estas pequeñas empresas no están registradas para cumplir con sus obligaciones fiscales ni operan en locales comerciales. El empleo de los trabajadores es igualmente ad hoc. No obstante, hasta ahora los investigadores no han prestado suficiente atención a las microempresas.
Además, la informalidad de las microempresas y su desconexión de las plataformas financieras y tecnológicas dificultan su cuantificación para que los investigadores realicen análisis estadísticos. Los responsables de la adopción de políticas y los estudiosos deducen las cifras a partir de estimaciones macroeconómicas, y carecen de datos fiables y sistemáticos de las empresas informales. Si bien es cierto que los etnógrafos han proporcionado muchos estudios de caso sobre microempresas informales, necesitamos comprender de manera más amplia la relación entre estas empresas individuales y el extenso sistema empresarial en el que operan.
El desarrollo de este conocimiento requiere de un acercamiento más sistemático a la recolección de datos de un ecosistema completo de microempresas informales. Sustainable Livelihoods Foundation (SLF), una organización sin fines de lucro en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, es pionera en un novedoso método de “censo de zonas pequeñas”. Este método se centra en un área geográfica discreta y emplea una combinación de técnicas de investigación de campo que incluyen encuestas, observaciones etnográficas, fotografía e información geoespacial. Al repetir el censo tres veces a lo largo de diez años en un solo municipio, SLF ha generado resultados sorprendentes que aportan una perspectiva poco común sobre las formas en las cuales un ecosistema de actividad empresarial informal evoluciona con el tiempo.
Ilustración por Jennifer Heuer
Enfoque de censo en zonas pequeñas
El municipio de Delft en Ciudad del Cabo es el lugar de investigación para el análisis longitudinal de SLF. Desde una distancia, Delft refleja algunos de los principales logros del estado post-apartheid. A mediados de la década de 1990 se instituyó la vivienda formal; las calles están pavimentadas e iluminadas; las comunidades cuentan con escuelas, clínicas, bibliotecas e instalaciones recreativas, y gracias a diversos medios de transporte público y privado, los residentes tienen acceso a oportunidades de trabajo en toda la ciudad.
Como en la mayoría de los municipios sudafricanos, el Estado no ha invertido de forma intencional y deliberada en infraestructuras comerciales para apoyar a los empresarios locales. Tal es el caso que Delft no tiene mercados públicos. Pero, a pesar de que el paisaje urbano no está diseñado para el comercio, los empresarios locales y sus microempresas han transformado a Delft en una vibrante economía informal.
Antes de la primera ronda de investigación de campo que SLF llevó a cabo en 2010, este tipo de economía era invisible. El gobierno de la ciudad solo había identificado 124 negocios, la mayoría de los cuales se ubicaban en las calles principales. Para abordar la aparente brecha entre la visible vitalidad empresarial y los datos oficiales, SLF decidió ir al campo y recolectar pruebas, para lo cual realizó encuestas a cada negocio, tanto los que se sitúan en calles y caminos, como los que operan desde casas, puestos comerciales e itinerantes. En vista de que Delft es un asentamiento de gran tamaño, el equipo se concentró en un área aproximada de dos kilómetros cuadrados con una población de unos 45,000 habitantes en 12,000 viviendas. El propósito era realizar un censo de todas las actividades comerciales informales en esta zona pequeña. Con un breve cuestionario, un GPS, una cámara y un cuaderno de notas, la investigación inicial duró alrededor de tres meses.
Al principio, el equipo tenía relativamente poca experiencia en este tipo de investigación de campo, a pesar de la experiencia que habían acumulado tras años de llevar a cabo entrevistas en empresas pequeñas. Los negocios en el municipio eran muy diferentes; una mejor manera de entenderlos era a partir de las actividades de sobrevivencia que realizaban. Estas microempresas operaban ilegalmente o vendían productos ilícitos, por lo que sus propietarios eran reacios a hablar con extraños. Para censar una economía informal, el equipo pronto se dio cuenta de que debían familiarizarse con el lugar.
Por esta razón, el equipo capacitó e hizo partícipes a los residentes locales en la recolección de datos. Los investigadores también lograron que su presencia fuera más aceptable para la comunidad una vez que comenzaron a trasladarse en bicicleta y entrevistaron a quienes se dedicaban a cualquier actividad comercial identificable, con independencia de su magnitud o estatus legal. Sin importar la curiosidad que estos científicos sociales en dos ruedas despertaban, los propietarios de los negocios se mostraron bastante receptivos.
Reflexiones sobre el censo
SLF repitió la investigación en 2015 y 2020 con el fin de estudiar el mismo plano geográfico y realizar un censo de todas las actividades de las microempresas. Con el tiempo, adquirieron experiencia en este modelo de investigación, modernizaron el método de recolección de datos, ampliaron el cuestionario, incrementaron el número de personas en el equipo y trabajaron de forma más eficiente. Este proceso dio lugar a varias reflexiones importantes sobre la economía informal.
Tan solo el número de empresas revela una economía en gran medida oculta pero fluida. | En contraste con los 124 negocios que el municipio de Delft reconocía, en 2010 SLF identificó 824 microempresas en Delft Sur. En 2015, el número de empresas se duplicó con creces hasta 1,693, cifra que se redujo a 1,158 en 2020. Estos datos muestran que las microempresas de la economía informal están sujetas a procesos cíclicos: se expanden al beneficiarse de una economía en crecimiento y una demanda creciente; pero se contraen en tiempos de recesión económica.
De manera concreta, el vecindario de Eindhoven en Delft Sur sirve para ilustrar esta fluidez. En 2011, SLF identificó 156 negocios en esta zona. De ellos, solo 37 seguían operando en el mismo lugar en 2015 y solo 33 en 2020. Estos datos constatan una importante desaparición de empresas con el tiempo. Al hacer un seguimiento de las empresas que operaban en 2011, SLF descubrió que en 2020 dos microempresarios habían cambiado de giro comercial, mientras que 11 de las 33 empresas no estuvieron activas en 2015 y, presuntamente, volvieron a estarlo después de algún contratiempo. Esto significa que solo 20 empresas se mantuvieron activas durante los tres periodos.
En 2020 había 162 empresas de 25 tipos distintos en Eindhoven. A diferencia del año 2011, la gama de establecimientos se había ampliado de forma significativa para incluir peluquerías y barberías, empresas que ofrecen servicios financieros e informática, así como vendedores de mobiliario.
La amplitud de la actividad empresarial es sorprendente y está en transformación. | Los negocios en los municipios no encajan de lleno con las clasificaciones gubernamentales tradicionales de la industria. SLF adoptó un enfoque inductivo para categorizar la naturaleza de su actividad empresarial y finalmente se decidió por 36 clasificaciones diferentes. Con este método, para dar unos ejemplos, los negocios que vendían frutas y verduras fueron descritos como verdulerías, los que vendían comestibles eran minoristas (conocidos como spaza shops) y el servicio de los barberos y peluqueros fue catalogado como cuidado del cabello. Esta estructuración de datos permitió a los investigadores: delinear un perfil de las características de los negocios del lugar, realizar una cartografía de los resultados e identificar cómo cambió su configuración en el contexto espaciotemporal. Por ejemplo, la economía del municipio pasó de centrarse en alimentos, bebidas y productos básicos para más adelante diversificar la oferta, con un número creciente de opciones más sofisticadas, como servicios médicos, abogados y alojamiento.
La estrategia empresarial es activa en la economía informal. | Gran parte de las investigaciones recientes sobre la iniciativa emprendedora lamentan la falta de innovación y estrategia en la economía informal. A partir del registro fotográfico que tenían de las empresas, SLF pudo inferir los cambios estratégicos que estas implementaron. Observaron cambios en la fachada del negocio, tales como modificaciones a la estructura del edificio, cambios de nombre, e indicios de nuevas inversiones. Una barbería conocida como “Local is Lekker” (“Lo local es bueno”) operaba desde un contenedor marítimo en 2011, pero en 2020 se trasladó a una casa particular. Además de la reducción de la infraestructura, este negocio mostraba pocos signos de crecimiento en términos de activos y del profesionalismo de su servicio. Este empeoramiento de las características de las empresas también se hizo patente en el vecindario de Eindhoven, al margen de la calle principal. Para comprender estos cambios estratégicos, además de tener en cuenta las condiciones económicas, se deben considerar las normas sociales informales que moldean la forma en que los empresarios elaboran su estrategia y minimizan los riesgos.
La geografía determina la actividad económica informal. | El censo de microempresas de la zona de Delft le permitió a SLF documentar los cambios espaciales y empresariales. Los vecindarios como Eindhoven han fluctuado en cuanto a la vitalidad empresarial: por un lado estaban los negocios que cierran con frecuencia o cambian de giro, y por otro, las nuevas empresas que surgen en lugares difíciles. Mientras tanto, las calles principales han experimentado una tendencia opuesta, pues ahí han tomado lugar inversiones en propiedades comerciales, la diversificación de las empresas con la aparición de nuevas categorías y la intensificación de las actividades existentes.
La resiliencia adopta diferentes formas. | Los datos históricos de SLF sugieren que varias de las nuevas empresas identificadas en 2020 podrían no perdurar demasiado tiempo. No cabe duda de que se puede aprender mucho sobre la resiliencia de las empresas a partir de aquellas que aún subsisten y han sido identificadas en repetidas ocasiones en el censo de zonas pequeñas. Como muestra la investigación, es posible que incluso las empresas que ya no existen se encuentren en una fase de hibernación empresarial y vuelvan a la vida cuando las circunstancias lo permitan. En la economía informal, la resiliencia y el éxito pueden medirse no por la longevidad de una entidad operativa única, sino por la iniciativa emprendedora de los individuos. Trasladar una empresa a un nuevo lugar y probar nuevos mercados y productos es una muestra de las agallas del espíritu emprendedor.
Esta perspectiva revela que nuestras suposiciones sobre la economía informal son a menudo más precarias que los entornos en donde esta se presenta. En lugar de pasar por alto la economía informal, o peor aún, considerarla un impedimento para un “mejor” acuerdo de mercado, deberíamos verla como un importante canal de resiliencia social y económica.
- Andrew Charman es cofundador y codirector de la Sustainable Livelihoods Foundation en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Es coautor de Township Economy: People, Spaces and Practices.
- Joel Bothello es profesor adjunto de administración en la John Molson School of Business de la Universidad de Concordia y tiene una cátedra de investigación universitaria sobre resiliencia e instituciones. Es cofundador de Organization Scientists 4 Future (OS4F) un movimiento de científicos que busca inspirar la acción sobre el cambio climático.
- Robert Nason es profesor asociado de estrategia y organización en la Facultad de Administración Desautels de la Universidad McGill. Sus actuales iniciativas de investigación se centran en el emprendimiento y la desigualdad económica.
|
|
|
Traducción del artículo Unveiling the Informal Economy por Ángela Alegría Mariscal Estrada. Traductora e intérprete inglés/español y forma parte de la Organización Mexicana de Traductores y American Translators Association. Además se desempeña como profesora de inglés en el Centro de Idiomas y tutora en el Centro de Escritura, ambos del Tecnológico de Monterrey.
|